Comienza una nueva gala de ‘La Voz’ con los duelos

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Joder, que risas se tiene que echar el peluquero de Tania Llasera cuando cobra a final de mes por ponerle el pelo a la chiquilla como si hubiera tocado un cuadro de alta tensión mientras metía un pie en un charco…

En fin, que comienzan los duelos. Ya sabéis dos miembros de cada equipo se enfrentan, pero cantando una canción distinta cada uno.

Vamos con el equipo de Rosario.

Marcos eligió «hoy tengo ganas de ti» para su duelo. Ya verás como ahora no coge canciones en inglés más que unos pocos… Marcos está muy motivado. No como Coti, que habla el jodío como si acabara de llegar de labrar un campo a mano.

Ainhoa, del equipo de Orozco (no sé por qué están haciendo estas conexioncitos) estuvo cantando con un cubo en la cabeza. No sabemos muy bien si eso te ayuda a cantar. A fregar sí, porque ya tienes el cubo y sólo te hace falta el mocho.

Ahora vemos uno de los ensayos de Susana (Bisbi), la mujer de los pelos cuyos caminos se entrecruzan hasta que son irreconocibles individualmente. Sí, va a cantar una en inglés y dice que se va a mover por el escenario. Un azucarillo para ella, que no se va a quedar quieta. Dice que va con las garras sacadas. Madre mía, como no la cojan se lía a zarpazos.

También vemos a Mandy (Malú). Mandy se constipó. En lugar de una entrenadora vocal le pusieron una pediatra que le dijo que no sé qué ejercicios le iban a limpiar los moquitos. No le dio vicks vaporub allí mismo de milagro.

Al parecer ahora sí que empieza La Voz con los «asaltos express», que no sabes si van a cantar o te van a meter en un coche para reclamar dinero por tu liberación.

Jesús Vázquez va vestido esta noche de pastorcillo de Belén que va de boda.

Comenzamos con el equipo de Rosario. Sus chavales y chavalas salen al escenario. «El que ponga más corazón será el que se quede», dice ella, que lo mismo piensa que está eligiendo ofertas en una casquería.

Marcos vs Gabriele.

Ya os digo que gana Marcos. Me la juego, fijaos lo que os digo. Entre italianini cantando en guiri y españolito cantando en apañó se quedan con el apañó.

Canta Marcos. Se está desgañitando. Se le arrima a Gabriele justo cuando dice lo que «hoy tengo ganas de ti» y Bisbi se parte el culo de la risa. Que pillín.

Canta Gabriele. Voy a llamar a que le suban el micro, que no se le oye nada. Ya está, ¿véis? le han subido el volumen tras mi llamada.

Los dos se abrazan muy emotivamente aunque en realidad están pensado «ojalá te hubiera dado un pólipo en la garganta, malaje».

Bisbi les felicita porque se le ha puesto la piel de gallina. Lo que no sabe es que eso es porque en el plató hace frío y él se ha dejado un huevo fuera.

Coti les felicita porque les han emocionado. Para eso no hace falta cantar. Sales ahí y les dices: a mi gato le acaba de pillar el camión de la basura. Y ya se emocionan.

Rosario, que va embutida en un vestido color chicle que parece un Boomer elige a Gabriele. Me como mis palabras. Los amigos de Gabriele saltan al escenario como si no hubiera mañana. A mi me han dado miedo.

Rosario se dirige ahora a la familia de Marcos, diciéndole que España entera le quiere. Bueno, España entera menos Rosario, que le ha dejado en la cuneta…

Le toca segar la carrera y las ilusiones de alguien a Orozco.

Jesús Vázquez se ha puesto en plan Mad Max y dice que de los duelos solo puede salir uno. El día menos pensado hacen esto en una jaula de metal y con armas blancas.

Ainhoa vs Leyna.

Leyna se cantará una de Michael Jackson y Ainhoa una de Lady Gaga. Espero que se tomen la molestia de vestir como sus artistas.

Orozco es el coach que susurraba a los concursantes. De hecho, les susurra tanto que no sé ni como leches le oyen los consejos. Yo no sé si quiere guiarles o hipnotizarles para que hagan la gallina.

En mi humilde opinión, Leyna lo ha hecho como el culo. Ainhoa por su parte parece hacerlo mejor, pero como si estuviera cantando un maniquí del Corte Inglés, porque parece que le han clavado los pies al suelo del escenario.

Contraviniendo mi opinión, Bisbal le dice que lo ha hecho muy bien, aunque se le ha ido el tempo y la afinación. O sea, que lo ha hecho como el culo.

Orozco se va a poner a llorar como si tuviera que darle las notas a su padre y le hubieran cateado todas. El caso es que se queda con Ainhoa.

«Yo robé a Leyna», confiesa Orozco. De ahí a que entre la Guardia Civil y se lo lleve al cuartelillo hay unos dos minutos. «Leyna llegará hasta donde quiera llegar», dice Orozco. Sí, bueno, eso siempre y cuando no la echen de un concurso.

Turno para Bisbal. «Sois el equipo soñado», dice Bisbi, que añade «os veo aquí radiantes y brillando», como si le estuviera hablando al Señor Burns después de su sesión de radiación. «Os traigo amooooooor».

Darío vs Susana.

Susana se echó a llorar cuando supo que se efrentaba a Darío, porque se acojonó. Pero luego se animó, porque Bisbi se puso a menear la cadera como jubilado en barra libre de bodorrio mientras ella cantaba. Y eso anima a cualquiera.

Canta Susana. Pues vale. Es como la canción del final de una peli tipo comedia romántica en la que el chico besa a la chica mientras la cámara les rodea y se ve al fondo la estatua de la Libertad.

Canta Darío. Bisbal abre la boca como si se lo quisiera trincar encima del escenario sin anticonceptivos ni nada. Para acabar, Darío hace una serie de grititos de haberse pillado la picha con la cremallera.

«Darío ha cantado en español y gana mucho porque entendemos lo que canta», dice Rosario, que le hablas en inglés y le salen granos.

Bisbi se queda con Darío. «Darío Benítez», dice Bisbi, como si hubiera más Daríos en el escenario. Le ha faltado dar el DNI del muchacho.

Y CAMBIO DE POST. CAMBIOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO.

CAMBIOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO.

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