
Un sanitario protegido con guantes y mascarilla traslada un respirador (EUROPA PRESS)
Pedro Gargantilla, profesor Universidad Francisco de Vitoria, Jefe Medicina Interna Hospital de El Escorial (Madrid) y autor de libros como Historia curiosa de la medicina y Enfermedades que cambiaron la Historia (Esfera de los Libros), nos recuerda en el siguiente artículo varios inventos que durante la pandemia de la Covid-19 se nos han hecho fundamentales y repasa su historia.
TRIVIAL | Grandes pandemias de la historia de la humanidad
En estos días hay una serie de inventos que se han hecho absolutamente necesarios en nuestras vidas a raíz de la COVID-19, desde el jabón hasta el gel hidroalcohólico, pasando por el triaje, las mascarillas o los guantes. Recordemos sus inventores y cómo entraron a formar parte de la Historia de la humanidad.
La fórmula del jabón aparece descrita por vez primera en tablillas cuneiformes fechadas hacia el 2.800 a. de C, si bien, no fue hasta bien entrado el siglo XI de nuestra era cuando llegó a la península Ibérica, de mano, como tantas y tantas otras innovaciones, de los árabes.
Rhazes (824-925) fue un erudito, filósofo y médico persa que empleó por vez primera el alcohol (del árabe alkuhl, espíritu) como antiséptico antes, durante y después de una cirugía. Lo hizo en un hospital que ya había en el siglo X en la ciudad de Bagdad y obtenía aquel remedio a partir de la destilación con un alambique.
El triaje es un invento francés, se lo debemos a Dominique-Jean Larrey (1766-1842), un galeno de los ejércitos imperiales napoleónicos que, en 1792, diseñó un sistema para evaluar y clasificar a los soldados heridos en el campo de batalla, en independencia de su graduación. El doctor Larrey intentaba con ello realizar una atención sanitaria con la mayor celeridad posible.
Para conocer la historia de los primeros guantes sanitarios tenemos que esperar hasta finales del siglo diecinueve. Fue en 1889 cuando una enfermera del Hospital Johns Hopkins de Baltimore –Caroline Hampton- que actuaba como asistente de quirófano, comenzó a desarrollar un eczema en sus manos tras entrar en contacto con los líquidos desinfectantes.
El jefe de cirugía, el doctor William S Halsted, que estaba enamorado de ella, envió un molde de sus manos a la Goodyear Rubber Company, que elaboró los primeros guantes térmicos y resistente a los productos químicos. El invento fue tan eficaz que el eccema desapareció de forma casi instantánea, tiempo después el doctor Halsted descubrió que este invento se mostraba mucho más eficaz para controlar las infecciones quirúrgicas que los baños químicos que se usaban hasta aquel momento.
El uso generalizado de la mascarilla apareció a comienzos del siglo XX, con la epidemia de la mal llamada “gripe española”, sin embargo su aparición es mucho más anterior. Hay que echar la vista atrás y remontarnos hasta el siglo XVII cuando Charles de L`Orme (1584-1678) el médico jefe de tres reyes franceses –Enrique IV, Luis XIII y Luis XIV- diseñó la famosa “máscara de la peste”.
Uno de los bastiones en la batalla contra el coronavirus han sido las unidades de cuidados intensivos, una invención del anestesiólogo Peter Safar (1924-2003). Este médico fue un pionero no sólo en el desarrollo de estos servicios médicos sino también en el primer protocolo de reanimación cardiopulmonar.
Parece ser que este tipo de asistencia se probó con éxito por primera vez durante la epidemia de poliomielitis que sacudió la costa este de los Estados Unidos, en la década de los cincuenta del siglo pasado.
En la mía ni han entrado ni entrarán,
30 abril 2020 | 16:30