Se nos ve el plumero Se nos ve el plumero

"La libertad produce monstruos, pero la falta de libertad produce infinitamente más monstruos"

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Mi vida (y milagros) en Periodista Digital. ¡Qué peligro!

Hoy me encontré de sopetón con el grandísimo Vicente del Bosque. Y me sentí tan emocionado como un niño en presencia de Aquiles.

Poster firmado por del Bosque en "La Raqueta"

Poster firmado por del Bosque en «La Raqueta»

 

Ante tamaña provocación, no tuve más remedio que pedirle un autógrafo para presumir, ante mis hijos y mis viejos colegas de 20 minutos,.de que le había visto y tocado, personalmente,

Ni corto ni perezoso, agarré un poster de los campeones del mundo y se lo acerqué.

Lo firmó: «Para 20 minutos, con mucho afecto. Vicente del Bosque«. Ahí queda eso. Y tengo documento gráfico.

 

La verdad es que la entrada de nuestro héroe nacional, el hombre que más ha hecho por reconciliarnos con la bandera española actual (sin la gallina de Franco), fue todo un acontecimiento entre los tenistas reunidos en la cafetería de la Ciudad de la Raqueta de Madrid.

JAMS con Vicente del Bosque en La Raqueta

JAMS con Vicente del Bosque en La Raqueta. Al fondo (Dcha), Javier Mtz.,mi profe de tenis.

Su entrada, rodeado de algunos futbolistas, causó un revuelo tremendo. Como si hubiera entrado una top model medio desnuda o George Cloony en calzoncillos.

Recibió el cariño de todos y algunos aplausos. Hoy le ví por primera vez personalmente y la verdad es que las cámaras no engañan: es un tipo simpático y agradable. Una buena persona.

Y, además, humilde. Un campeón del mundo, humilde. No hay más que verle.

¡Bravo por Vicente del Bosque!

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Y ayer se me ocurrió aceptar la invitación de los colegas de Periodista Digital para que les contara mi vida y milagros, ahora que, por fin, no soy nadie. O mejor, como dicen los ingleses, soy un «has been».

Acostumbrado a preguntar durante casi medio siglo, me vi, de pronto, respondiendo a infinidad de preguntas sobre mi vida profesional. El cazador, cazado. Y dije para mi: «¡Qué leches! No tengo ningún compromiso profesional y puedo decir lo que me de la gana».

Y decidí contar la verdad, tal como yo la recuerdo. ¡Qué peligro! Pasen y vean…
Entrevista con el fundador de ’20minutos’

[VÍDEO] Martínez Soler:
“El PP me echó de TVE y Miguel Ángel Rodríguez llamó a todos los periódicos para que no me contrataran”
“Pedrojota Ramírez es un mal periodista que utiliza a los lectores y los manipula”
Periodista Digital / Entrevista: J.F.Lamata, 25 de febrero de 2014 a las 16:05

José Antonio Martínez Soler acaba de jubilarse tras medio siglo de vida dedicada al periodismo en prensa y televisión. Entre las publicaciones que fundó destacan las revistas Cambio16 y Doblón en la Transición o el primer periódico gratuito 20minutos en el año 2000, obra de la se muestra muy orgulloso.

En su currículum, lamentablemente, también destacará siempre el haber sido co-protagonista de uno de los episodios más oscuros del tardo-franquismo: haber sido secuestrado y torturado por un comando de ‘incontrolados’ de ultraderecha en 1976 que quisieron sonsacarle sus fuentes.

Fragmentos más relevantes de la entrevista con Martínez Soler:

Secuestro y tortura:

Nunca quise saber quiénes eran. Pero formaban parte de los cuerpos de seguridad del Estado, así que se puede hablar de terrorismo de Estado y de que yo fui el primer desaparecido. El artículo que publiqué denunciaba una purga de militares en el Ejército, para poner a otros de la línea más dura. Cuando publicamos eso el director de la Guardia Civil se dio cuenta de que teníamos una fuente dentro, por eso debieron ordenar aquello. Me quemaron la cara, pero sobreviví.

Insisto no quise nunca venganza, ni saber quiénes eran. Ellos estarían a las órdenes de quien fueran, pero me dejaron vivo, igual tengo algo de síndrome de Estocolmo. No tiene sentido la rabia y el odio, esas cosas hay que enterrarlas. No me gusta ir de víctima, hay gente que quiere ser víctima del terrorismo o víctima del franquismo para que sea su profesión en la vida, además lo suelen hacer los que no son directamente víctimas, sino familiares de víctimas. Yo no, por eso nunca hablo de esto, lo escribí una vez por petición de mis hijos. Me quemaron la cara, pero el doctor que me atendió cuando – yo tenía la cara como un monstruo – me dijo ‘qué suerte tiene usted, Martínez Soler, las actrices de Hollywood pagarían millones’, porque las conchas de las pupas se caen y sale piel nueva. Y, en efecto, fijaos que joven estoy.

Fue una problema grave. Cuando te torturan, te ponen una pistola, te hacen un fusilamiento simulado. Cuando llegó ese momento de que iba a disparar y yo pensé que de verdad iba a morir, lo que pensé no fue en mi familia sino ‘mira que morir ahora cuando por fin tengo una parcela’. Estaba ilusionado con la parcela de la que acababa de ser propietario, fíjate, la mente crea refugios.

Despedido de RTVE en 1996:

Cuando yo estaba de corresponsal de TVE en EEUU me dijeron que viniera a Madrid para hacer la entrevista a José María Aznar y Felipe González. Yo no quería hacerlas, estaba en Nueva York, pero los partidos habían dicho que yo era el menos malo.

El PP ganó aquellas elecciones y nada más tomar RTVE con Mónica Ridruejo de directora, la primera decisión fue: Martínez Soler a la calle. Y me despidieron. No me lo podía esperar, dijeron que ‘razones económicas y profesionales’. Y eso que yo producía el doble y a mitad de precio. Ramón Colom se negó a firmar el cese y dimitió para no echarme. Les puse un pleito porque eso iba contra la democracia, porque lo hacían por aquella entrevista.

El director de informativos que me echó era Ernesto Sáenz de Buruaga, que lo llamábamos Ernesto Sáenz de Torquemada por entonces y la Ridruejo, pero a éstos les había dado la orden de Moncloa, Paco Cascos y demás. Salió en toda la prensa. El New York Times sacó un editorial defendiéndome, y aquí en España el ABC me defendió, Anson, como cuando el secuestro de 1976, me defendió. Anson, en eso me quito el sombrero.

Pedrojota no, porque Pedro Jeta en aquel momento estaba con Aznar más que nadie e hizo una campaña feroz.

Pedrojota estaba feliz con mi marcha, pero por otras cosas, en estas rivalidades siempre hay cuestiones personales. Pedrojota creyó que mi mujer fue la que hizo el editorial de New York Times porque trabajó ahí. No, no teníamos ni idea. A lo mejor él si tiene autoridad para cambiar editoriales, pero nosotros no. El Financial Times también salió a mi favor y lo comparó con la tortura: “en España antes un periodista criticaba al Gobierno y lo torturaban, ahora sólo le despiden, hay progresos”.

Se enfadaron tanto que Miguel Ángel Rodríguez se dedicó a llamar a los periódicos a decir que se consideraría un acto hostil contra el Gobierno si un periódico me contrataba. Me lo contaron compañeros que habían recibido esa llamada.

Su enfrentamiento con Mario Conde:

Cuando a mí me nombran director de La Gaceta de los Negocios, inmediatamente se potencian otros diarios económicos. PRISA compró a toda ‘prisa’ Cinco Días; Juan Salas que ya estaba agonizando, montó Economía16.

Iba bien el periódico, era muy bueno, sacamos exclusivas increíbles, como cesiones de créditos, de Botín, de Koplowitz. Pedrojota estaba en ese momento en Diario16 con la ‘Beautifulle’, las exclusivas las sacábamos nosotros, luego se puso en contra, claro.

Mario Conde había presumido que controlaba a La Gaceta de los Negocios. Él estaba en la cumbre, todo el mundo quería ser Mario Conde y todo el mundo le hacía la pelota, Pedrojota y todos le miraban el culo a Mario Conde. Entonces, claro, cuando publicamos que había una rebelión de directivos de La Unión y el Fénix contra Banesto, alguien le debió decir ‘Mario ¿no decías que controlabas a Martínez Soler?’

Se pilló un cabrero de mil demonios. En ese momento era muy soberbio, de mil demonios, ahora lo será menos, porque la cárcel te vuelve humilde digo yo. Llamó al editor le dijo ‘olvídate de ser socio mío’. Esos son los chantajes de la vida, del poder económico contra la prensa. El poder es el herpes de la prensa. Todos los tenemos arriba, pero cuando estás débil el herpes te ataca. En aquel momento él tenía fuerza y atacó.

Luis María Anson:

Anson me dedicó una portada junto a mis compañeros de TVE diciendo que éramos la ‘vergüenza nacional’. Pero le tengo cariño, sus portadas eran graciosas, era cuando lo del ABC auténtico. Eran portadas equivalentes a las de El Mercurio de Pinochet.

Mi madre se preocupó mucho “hijo mío, me han dicho que estás en la portada de ABC”, ¡otro secuestro! Era cuando era director del telediario. Le sigo teniendo cariño a Anson. Él lo hizo para defender su ABC, recuerdo que a Enrique Vázquez le acusó de ser espía del KGB.

Juan Luis Cebrián:

No quiero hacer balance de Juan Luis Cebrián. No me gusta hablar de los colegas. Lo mejor que puedo decir de él, es que ya que me contrató, pues eso demuestra que es inteligente. Lo que hay que tener claro es que Juan Luis Cebrián nunca ha dejado de ser director de El País. Quizá dejó de serlo cuando fue director Estefanía, que es el único que decía algo, porque tenía ‘autoritas’. Los otros son buena gente, pero el trato de Cebrián con ellos es de director (él). Habrá que ver si Antonio Caño quiere ejercer de director o no, pero si quiere ejercer de director, chocará con Cebrián en pocos años.

Con Cebrián aguanté, me fui tres veces y volvía. Y él me decía “si te vas, no vuelves”, pero luego me tenía que volver a contratar.

Pedrojota Ramírez:

Pobre Pedrojota, que mal lo debe estar pasando. Es un tipo muy interesante. Es de Shakespeare, sube a los cielos y baja a los infiernos. Es un gran político, pero un mal periodista. Publica cosas, no es que mienta, pero exagera, utiliza a los lectores y los manipula. Con él de director no aguantaría ni tres días.

Es muy político, puede hacer carrera política y ganar al PP. Podría ser un Mussollini español, que empezó de periodista y acabó político. Pedrojota Ramírez puede perfectamente acabar siendo jefe del Gobierno, el que nos falta para liderar un proyecto populista. ¡Ojo con él! Que tiene más peligro que una caja de bombas.

20minutos:

Desde los años sesenta le estaba dando vueltas a un periódico que viviera sólo de la publicidad y no de las ventas. Internet y todos los avances técnicos me permitieron poner en marcha el proyecto. 20minutos nació realmente en el 2000, aunque fue fundado en 1999 en el sótano de mi casa. Contratamos a Arsenio Escolar y el resto de gente. He estado al frente 14 años. No está mal…

Es el único gratuito que ha sobrevivido. Y es natural, porque los otros tres gratuitos que salieron no hicieron los deberes. Además, no sabían que se enfrentaban conmigo y con Arsenio, ¿a dónde van? Competir con nosotros es ir a la ruina. Se arruinaron los tres: Qué!, ADN y Metro.

Me he ido voluntariamente porque he cumplido 67 años. Vendí el 20minutos a los noruegos voluntariamente. Me he ido feliz y he estado feliz.

 

El SUT, embrión (con perdón) de la Transición

El SUT nos hizo, quizás, mejores personas y, desde luego, más antifranquistas. Si te dice algo el SUT es que estás jubilado o a punto de estarlo.

Universitarios en un campo de trabajo

Universitarios en un campo de trabajo

Los jóvenes del 15-M, algunas ONGs y quienes sueñan con la regeneración democrática de España podrían encontrar inspiración en la memoria de algunos “sutistas” de los años 50 y 60.

Al cabo de medio siglo, una treintena de ex miembros del SUT (Servicio Universitario del Trabajo), cargados de canas, arrugas, calvas y alguna barriga cervecera, nos hemos reunido en Madrid.

Nos han convocado historiadores de la Universidad de Zaragoza (Miguel A. Ruiz Carnicer, entre ellos) para apoyar una investigación sobre nuestra pequeña/gran historia.

Entre los más ilustres sutistas, ya fallecidos, están el padre Llanos, Manolo Vázquez Montalbán, y Javier Pradera. Entre los vivos: Cristina Almeida, Xabier Arzallus, Juan Goytisolo, Pascual Maragall, Víctor Pérez Díaz, Jaime Peñafiel, Nicolás Sartorius, Ramón Tamames, Agustín Maravall, Paco Fernández Marugán, Juan Anlló, etc.

Cartel del SUT

Cartel del SUT

Además del natural ataque de nostalgia y de un cariñoso intercambio de viejos afectos (Teresa García Alba, Antonio Ruiz Va, Consuelo del Canto, Emilio Criado, Alvaro González de Aguilar, Pilar Ruiz Va, Paco Fdz. Marugán, etc.), la reunión ha servido para reflexionar sobre quienes éramos, cual fue la evolución de nuestra conciencia social y qué inquietudes políticas nos movían en el mundo universitario (de 1950 a 1968) en plena dictadura franquista.

En aquellos veranos intensos se produjeron intercambios de experiencias en dos direcciones. El efecto era muy enriquecedor sobre todo para los estudiantes que trabajaban en los campos y enseñaban a leer y escribir a los adultos y vivían en sus casas. Comían (a veces cada día en una casa distinta para repartir el coste) de lo que había en sus pobres casas.

La mezcla de universitarios inquietos con obreros y campesinos, al borde de la miseria y con la rabia contenida, era explosiva. No era, pues, de extrañar que los gobernadores civiles y jefes provinciales del Movimiento y el propio Ministerio de la Gobernación escribieran «mensajes urgentes del SUT» a la dirección del SEU en Madrid.

"Informe urgente del SUT" del Ministerio de la Gobernación al Cmisario del SEU (1967)

«Informe urgente del SUT» del Ministerio de la Gobernación al Comisario del SEU (1967)

Por eso, de vez en cuando, las autoridades del franquismo abrían y cerraban cíclicamente las actividades del SUT, tan contradictorias e incomprensibles para quienes aplicaban la política represiva de la Dictadura.

La letra misma del himno del SUT no deja de ser chocante para los universitarios de hoy, tan abocados al paro o al mileurismo.

Con la música de “Santa Bárbara bendita, tralaralará, tralará, patrona de los mineros…” cantábamos una estrofa que decía “somos universitarios que queremos ser obreros, mira Marusiña, mira, mira, como vengo yo”.

Los historiadores publicarán un libro si les ayudamos en la investigación. Si has sido “sutista” ponte en contacto con ellos. Si conoces a alguno, corre la voz.

Los archivos del SUT, del SEU y del Movimiento fueron indebidamente purgados o quemados. Y es difícil conectar con los miles de universitarios que pasaron voluntariamente sus veranos en cientos de campos de trabajo (minas, fábricas, talleres, granjas, etc.), llevando teatro, cine y enseñando a leer y escribir a miles de analfabetos en las Campañas de Educación Popular de Granada, Jaén, Cáceres, Almería, León, etc.

Con 18 años, estoy preparando un cartel del SUT para captar "sutistas"

Con 18 años, estoy preparando un cartel del SUT para captar «sutistas» en las universidades de toda España.

Recuerdo muy bien, por ejemplo, las actuaciones espectaculares del TEU de la Universidad de Barcelona, montando y desmontando sus escenarios en las plazas de los pueblos de Sierra Morena, Movían tablones enormes bajo un sol de fuego. Al atardecer, como en La Barraca de García Lorca, dejaban boquiabiertos a los vecinos. Aquella explosión de cultura, nunca vista por los serranos, se podía cortar en el aire con un cuchillo.

¿Quienes eran los actores de aquel Teatro Español Universitario que se unieron a la Campaña de Alfabetización del SUT? Para empezar Mario Gas y Enma Cohen. Ahí queda eso. Más que una inicitativa franquista (que se hacía, desde luego, con el dinero del Régimen de Franco) me parecía una herencia milagrosa de las Misiones Pedagógicas de la II República. Por algo, el SUT, aquella válvula de escape del franquismo para canalizar (quizás, controlar) las inquietudes sociales de los jóvenes y mejorar la imagen exterior de la Dictadura, acabó como el rosario de la aurora.

Algunos entraron en el SUT como partidarios del franquismo o católicos de la JOC (Juventud Obrera Católica), con raices falangistas o de Acción Católica, y salieron para engrosar las filas de la FUDE, del FLP, del PC , del PSOE y otras organizaciones políticas de la oposición clandestina. 

Apenas queda rastro oficial de aquellas actividades tan singulares, paternalistas, incluso revolucionarias, protagonizadas por una mezcla incomprensible de falangistas, curas obreros, comunistas, socialistas, democristianos y hasta monjas.

Sentado en mi "equipo móvil" (para cine y charlas en las plazas de los pueblos) con otros sutistas en la Capaña de Alfabetización de Jaén (verano de 1966)

Sentado en mi «equipo móvil» (para dar cine y charlas en las plazas de los pueblos) con otros sutistas en la Campaña de Alfabetización de Jaén (verano de 1966)

Con una combinación excitante de miedo y disimulo, de idealismo e ingenuidad, comenzaban como una catequesis marxista del padre Llanos (ex capellán del Frente de Juventudes) en El Pozo del Tío Raimundo (Vallecas) y, en ocasiones, acababan con huelgas, disturbios y persecuciones de la policía y la Guardia Civil por toda la geografía española.

Sutistas trabjando en una mina-

Sutistas trabajando en una mina.

A más de uno, su paso por el SUT, con su eventual ficha policial, le amargó la mili o le perjudicó en su carrera profesional. Para la mayoría, fue una experiencia que, en buena medida, cambió nuestras vidas. Y nos hizo -perdón por la inmodestia- mejores personas… y más antifranquistas.

El SUT nació en 1950 con su primer campo de trabajo en las minas de oro de Rodalquilar (Almería), en el corazón del Parque Natural del Cabo de Gata-Níjar.

Eduardo Zorita, uno de los fundadores del SUT, fichado por el padre Llanos, dice que fue al primer campo de trabajo en Almería porque “quería ver el mar”. Lo demás vino después.

Me cuenta Emilio Criado que Pedro Bermejo, uno de los dos fundadores del SUT, aún vivos, le decía hace un par de días, con un pequeña mezcla de amargura e ilusión, que los que ganamos. como siempre, fuimos nosotros, mientras nuestros amigos y anfitriones temporales (obreros y campesinos) siguieron con sus miserias y sus peleas objetivas.

Conocías la realidad/miseria social y querías cambiarla. Digamos que, con el SUT, al franquismo le salió el tiro por la culata. Viví la Transición muy de cerca (junto a Fernando Abril Martorell) y pude reconocer en aquel proceso de reconciliación y cambio muchos valores del compromiso social que habíamos adquirido conviviendo con obreros y campesinos en los campos de trabajo y las Campañas de Alfabetización el SUT.

No vendría mal dejar alguna huella escrita de aquellas aventuras paternalistas/revolucionarias, idealistas/ingenuas, pero -eso sí-  honradas y solidarias, para las generaciones venideras.  Para eso están los historiadores.

Y si conoces a algún sutista envíale, por favor, el enlace a esta nota. Gracias.

(Continuará…)

Si no hay preguntas…¡nos vamos!

Mis colegas se rebelan, por fin, contra políticos desvergonzados que convocan ruedas de prensa ¡sin preguntas! Fue en Nueva York, contra la ministra muda Ana Mato.

Ana Mato en Nueva York con el representante de España en la ONU.

Ana Mato en Nueva York con el representante de España en la ONU.

Por fin, los dueños y directores de los medios de comunicación no tendrán más remedio que apoyar a sus periodistas (aunque sea de boquilla) cada vez que se levanten y se vayan si los políticos no admiten preguntas.

Es un buen comienzo para la regeneración política (y periodística). Me enteré de la noticia por La Sexta y luego me la confirmaron 20minutos.es y  la sin par Maruja Torres en El País.

Ella lo dice mejor que yo. ¿Para qué repetir?. Copio y pego su columna a continuación. La recomiendo:

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Habla, mudita

Maruja Torres (El País, 7-03-2013)

Cuando cualquier político se niega a contestar preguntas en una rueda de prensa, el bofetón no se lo da únicamente a los informadores. Nos lo propina a todos

«Los periodistas no solo tenemos la obligación de informar a la ciudadanía acerca de lo que ocurre. Somos también la voz de los ciudadanos. Cuando un presidente de Gobierno o un ministro o un director de cualquier departamento, en fin, cuando cualquier político, gobierne o no, se niega a contestar preguntas en una rueda de prensa, el bofetón no se lo da únicamente a los informadores presentes en la sala. Nos lo propina a todos.

Bárcenas, peor aducado que la ministra, responde con una "peineta" a las preguntas de los periodistas.

Bárcenas, peor educado que la ministra, responde con una «peineta» a las preguntas de los periodistas.

Por ello resulta más que encomiable la actitud que, por fin, los corresponsales españoles mantuvieron ante la ministra de Sanidad, Ana Mato, a raíz de su presencia en la inauguración de la 57ª Sesión de la Comisión Jurídica y Social de la Mujer, de Naciones Unidas. Le dieron plantón porque no quería dar respuestas.

Lo que me preocupa es que tuviera que ser en Nueva York en donde los periodistas protestaran. ¿Por qué no antes y en Madrid, o en cualquier localidad española en donde los caballeros y damas del actual Gobierno han ido colocándonos sus burras sin permitir contrapreguntas, ni siquiera preguntas, o manifestándose en forma de vídeo publicitario? ¿Quizá porque aquí nos hemos aborregado y porque allí, en otro ambiente, los periodistas mantienen la integridad profesional y la independencia? Y si esto último es así, ¿es porque allí asisten cada día a la, pese a todo, independencia de los medios más prestigiosos, o porque se encuentran lejos de sus respectivas redacciones y de sus intrigas de poder? ¿O es porque los de allí tienen menos miedo?

Esta pésima costumbre antidemocrática del mudismo se inició en 2007, y este mismo periódico la denunció. Con el tiempo, la tendencia se ha acentuado hasta la exasperación. Cinco años después, tenemos una reacción: en la ciudad que nunca duerme, no en una de las nuestras, tan amodorradas, periodísticamente hablando.»

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¡Bravo, Maruja! No te jubiles nunca.

Elrich, en El País (11-03-2013)

Elrich, en El País (11-03-2013)

En realidad, Ana Mato (famosa por su mutismo, antes del plantón de Nueva York) es una buena discípula de su jefe, Mariano Rajoy, quien (Bácernas mediante) pone una pared por medio entre los periodistas y él cuando convoca a la prensa para no hablar de los presuntos «sobrecogedores» de su ex tesorero.

No me gusta decir eso de que «cualquier tiempo pasado fue mejor». Ni siquiera para hablar de casos como éste que pueden llevarnos a engaño. Primero, porque no es cierto. Segundo, porque es de mal gusto para los oídos de nuestros jóvenes. Y tercero, porque nos coloca al borde del abuelo cebolleta que cuenta historietas imposibles de comprobar. El pasado nos parece mejor, sencillamente, porque éramos más jóvenes, podíamos hacer más de casi todo y nos quedaba mucha vida por delante.

Los periodistas del final de la Dictadura y de la Transición, que hacíamos preguntas casi temerarias e investigaciones arriesgadas, no éramos más valientes ni más toreros ni más íntegros que los de hoy. Éramos -eso sí- más inexpertos, faltos de experiencia en lo que se refiere a la libertad de expresión (gracias al dictador, general Franco) y lucíamos la audacia de los espontáneos que saltan al ruedo, ante el aplauso del respetable, para que luego se los lleve la Guardia Civil al cuartelillo.

No solo éramos aficionados, inexpertos e incautos los periodistas jóvenes de entonces. También lo eran los primeros políticos demócratas. Estaban aún sin malear, llenos de miedo y -por qué no decirlo- también de puro idealismo. Ambos colectivos estábamos haciendo el mismo camino al andar y tropezábamos juntos en muchos preduscos. Viniendo de una Dictadura pura y dura, ¿qué político de entonces de hubiera atrevido a convocar una rueda de prensa sin preguntas? Se le habría caído el pelo.

Además, el roce semiclandestino que hubo entre políticos y periodistas generó una relación de cierto compadreo (incluso de amistad verdadera, ¡qué peligro!), muy provechosa para acceder a las fuentes de información privilegiadas pero perjudicial para la independencia de los periodístas frente a los políticos. Los dueños y directores de los nuevos medios de información de la época tampoco se habrían atrevido a regañar a sus periodistas si éstos hubieran marchado de una rueda de prensa sin preguntas.

La mayoría de nuevos periodistas, dueños de los medios y políticos éramos más jóvenes, más inexpertos y, en cierto modo, más temerarios. Viniendo de una Dictadura tan terrible como la de Franco, caminábamos unidos hacia la libertad, en especial, la de expresión (tan desconocida desde la II República) que era el primer derecho adquirido por los ex súbditos del dictador recién convertidos en ciudadanos libres.

Bárcenas, discípulo, no solo en peinetas, de José María Aznar.

Bárcenas, discípulo, no solo en peinetas, de José María Aznar.

Han pasado 35 años desde que, el 6 de diciembre de 1978, el pueblo español aprobó la primera Constitución democrática desde el golpe de Estado de Franco en 1936. Treinta y cinco años de Democracia han propiciado, entre muchas bondades y maldades, la emergencia, desarrollo y consolidación de periodistas, directores de medios y políticos profesionales. Sus relaciones son profesionales, no de aficionados. Se gana por un lado y se pierde por otro. Y esto ya es otro cantar.

Hasta el punto que nuestra Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE) se ha visto obligada a hacer lo nunca visto en nuestra Democracia: pedir el fin del «hostigamiento» a los periodistas en España. Acabo de recibir en mi correo el comunicado oficial de la FAPE, lo que me ha incitado a escribir esta nota el blog. Copio y pego:

La FAPE insta a que cese el hostigamiento a los periodistas

MADRID, 11 DE MARZO DE 2013.  La Junta Directiva de la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE), reunida en Madrid para examinar el estado de la profesión, ha constatado el creciente acoso que están sufriendo los periodistas en el ejercicio de su profesión.

La FAPE denuncia que este clima de hostigamiento tiene como objetivo limitar los derechos constitucionales a la libertad de expresión y de información.

La agresión a la periodista Soledad Arroyo, de Antena 3, por los escoltas de la ministra de Sanidad, Ana Mato, y los miembros de seguridad del Reina Sofía, ha sido el último capítulo de una serie de obstáculos a la tarea de los periodistas que venimos observando en las últimas semanas.

Esta agresión se une a las querellas contra medios periodísticos, ruedas de prensa sin derecho a preguntas, la reclusión de los periodistas en salas aisladas para evitar que hagan preguntas, video comunicados y declaraciones en video blogs o en twitter y demás enlaces de sonido y fotos con los que los políticos tratan de convertir la información en propaganda.

También hemos recibido denuncias desde varias Asociaciones de la Prensa acerca de presiones y vetos a los profesionales que publican noticias que los políticos juzgan contrarias a sus intereses particulares.

El ninguneo de los políticos a los periodistas tiene una de sus máximas expresiones en las ruedas de prensa sin derecho a preguntas.

Los periodistas no solo tenemos la obligación de informar a la ciudadaníade los hechos. También debemos ejercer nuestro papel de control de los poderes y este papel se ejerce a través de las preguntas que hacemos en nombre de los ciudadanos.

Esta tarea viene avalada por sentencias del Tribunal Constitucional que atribuye a los medios de comunicación el papel de “intermediario natural” entre la noticia y cuantos no están en condiciones de conocerla directamente.

La FAPE considera que no se puede estar negando sistemáticamente el derecho de los ciudadanos a recibir información veraz y de interés público, sobre todo en aquellos casos en que se ha registrado un uso irregular de los fondos públicos.

Los políticos, como representantes públicos que gestionan los intereses de los ciudadanos, están obligados  a poner en su conocimiento todas sus actividades con absoluta transparencia, y eso se hace a través de los periodistas.

La jurisprudencia constitucional subraya que el derecho a la intimidad personal y familiar se encuentra limitado por las libertades de expresión e información y ello tiene lugar cuando se produce un conflicto entre tales derechos.

La preponderancia del derecho de información sobre el de intimidad se produce cuando los hechos denunciados son de interés público, son veraces y pueden contribuir al debate en una sociedad democrática.

Los periodistas también sabemos que lo que no es veraz, no es información, es otra cosa bien distinta. Nuestro Código Deontológico subraya que el periodista “deberá fundamentar las informaciones que difunda, lo que incluye el deber de contrastar las fuentes y el de dar la oportunidad a la persona afectada de ofrecer su propia versión de los hechos”.

Situar a los periodistas como “culpables” de difundir información veraz y de interés general porque no conviene a los intereses de un determinado partido o de un determinado político, es equivocarse de objetivo, eludir las responsabilidades y hacer un flaco favor a las libertades en nuestro país.

Ante esta situación, la FAPE hace un llamamiento al Gobierno y a todos los representantes públicos para que se comprometan a facilitar la tarea de los periodistas, en lugar de seguir poniendo obstáculos que atentan contra los derechos de los ciudadanos y debilitan la fortaleza de la democracia, de la que la prensa es uno de sus pilares fundamentales.

* La FAPE es la primera organización profesional de periodistas de España con 48 asociaciones federadas y 16  vinculadas que en conjunto representan a más de 20.000 asociados.

MARÍA DE MOLINA, 50. 2ª PLANTA – 28006 MADRID – TELS. 91 360 58 24 – FAX: 91 523 02 56– fape@fape.es

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¡Ahí queda eso!

 

 

 

 

 

Se fue Carrillo cuando más falta nos hacía…

Desde que le conocí personalmente en la clandestinidad, Carrillo me ha parecido un hombre coherente. ¿Se puede decir hoy día algo mejor de un político? Y esos son los hombres que más faltan nos hacen hoy dia en España.

Santiago Carrillo en un mitin

Nunca he sido comunista. Sólo alcancé a ser simpatizante del PSOE, el partido de mis padres, que hoy está tan lejos de la realidad como los demás. A veces, sí, contra la Dictadura (Cambio 16, Doblón, Historia Internacional, Junta Democrática, Platajunta, etc.) fui compañero de viaje de algunos comunistas y socialistas. Y me alegro.

Hoy ha muerto Santiago Carrillo, que fue líder del Partido Comunista en el exilio y en España. Su muerte me ha revuelto muchos recuerdos que es de justicia mencionar en este blog que ya es propio de un abuelo cebolleta camino de la jubilación. A Carrillo, como a Fraga, también le ha llegado el día de las alabanzas.

He empezado por reconocer que, desde que entró en España con su peluca, o sea, desde que le conocí personalmente en la clandestinidad, Santiago Carrillo me ha parecido un político coherente y, por ello, admirable. Equivocado o no, actuaba de acuerdo con sus ideales. Lo comprobé cuando la invasión rusa de Checoslovaquia en el 68. Y cuando alentó el eurocomunismo, lejos de la ominosa dictadura soviética. Y cuando apostó por la Democracia en España. Y, ya en democracia, lo volví a comprobar durante las entrevistas que le hice en televisión o en debates y tertulias.

Carrillo es lo que antes se llamaba un hombre cabal. Me consta que esta expresión ya no está de moda. Más tarde comprobé que también era generoso. Capaz de perdonar. No de olvidar. Por eso, tuvo el valor de renunciar a la bandera tricolor de la II República, por la que tantos españoles dieron su vida en la guerra y otros sufrieron tantas atrocidades durante la postguerra.

Por ayudar a una transición en paz, por el paso de la también ominosa dictadura franquista a la Democracia sin más luchas fratricidas, Carrillo aceptó los colores de la bandera del Franquismo (sin la gallina, eso sí) a pesar de remover, con ello, las tripas de muchos de sus camaradas.

Los franquistas siempre le acusaron y aún le acusan (basta con leer los comentarios on line) de haber participado, como miembro de la Junta de Defensa de Madrid, en ordenar los fusilamientos de Paracuellos en plena Guerra Civil. Carrillo lo negó siempre. Dificil saber lo que ocurrió, de verdad, en plena guerra.

Carrillo y Fraga, dos hombres de la Transición

A todos nos consta que hubo barbaridades, paseillos y crueldades sin límite en los dos bandos de la contienda. Por eso mismo, durante la Transición, y aún ahora, a mi me ha gustado siempre separar muy claramente los acontecimientos bárbaros de la Guerra Civil, por parte de ambos bandos, de los que ocurrieron en la postguerra, durante la larga Dictadura del general Franco, por parte del bando vencedor contra el bando vencido. Son dos mundos muy distintos. Dos violencias muy diferentes. Crímenes incomparables.

Hasta el juez Baltasar Garzón considero que se equivocó al mezclar los crímenes del franquismo durante la guerra y durante la postguerra. Están o deberían estar perdonados (no olvidados) los crímenes de la Guerra Civil de ambos bandos. Lo que falta por revisar son los crímenes de la postguerra, crímenes de Estado, juicios sin garantías, fusilamientos a discrección, torturas, secuestros, delitos contra la humanidad, que aún están pendientes de investigar.

No son comparables, como digo, los crímenes de la guerra con los de la postguerra. Y hombres como Santiago Carrillo lo entendieron muy bien. Gracias a ellos fue posible la Transición.  Aunque ahora, desde la barrera, es fácil decir que la ruptura hubiera sido mejor que la reforma, les debemos enorme gratitud. Gracias a hombres como ellos se hizo la «ruptura pactada» con el pasado. Y los franquistas, algunos de ellos arrepentidos, pudieron salir de sus cuevas sin miedo a ninguna revancha. Por muy merecida que la tuvieran. Gracias a hombres como Santiago Carrillo, no hubo revancha. Ni otra guerra civil.

Por eso le dimos, en 2003, el Premio a la Concordia de la Fundación Abril Martorell. Lo tenía más que merecido. Gracias, Santiago.

Descanse en paz.