Un minuto antes del 8 de marzo

Por Isabel Pallarés

Nota de la autora: Hoy no escribo. Lo hice ayer, robando un poco de tiempo a mi trabajo ordinario. Y publico dos minutillos antes de que comience el 8 de marzo, para que este post luzca el día que las mujeres paramos. Más concretamente, #LasBloguerasParamos

Me gustaría explicar, rápido y con muchas ayudas, por qué paro yo hoy y por qué cientos de mujeres paramos incluso por las que no lo hacen. Para argumentarlo salgo rápido al patio de vecinos que es Twitter. Recupero de todas formas algo en lo que me hizo pensar el pasado domingo la alcaldesa de Madrid en el programa El Objetivo. Decía la exjueza que el feminismo plantea también el modo y la distribución del trabajo: si queremos conciliar, y si queremos que empresas, hombres, mujeres y la sociedad se hagan corresponsables. Algo así como decir adiós a esas jornadas laborales que duran hasta las 8 de la tarde y se extienden en un afterwork con gin-tonics. Decir adiós a calentar las sillas por horas sin cuento, entre otras muchas cosas demasiado asentadas.

Ilustración de la huelga del 8 de marzo: Nosotras paramos.


Pero voy con los tuits, los titulares de esta huelga:

La valiente periodista Mónica G. Prieto @monicagprieto, corresponsal de guerra, dice:

«Lo sorprendente es que nadie pregunte por qué paramos el jueves. Paramos porque es nuestra obligación limpiar esta parte de la sociedad hostil e intolerante que, o emplea la violencia contra su mitad femenina, o protege con su silencio a los agresores. #8deMarzo 1/2

Y luego, por si alguien no lo entiende, prosigue:

» #Paramos pq no queremos esa sociedad para nuestras hijas, y porque tememos perder esta oportunidad histórica para hacer del mundo un lugar más justo y seguro para todos, ellas y ellos. Y porque no si paramos y el patriarcado se crece, comenzaremos a perder libertades y derechos

Me golpea otro argumento, las que ya no están, las víctimas asesinadas por hombres, una cifra vergonzosa y que hemos normalizado».

Sara Sere Siri‏ @LlamameLolita, profesora, recoge parte el intachable artículo de @Barjijaputa:

“Paramos por las que no os podéis levantar, paramos por las que ya no os acostáis. Paramos para demostrar al mundo que las mujeres sostenemos la mitad del cielo.”

Se refiere la pieza que ella misma publicaba en El diario, un texto que podría servir de mantra para que nosotras, las mujeres, en este día de huelga no friamos un huevo.

Sigo y doy con #ElFémurEnHuelga #MisRazonesParaPararEl8M #HuelgaFeminista8M Me quedo con algo básico, los cuidados. Ayaná‏ @Kaiken68, apunta:

“Porque pertenezco a unos de los colectivos de trabajadoras donde más existe la precariedad,no gozamos de los mismos derechos que el resto de trabajadorxs. Las empleadas de hogar y cuidadoras seguimos sin derecho a paro”

Y sí, claro, la huelga es política, como todas las de la historia. Y porque, como dice,

Fani Grande‏ @fanigrande : «No quiero ni un minuto más a un Presidente de Gobierno que contesta: «No nos metamos ahora en eso», cuando se le pregunta por la desigualdad salarial entre hombres y mujeres en SU país».

Más. Por la paz, qué obvio. @Cmagallon1  retwittea a @aipaz.org:

«Para poner la vida y las relaciones en el centro y contra todo tipo de violencias que sufren las mujeres, el #8MHuelgaFeminista/#LasInvestigadorasporlaPazParamos

Y de la paz a la ciencia, aunque no tenga el hashtag del paro, hoy no trabajo por lo que señalan mis compañeras. @FECYT_Ciencia:

«Solo un 3 % de los galardonados con un Premio Nobel de ciencias son mujeres. Una de ellas es la británica Dorothy Hodgkin, que en 1964 fue presentada por la prensa como un “ama de casa ganadora de un Nobel de Química”.

Huy, creo que si no quiero hacer horas extras, voy a tener que dejarlo, pero con humor… ¿Y qué mejor que las declaraciones del obispo de San Sebastián, que dice que llevamos el demonio dentro? ¿Seremos brujas?

Estoy casi sin tiempo: no quiero hacer horas extras. Así que respondo de memoria a algunas de las críticas contra la huelga. Casimiro García Abadillo, http://@garcia_abadillo director de El Independiente, señala que no apoya el manifiesto de las periodistas porque está en contra de las cuotas. Vale, colega, le invito a reflexionar: si las mujeres llevamos tres, cuatro décadas trabajando y no estamos en la dirección, sólo se me ocurren dos alternativas: o somos tontas, y en ese caso, descártennos; o hay techos de cristal.

Otra: no voy a la huelga porque la haré a la japonesa. Ay, que ese tipo de huelga no existe, y hasta Mariano os desdice, chicas… Perdón, quería decir Presidentas, Ministras…

Así que si estás leyendo esto, nos toca, por mí, por ti, por nosotras, vosotras y ellas: ¡a la calle!, porque es nuestra.

Isabel Pallarés es periodista y escribe donde puede. Más de la Mitad se siente honrada de contar con su firma.

2 comentarios

  1. Dice ser ha de variarse algo más profundo, creo

    A mí me habría encantado que parara todo el mundo sin distinción de sexo, como una señal de que algo ha estado funcionando mal desde hace mucho tiempo y ha de modificarse por simple justicia. Debería haber parado todo el mundo, porque esto es cuestión cultural.
    Ha habido y hay mujeres que han gobernado y gobiernan en lo más alto incluso del escalafón de poder, y las cosas no han cambiado como debieran haber cambiado. Tal vez sea por el hecho de que estamos todxs muy condicionadxs por la cultura y la tradición de pensamiento heredado.
    La igualdad entre humanos, de todo género, raza, o religión, ha de vencer un obstáculo más profundo y generar ese cambio positivo, sin agresiones de ninguna parte y con más racionalidad y educación de todas las partes.
    No sólo ha de haber igualdad en lo material. No debería haber binomio hombre-mujer. Sencillamente debería hablarse de unamaldita vez de seres humanos con plenos derechos igualitarios.

    08 marzo 2018 | 00:19

  2. Dice ser Anónima

    Soy mujer y sinceramente está manifestación me parece algo infantil.

    Puede ser que me equivoque, pero no por ser mujer voy a culpar a mi padre, a mis hermanos, a mis tíos y abuelos, a mis amigos de estas diferencias.

    Veo un error culpar a los hombres y veo una tontería reivindicar unos derechos que desde el principio debieron de cumplirse. Estos derechos que no nos han negado los hombres si no las organizaciones responsables de decidir que un hombre merece cobrar más o trabajar menos, porque no creo que mi padre se acerque a su jefe y alegremente le diga que solo trabajará si cobra más que su compañera.

    Esas organizaciones, el parlamento, la patronal, quien sea, son quienes deberían de ser objetivo de esta manifestación.

    Otra cosa es denunciar la violencia, violencia de la cual separamos violencia de género solo para cuando la mujer es víctima y si realmente quisiéramos igualdad, añadiríamos al término los casos en los que el hombre es maltratado.

    Si queremos reparto equitativo de tareas domésticas, no creo que cueste intentar hablar con nuestra pareja y ceder ambos porque entonces, como tener una relación a largo plazo con alguien que no cederá jamás en nada? Una relación es cosa de dos desde el momento en el que se inicia, no cuando se tiene un hijo/a.

    De la misma manera que se ha aceptado (en su mayoría) la homosexualidad, debemos aceptar que no somos mujeres u hombres, somos personas y no por ser yo mujer soy débil ni tu por ser hombre eres fuerte. Somos diferentes, negar eso es ingenuo, pero somos personas y en derechos debemos ser iguales sin necesidad de hacer huelgas, sin necesidad de sufrir ni vivir injusticias (que siempre habrá, pero mejoraremos)

    No participaré en la huelga, estoy en contra del feminismo y del machismo, me considero igualista y como tal, voy a trabajar igual que mis compañeros, con mi jornada habitual de 8 horas y asumiendo mis responsabilidades del día, las que yo asumo y reparto con mi pareja.

    Un saludo.

    08 marzo 2018 | 01:00

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