Qué fue de… Amanda Beard

Como sabéis, los trials son esas competiciones (famosas en Estados Unidos) previas a los Juegos Olímpicos. Una forma muy democrática, pero a veces cruel, de decidir quiénes van a las Olimpiadas. Bien, pues hoy, en Omaha, Nebraska, empiezan los trials de natación de Estados Unidos. En ellos va a competir una heroína olímpica que ha vuelto del semirretiro para volver a reverdecer viejos laureles en Londres. Os presento a Amanda Beard (y sí, es candidata al premio Ay Omá Qué Fue De 2012).

Amanda Ray Beard nació en Newport Beach, California, el 29 de octubre de 1981. Normalmente, os cuento la infancia del personaje en cuestión y luego llegamos a sus logros olímpicos. No es este el caso, ya que los logros olímpicos de Amanda Beard llegaron en su infancia.

Dotada de unas condiciones innatas para la natación, se ganó, con 14 años, el derecho a participar en los Juegos Olímpicos de Atlanta 1996, en su especialidad, la braza.

Con un oro (4×100 estilos) y dos platas (100 y 200 metros braza), Amanda Beard se convirtió en la segunda nadadora más joven en lograr una medalla olímpica. La imagen de una niña, en el podio, abrazada a su osito de peluche, la hizo famosísima.

Continuó su carrera de nadadora y de nuevo participó en los Juegos Olímpicos de Sydney 2000, al tiempo que se matriculó en la Universidad de Arizona. En Sydney no pudo lograr los resultados de cuatro años antes y sólo consiguió un bronce (200 m braza). Siguió manteniendo buenos resultados, como una plata en los Mundiales de piscina corta de 2002, y un oro y una plata en los de piscina larga de 2003.

Llegaron los Juegos de Atenas 2004 y de nuevo triunfó, sumando tres nuevas medallas a su palmarés: 200 m braza (oro), 200 estilos y 4×100 estilos (platas). Estaba en la cima.

Sus éxitos deportivos empezaron a ir aparejados con sus éxitos fuera de la piscina. Empezó a trabajar como modelo, se convirtió en la deportista con más búsquedas en Internet y en un sex-symbol internacional. Le llovían los contratos publicitarios y en 2007 llegó a posar para Playboy desnuda (bueno, es un decir, porque no se ve nada, en las fotos se tapa las zonas estratégicas). Por su fuera poco, logró clasificarse para Pekín 2008, pero con discretos resultados.

Pero en realidad, Amanda Beard no estaba teniendo una vida muy fácil: Se vio superada por su propia fama y tuvo problemas de drogas, alcohol y desórdenes alimentarios… Hasta que conoció a su pareja, el fotógrafo Sacha Brown, con el que en 2009 tuvo una niña llamada Blaise. Decidió retirarse de las piscinas y empezó a dar charlas motivacionales, amén de ser portavoz de PETA (la Asociación por el Trato Ético a los Animales), para los que volvió a posar desnuda (y sí, de nuevo tapándose). Acaba de publicar su autobiografía (con el esclarecedor título En el agua no te pueden ver llorar), en la que cuenta los problemas que os relataba antes y cómo logró salir de esa peligrosa espiral gracias a su marido y a su hija.

Y tan recuperada está, que ha decidido volver a las piscinas y va a intentar, desde hoy, estar en Londres 2012. Habrá que estar atentos para ver si lo consigue…

¡Hasta mañana!

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