Archivo de julio, 2014

Amores tóxicos: pasaporte a la infelicidad

Por Mayte Mederos Mayte Mederos firma

Estos días ando a vueltas con el corazón, supongo que como final de un ciclo de varios años en el que he estado enredada en la madeja de los amores difíciles.

Y es la primera vez en este tiempo en que consigo entender que hay una pauta en todo esto: que cuando mi gente me dice que mi vida da para escribir una novela,  la razón del drama no está solo en las mujeres con las que me tropiezo, sino en lo que realmente me atrae de ellas.

Amor tóxico. Imagen de TrasTando

Amor tóxico. Imagen de TrasTando

 

Desde niñas se nos educa para el amor. Llevamos siglos de historia a la espalda que nos sitúan en el ámbito doméstico,  sin pensamiento crítico ni voz propia, relegadas a lo íntimo y con el único reconocimiento social del matrimonio y la maternidad. Nuestra emancipación es reciente y precaria, y aun no nos ha dado tiempo de superar ese planteamiento tan arraigado en nosotras de que la mujer es objeto, nunca sujeto, del amor.

Esta base social no ayuda a vivir relaciones sanas, porque muchas mujeres aprendemos a valorarnos en tanto que somos queridas. Y a entender que todo vale para lograrlo, porque el amor es sacrificio, el amor es entrega, y en ese tamiz tan ancho con que nos envolvemos se cuela el sufrimiento cuando nos arrimamos a quien no nos quiere bien.

La ecuación es clara: en nuestra sociedad el amor generoso no está de moda. Los estereotipos potencian a la persona vividora y sobrada frente a quien te trata con cariño y respeto.  Si encima te gustan los retos y tu mente hace ‘clic’ ante un discurso diseñado para generar mariposas sin querer llegar al fondo del asunto, estás perdida.

Cargamos de cualidades a esas personas que no nos quieren por nosotras mismas y que nos hacen renunciar voluntariamente a lo que nos hace felices. Y sin embargo por ellas estiramos al máximo nuestra capacidad de sufrimiento. Ahí es donde nuestra idea equivocada del amor encuentra un amplificador en la sociedad -que nos valora por ser sumisas y abnegadas- y ya no hace falta hacer más. El tendido eléctrico está creado, y ahora vete a cortocircuitarlo. Empiezas a aceptar que no alabe tus éxitos porque solo existen los suyos; que ponga coto a tu presencia en su vida, porque se considera un ser libre;  y empiezas a ser su marioneta por amor. Por el amor que tú pones en la relación, porque obviamente no es correspondido más que en la forma.

Hasta que un día siente que puede perderte. En ese momento pasas repentinamente a ser centro de su atención. Y, por supuesto, es cuando te plantea que hay que avanzar como pareja. Aunque tú ya tengas un pie fuera, sus palabras te hacen sentir que el sufrimiento ha valido la pena. Y vuelve a prender la chispa de la pasión, pero no te das cuenta, no quieres saber que no hay nada más detrás.

Estos amores tóxicos no solo son malos en sí mismos, sino que con según qué personas pueden ser la perfecta antesala al maltrato. Y con una prevalencia de relaciones violentas en torno al 30% de la población, el riesgo es enorme. Nos jugamos demasiado si no cambiamos el chip.

¿Y eso cómo se hace? Pues no hay remedio en forma de pastilla, sino como proceso interior. Se trata de valorar en la otra persona aspectos más realistas que la pasión. ¿Es tu felicidad tan importante para ella como la suya propia? ¿Se siente bien cuando tú lo estás? ¿Le importan tus pequeñas cosas? ¿Te dedica tiempo? ¿Te respeta? ¿Es desinteresada, o eres una relación ajustada a su propia conveniencia?

Si analizas y se suceden los síes, vas por buen camino. El problema es que el amor incondicional y tranquilo no nos despierta emoción a quienes tenemos el filtro mal calibrado. Y entonces se impone un ejercicio de aprender a querer sin sacrificios, cambiando poco a poco la erótica del masoquismo por la de la honestidad.

Porque el amor es acoger y compartir, y no necesitas vender tu alma al diablo para ser amada. Ese planteamiento solo nos ha servido como pasaporte a la infelicidad. Y ya es hora de viajar a sitios mejores.

 

Mayte Mederos, Coordinadora del Área de Familias Diversas de Algarabía, la asociación LGBTI de Tenerife, es madre de familia numerosa y autora del blog Avatares de una amazona.

«Tened fe en las mujeres sirias. Podemos lograrlo todo»

Por Jenny EnarssonJenny Enarsson

Días después de la cumbre de alto nivel sobre cómo acabar con la violencia sexual en los conflictos de Londres, un grupo de mujeres sirias se reunió en Amman (Jordania). En esta reunión no hubo personas famosas ni cámaras de televisión. De hecho, su hubiese habido cámaras, muchas de las mujeres no habrían podido participar.

Se trataba de una iniciativa de la Syrian Women’s Initiative for Peace and Democracy (SWIPD), una red de organizaciones de mujeres de la sociedad civil cuyo objetivo es influir en la búsqueda de una solución política a la crisis que sigue asolando Siria y afectando a toda la región. Tras tres años de largo conflicto, el ambiente en Amman era sincero. Una de las participantes subrayó: La comunidad internacional ha estado mirando a otro lado mientras nos íbamos sumiendo en esta situación; en este infierno’.

 

Una mujer coge a su hija mientras la aviación siria bombardea un barrio cercano a su casa. Foto: Sam Tarling / Oxfam

Una mujer coge a su hija mientras la aviación siria bombardea un barrio cercano a su casa. Foto: Sam Tarling / Oxfam

La coalición, que cuenta con 49 organizaciones, se formó en vistas de las esperadas negociaciones de paz de Ginebra II que comenzaron en enero de este año para fracasar tras semanas de negociación entre las distintas partes del conflicto. Algunas organizaciones están consolidadas y tienen vínculos internacionales, mientras que otras son grupos pequeños que están respondiendo a esta crisis sobre el terreno y que no pueden ser ignoradas. En los meses previos a Ginebra II, las líderesas de las organizaciones miembro, tanto de dentro como de fuera de Siria, hicieron recomendaciones para garantizar que en el proceso de construcción de paz y de recuperación las mujeres participaran activamente y se tuvieran en cuenta las cuestiones relacionadas con el género así como las demandas de las organizaciones de mujeres. Aunque sabemos por los conflictos que existen en todo el mundo que una mayor participación de las mujeres incrementa las posibilidades de éxito de los procesos de construcción de paz, finalmente estas organizaciones fueron excluidas de las negociaciones.

Trabajando para la paz en distintas esferas
En Amman, la reunión se centró en planificar los próximos pasos. La labor de Syrian Women’s Initiative for Peace and Democracy se centra principalmente en abogar por la reanudación de las negociaciones de paz, pero sus integrantes están convencidas de que esta se debe desarrollar nivel local, regional e internacional al mismo tiempo. Esto significa que las organizaciones de la sociedad civil, así como otras organizaciones comunitarias de base y las personas a título individual, deben participar y trabajar juntas y de forma paralela a los debates políticos de alto nivel entre Gobiernos, Naciones Unidas y otros actores internacionales para que la paz sea sostenible a largo plazo. La coalición argumenta que para ello, se debe incrementar el rol de las mujeres como portadoras de este mensaje de paz civil y seguridad. ‘A veces, los países occidentales solo quieren vernos como madres, mujeres y hermanas. Pero no queremos ser víctimas de estereotipos. Tenemos el derecho de participar en las negociaciones y en las decisiones sobre el futuro de nuestro país. Ese es nuestro papel y debe ser tomado muy en serio’.

La Syrian Women’s Initiative for Peace and Democracy (SWIPD) reúne lideresas de 49 organizaciones. Fuente: http://swipad.org/node/45

La Syrian Women’s Initiative for Peace and Democracy (SWIPD) reúne lideresas de 49 organizaciones. Fuente: http://swipad.org/node/45

La voz de la amplia mayoría debe ser escuchada
Para que esta amplia gama de partes interesadas puedan colaborar en pro de la paz, es necesario fomentar la confianza para que las personas sirias de todo tipo de afiliación puedan trabajar juntas. ‘Necesitamos empezar un proceso de paz basado en los intereses y preocupaciones comunes de todas las personas participantes. El pueblo sirio está cansado y quiere una solución pacífica. Las personas extremistas son solo el 5% en ambos bandos del conflicto. Debemos centrarnos en el 90% restante.

La implicación de la comunidad internacional es clave
Pero no solo las organizaciones de mujeres deben coordinar sus esfuerzos. También la comunidad internacional. Las integrantes de la coalición fueron claras en cuanto a qué querían. Una de las participantes explicó: ‘Necesitamos que la comunidad internacional presione para que las negociaciones de paz se reanuden. Y necesitamos apoyo para que nuestra voz sea tenida en cuenta en el proceso de paz. Queremos que la comunidad internacional nos ayude a construir un Estado democrático; el Estado con el que soñamos’.

Cuando la reunión en Amman estaba a punto de terminar y todas las participantes se pusieron en pie dispuestas a marcharse, una de ellas tomó el micrófono:
‘Antes de que nos marchemos, quiero contaros una historia. Hace un año, un grupo armado entró en mi pueblo. Actuaron con violencia. Los hombres no podían salir a la calle porque corrían el peligro de ser tiroteados o secuestrados. Al final, fueron las mujeres quienes rodearon a los combatientes y los echaron del pueblo. Me gustaría decirle a la comunidad internacional que tenga fe en las mujeres sirias. Podemos lograrlo todo‘.

Jenny Enarsson, asesora en temas de género en la respuesta humanitaria de Oxfam en Siria