El rescate de Agripina la menor de Emma Southon

Relieve que muestra a Agripina coronando a su hijo Nerón del Museo de Afrodisias, actual Turquía (FOTO CARLOS DELGADO / WIKIMEDIA)

Es habitual que a las grandes mujeres de la historia, a aquellas que decidieron asumir el poder y lo quisieron hacer al mismo nivel que los varones se las haya tildado de mujeres ambiciosas, lujuriosas, malvadas, intrigantes… Les pasó a las egipcias Hatshepsut y Cleopatra, a la romana Livia o la china Cixí. Es una constante de la historia que, afortunadamente, en los tiempos del #Metoo y el feminismo se intenta, en muchos casos, desmontar. Sin embargo, resulta difícil navegar en esas aguas turbulentas, marcadas por siglos de tradición y de documentos realizados con óptica exclusivamente masculina, donde a veces resulta difícil evitar tanto las manipulaciones heredadas del pasado como las creadas por los deseos presentes.

Un espléndido ejemplo de recuperación y lavado de cara de una estas figuras históricas antes mencionadas ha sido el ensayo Agripina. La primera emperatriz de Roma, de Emma Southon (traducción de Marc Figueras, Pasado&Presente, 2019), que ha llegado este año a España. Southon, doctora en Historia Antigua por la Universidad de Birmingham y podcaster de History is sexy, revisita la figura de Agripina la menor, primera emperatriz de Roma, hermana, sobrina, mujer y madre de emperadores, y otro ejemplo de poderosas mujeres de memoria mancillada.

La propuesta de Southon es valiente: coge las fuentes materiales y testimoniales sobre Agripina y las pone en su justo lugar. Porque si los Tácitos y Suetonios eran personajes machistas y no mostraban ningún entusiasmo por una mujer en el poder (y seguramente menos si era de la familia Julio-Claudia), ¿qué nos dice eso de la visión de villana que dan de ella?

Así pues Southon trata de reinterpretar y presentar ante el lector moderno a la hija de Germánico, a la hermana de Calígula, esposa de  Claudio y madre de Nerón, pero no solamente por sus relaciones con los hombres de poder -que marcaron su vida indiscutiblemente- como la historia tradicional ha relatado, si no también intentado construir su propia imagen. Marcada, sin duda, por los emperadores con los que convivió, pero también como la primera mujer de Roma en ser augusta mientras era esposa del emperador, «la primera que actuó como emperatriz, en el sentido en que lo entendemos hoy».

Porque, en las páginas de este libro, Southon nos muestra a una Agripina audaz, que se creía con toda la legitimidad y formación para gobernar y lo hizo. «Trabajó de un modo incansable», asegura basándose en los textos de Táctio, Dion o Plinio el Viejo. Seguramente ese uso del poder, ese gusto por el mando sería lo que acabaría conduciéndola a su triste final.

Por supuesto, una de las limitaciones de la reinterpretación es que muchos puntos quedan como meras conjeturas plausibles, sacadas de las propias fuentes que critica, pero Southon sabe definirlas, al igual que identifica como deseos o ideas suyas sin demasiada base otras.

Más allá del valor del rescate feminista histórico de Agripina la menor -bien  construido y fundamentado- el otro pilar destacable de esta obra es su brillantez divulgativa. No resulta gratuito citar, junto a su doctorado, que esta autora es podcaster: se nota, es una divulgadora 2.0, heredera de la gran divulgación anglosajona (Mary Beard y compañía) que posee un estilo didáctico y preciso, pero también claro, contemporáneo y con un divertido punto rockero, desafiante y, a veces, hasta agresivo. Si para ilustrar al lector del siglo XXI la política romana tiene que tirar de David Cameron y el asunto del cerdo o del entierro de Lady Di, Southon no duda. Y además, lo sabe hacer sin pervertir la historia, ni convertir su texto en una obra de actualidad basada en la antigua Roma (que a veces pasa a otros autores).

Refrescante, ilustrativa y una muestra más de divulgación de primera categoría. Uno de los títulos imprescindibles de este año.

¡Buenas lecturas!

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1 comentario

  1. Dice ser Caradoc

    A mi también me encantó este libro cuando lo leí hace unos meses. Se aproxima a la Historia de manera coloquial pero sin perder la erudición, manejando las fuentes antiguas y explicando los sesgos machistas y pro-senatoriales de las mismas (estos sesgos hacían ver a los Julio-Claudios como viciosos y egoístas, y a Agripina como la peor de toda la familia). La autora reivindica a Agripina la Menor, pero a la vez reconoce cuando está se portó mal: por ejemplo, no cree las historias extravagantes de incesto, o que fuese una madrastra especialmente cruel con Británico, pero si que reconoce que es más que probable que fuera ella quien, tal y como acusan las fuentes, envenenase a Claudio para dar la sucesión a Nerón. A veces la autora parece demasiado crítica con este último, y tal vez muy indulgente con Calígula, pero a pesar de todo esta biografía es un soplo de aire fresco que aporta luz a la figura de Agripina la Menor, quien probablemente es una de las personas más fascinantes de la Historia Antigua. Hace poco leí «Domina» de Guy De La Bedoyere, y, aunque me gustó y se me hizo ameno, y me gustó cómo trató a algunas mujeres imperiales (Livia, Julia y Mesalina sobre todo) no encontré ese análisis tan minucioso de las fuentes cuando el autor hablaba de Agripina, constantemente me acordaba del libro de Southon y recordaba lo bien que lo había hecho esta última.

    09 julio 2019 | 11:18

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