Tiene sólo 12 años y ya es un amante del rock. Apunta maneras. Siempre dice que de mayor le encantaría formar una banda, aunque asegura que no tiene madera para aprender a tocar un instrumento. No es del todo cierto. Hace un par de meses, sus padres le regalaron por su cumpleaños el Guitar Hero. En sólo dos semanas ya lo dominaba a la perfección, fruto de tardes enteras ante la tele. Entonces le propuse un trato: le cambiaba durante otras dos semanas el juego por mi guitarra eléctrica, con la única condición de que le dedicase al instrumento las mismas horas que había venido dedicando a la play. Ayer, mientras el juego seguía acumulando polvo en mi salón, concluyó el plazo. Quedamos y me mostró sus progresos. Mis mejores augurios se hicieron realidad: mi primo ya toca media docena de canciones de los Ramones, un par de Green Day y una de los Sex Pistols. Y quiere que le preste la guitarra dos semanas más. Menos mal que tengo otra en casa.
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Green Day ¿Decepción a la vista?
Llevo años manifestando mi pasión por la música de Green Day. Alguna vez me he visto en la olbligación de justificarla: abundan los que piensan que un grupo apesta a partir del instante en que se convierte en una banda de estadio. A veces tienen razón, otras muchas no. Green Day son un buen ejemplo de lo segundo. Dieron el gran salto hace 15 años, cuando reventaron el mercado con «Dookie» despachando quince millones de copias y volviendo a poner de moda el punk en su vertiente más pop y asequible. Y desde entonces han seguido haciendo lo que les ha dado la gana en forma de discos llenos de frescura y grandes canciones. Las tenía el propio «Dookie». Las tenían «Nimrod», «Warning» y «American Idiot» («Insomniac» un poco menos). Y las tenían «1039…» y «Kerlplunk», los discos que publicaron con Lookout antes de convertirse en megaestrellas de la MTV haciendo el mismo estilo que cuando, en plena adolescencia, decidieron montar una banda llamada Sweet Children.
Pero estos días ando con la mosca detrás de la oreja. Recientemente, el trío californiano anunciaba a bombo y platillo el lanzamiento de «21st Century Breakdown» para el próximo 15 de mayo. Primero se filtró una versión no definitiva del tema que da nombre al disco. Le eché un par de escuchas. Ni fu ni fa. A medida que se acercaba la fecha de lanzamiento, la Red se empezó a llenar de tráilers promocionales, temas en Youtube a calidad pésima, (incluído algún fake absurdo) y, finalmente, el esperado y definitivo primer single del disco, «Know your Enemy». Bien. Pues vamos a ver qué tal.
Y llega la decepción. El tema es flojo, muy flojo. Casi autoparódico. Un repaso por todos los recursos fáciles (sobreproducción, riff resultón pero cero inspirado, coros metidos con calzador, melodía insustancial y mucha, mucha pose) y casi ninguna de las virtudes que los han hecho grandes. Eso por no hablar del vídeo, que da hasta un poco de vergüenza ajena, con toda esa pirotecnia tan efectista como innecesaria. Como el disco vaya por estos derroteros, mal vamos. Pero como también es cierto que aún quedan unos días para la fecha en cuestión, les otorgaremos el beneficio de la duda. Es lo mínimo. Y si me he equivocado, será un placer tener que tragarme mis propias palabras…
Y a ti ¿qué te parece el nuevo single de Green Day?