Xavi Barroso: «Raquel Meller fue la Rosalía de los años 20: fue portada de Time, rechazó trabajar con Chaplin…»

Xavi Barroso (FOTO: © David F. Rivas)

La convulsa Barcelona de las primeras décadas del siglo XX. El luminoso y colorido artisteo de la avenida del Paralelo en aquellos tiempos. La historia de la artista real Raquel Meller. Estos tres son algunos de los elementos que ha mezclado el debutante Xavi Barroso para su ópera prima La avenida de las ilusiones (Grijalbo, 2020). Una novela que permite viajar al pasado, pero en el que se ven conexiones con el presente: crisis, luchas sociales, la fama, las pandemias…

Charlo con este autor recién llegado proveniente del mundo de la comunicación, sobre esta novela, los hechos reales en los que se basan y su idea de la ficción histórica.

¿Cómo y por qué nació La avenida de las ilusiones?

La avenida de las ilusiones nace por dos motivos: el primero es simple, tenía muchas ganas de escribir una novela y estaba buscando unos temas y una trama que me animaran a liarme la manta a la cabeza. El segundo llegó sin avisar: me crucé con el pasado remoto, glorioso y desconocido de la avenida del Paralelo de Barcelona y entendí que ahí estaba la novela.

Su protagonista Francisca Romero se basa en dos mujeres reales…

Sí, reales, complejas y con vidas increíbles. Una fue Raquel Meller, la Rosalía de los años veinte, una mujer que grabó 400 discos, fue portada de la revista americana Time y que rechazó trabajar con Chaplin. La otra, Elena Jordi, la primera mujer española que construyó un teatro como empresaria y que llegó a dirigir una película de cine.

¿Por qué le interesaba el mundo del espectáculo de aquella época?

Por muchos motivos. Por un lado, porque llegó incluso a competir con Montmartre por la hegemonía del cabaret en Europa y esa realidad se ha olvidado. Luego porque, en treinta años, pasó de ser un espacio de teatro banal y amateur a ofrecer espectáculos profesionales de mucha calidad. La avenida fue una explosión de cultura, teatro, música y golfeo.

Mapa de El Paralelo de Barcelona, para la novela La avenida de las Ilusiones (cedido por GRIJALBO)

Lucha obrera, feminismo, crisis… La España y la Barcelona de los años 10 puede llevar al lector a hacer muchos paralelismos con su presente…

Pues sí, los temas candentes entonces siguen vigentes hoy en día, incluso el catalanismo. Así lo pensaba cuando escribía, pero luego, además, llegó esta pandemia mundial. Durante los primeros días, advertí que estábamos tomando muchas de las medidas que ya se usaron en el 1918 para frenar la gripe española: distancia social, mascarillas, aforo limitados en tiendas y entierros, confinamiento. Esos cien años que nos distancian nos acercan más de lo que nos pensamos.

Dice el tópico que cualquier pasado fue mejor… tras haber ‘vivido’ en la segunda década del siglo XX, ¿viviría allí?

¿La verdad? Iría para hacer turismo, pero creo que la vida entonces era mucho más dura que la nuestra.

¿Escribir una novela sobre Barcelona es un reto? Con todas las grandes novelas ambientadas en esa ciudad que hay…

Es un gran reto pero a la vez una motivación. He creado un personaje protagonista que cuenta su historia en primera persona, y eso me ha llevado a relatar aquella época bajo su prisma. Su subjetividad, espero, me regala cierta distancia con otras novelas.

Ha trabajado como guionista y en el márketing digital, ¿por qué escribe ficción?

Como guionista ya escribía ficción, solo he cambiado el formato. Y, en cierto modo, ¿el marketing no es otro tipo de ficción creada para vender?

¿Cómo se define como escritor?

Pues creo que el camino de un escritor se traza buscando su definición en cada novela, así que animo a los lectores a leer La avenida de las ilusiones para encontrar la mía.

La novela histórica es un género difícil, ¿cómo ha sido su trabajo en esta novela?

En efecto, es difícil pero a la vez motivador, y se aprende mucho. Le he dedicado muchas horas y me ha traído varios quebraderos de cabeza. Aunar historia, trama y evolución de personajes es intenso, pero termina compensado cuando escribes la última oración.

¿Cree que este tipo de novelas enseñan a los lectores historia? ¿Eso añade presión al trabajo de novelista?

Depende de la novela. Creo que el objetivo de una novela histórica no es enseñar historia, sino entretener contando sucesos o realidades del pasado. La novela histórica no deja de ser un espejo del presente desde el que nos vemos reflejados y nos contamos de dónde venimos.

Ahora que el pasado y la historia está tan impregnado de la política y de su agresividad (lo vemos con las estatuas, con el nacionalismo, etc) ¿escribir sobre el pasado es meterse en un campo de minas?

Supongo que depende del tema y del posicionamiento que tomes puede llegar a serlo. Sin embargo, tenemos que diferenciar ficción y realidad: yo no comparto muchas de las cosas que dice o piensa Francisca, la protagonista, pero creo que ella las viviría tal y como yo he escrito y es vital que se cuenten así para componer el retrato de una época. Las minas aparecen cuando algunos lectores o lectoras no diferencian la voz narrativa de las opiniones reales de un autor o autora.

¿Ha venido para quedarse Xavi Barroso en el mundo editorial? ¿Seguirá escribiendo historias ambientadas en el pasado?

Yo seguiré, otra cosa es que me hagan caso. De momento, ya he entregado la segunda novela a Grijalbo y todavía no tenemos fecha de publicación. Mi objetivo es que lleguen muchas más, pero ya se sabe, la vida toma a veces caminos insospechados.

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1 comentario

  1. Me ha gustado mucho la historia, no soy muy fan de Rosalía pero sí de la historia. Gracias.

    04 agosto 2020 | 19:06

Los comentarios están cerrados.