Tazas de café para un mundo más igual

Por Lula Gómez

“¿Un cafecito?”, esta invitación habitual que se repite en prácticamente todo el planeta puede representar mucho más que un espacio de charla agradable con el cálido brebaje. Para Agnes Nagmara, granjera, casada y madre de cinco hijos, este cultivo que llama a socializar le ha cambiado la vida. Ahora, esta mujer de Uganda tiene un sueldo, dispone de su dinero y cuenta con un espacio de trabajo donde –con o sin café- comparte historias.

Ser caficultura, producir el famoso grano con el que desayunamos a diario, le ha empoderado. Cuando Agnes se casó, recibió una pequeña plantación de café. Fue entonces cuando se dio cuenta de que las mujeres de su comunidad se llevaban la peor parte de aquel cultivo que para el músico Guiseppe Verdi era un bálsamo para el corazón y el espíritu. Lejos de disfrutar esas bondades, ellas lo cultivaban, secaban, tostaban y acicalaban, mientras que ellos, sus compañeros, lo comerciaban y obtenían los beneficios. Ahora, ellas cuentan con la autonomía asociada a una independencia económica. ‘Me siento genial porque después de trabajar, recibo dinero, lo llevo a la mesa con mi marido y discutimos qué hacer con él’. Aparte, el trabajo remunerado, le ha reportado otros bienes a la comunidad: las niñas y los niños de la comunidad ahora pueden ir a la escuela. Pero hay más.

Para Agnes Nagmara, caficultura ugandesa, el comercio justo es sinónimo de desarrollo. Foto: Pablo Tosco.

Cooperativa, que viene de la palabra cooperar, ha sido otro de los conceptos que esta mujer africana ha incorporado en su día a día. ‘Hemos dejado de estar encerradas en nuestras casas. Ahora, cuando vamos a trabajar, hablamos y compartimos ideas. ¿Que qué hacemos con los beneficios, que quién sabe cómo cultivar miel, que por cuánto te has comprado este vestido, qué quién baja a la capital…? Hemos desarrollado una amistad para la que antes no teníamos espacio’, explica.

Trabajar con sus compañeras le ha permitido unirse, crear grupos de ahorro para otros proyectos de desarrollo, conversar, compartir y organizar otras tareas de las que se benefician todas. Desde hace 12 años forma parte de ACPCU, una cooperativa de café ubicada al sudoeste de Uganda donde Oxfam Intermón compra un 40 por ciento del café de las mujeres.  Son las productoras, en femenino, del proyecto de comercio justo “Café de género”, una iniciativa que emplea a otras 2.300 mujeres. ‘Nuestro café se trata distinto: lo recolectamos, secamos, pesamos y procesamos de forma separada para conseguir mayor calidad. Somos promotoras de calidad de una producción de 285 toneladas de café especial y totalmente orgánico’, afirma Agnes Nagmara.

‘En Occidente se toma un café muy fuerte, un café que nosotras sabemos hacer. Nosotras, tan lejos, desde aquí, en mitad de África, nos sentimos orgullosas de veros consumiendo nuestro producto. Cuando hablo con los consumidores, con esa gente que desayuna con nuestro grano, me siento muy satisfecha del trabajo que realizamos todas nosotras: ¡estamos en el mercado!‘, comenta orgullosa la caficultora orgullosa de contar con lo que ellas llaman una “relación internacional”. Porque no sirve de nada hablar de excelentes producciones si luego el café no llega al consumidor, asevera. Lo bueno es saber que lo que aquí producimos, llega a los mercados europeos y se aprecia nuestro saber hacer”, apunta la caficultura orgullosa de contar con lo que ellas llaman una “relación internacional”.

-Un cafecito, ¿entonces?  Nos atrevemos a preguntar recuperando la cita de Sherlock Holmes, que decía nada más estimulante que una taza de café para estimular las células del cerebro”.

  • Hoy, 12 de mayo, Día Mundial del Comercio Justo recordamos que es posible garantizar una vida digna para todos los habitantes del planeta y frenar la degradación medioambiental si consumimos de forma responsable. #SomosComercioJusto

Lula Gómezescritora y periodista. Dirige su propia agencia de comunicación desde la que propone contenidos, edita, crea y ejecuta ideas de comunicación. Ha escrito el libro y dirigido el documental Mujeres al frente, la ley de las más nobles, sobre siete protagonistas de la historia reciente de Colombia. Actualmente colabora con el equipo de comunicación de Oxfam Intermón. 

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