La tercera defenestración de Praga: un hecho tragicómico que hace 400 años provocó la Guerra de los Treinta años

Grabado que representa la Defenestración de Praga (WIKIPEDIA)

23 de mayo de 1618. Hace justo 400 años. Praga. En el castillo de Hradcanay, en la orilla occidental del río Moldava se produce un tenso debate. La ciudad está gobernada por un consejo de regencia y hasta él han llegado una delegación del imperio Habsburgo con una serie de exigencias. El telón de fondo: la tensión entre la nobleza bohemia, mayoritariamente protestante, por la elección del duque de Estiria, Fernando II, firmemente católico, como rey de Bohemia.

La nobleza rebelde expone en el antiguo Palacio Real de Praga su fuerte discrepancia con los enviados imperiales: «¡Sois vosotros los que habéis conspirado contra vuestro reino! ¡Todo lo que hemos hecho ha sido de acuerdo con los derehchos que nos han asignado, mejor dicho, que son innatos a nosotros! Vuestra gente ahora clama no sólo libertad religiosa, sino también libertada política, y ¿es posible que nosotros continuemos en otra dirección?» (citado del dossier La guerra de los Treinta Años, de Rebelión local a conflicto mundial, revista La aventura de la Historia, nº234).

De las palabras se pasan a los hechos. Los enviados imperiales, Vilém Slavata de Chlum y Jaroslav Borita de Martinitz, junto a su secretario, acaban siendo arrojados por una ventana. Este hecho está cargado de simbolismo: los arrojados son la muestra de los aristócratas católicos fieles al Imperio y entronca con otras dos primeras defenestraciones, ocurridas doscientos años antes, durante las guerras husitas en la misma Praga.

El hecho casi resulta cómico. Ninguno de los tres oficiales reales sufre daño alguno: caen sobre un montón de estiércol y salvan la vida. Para los católicos, un milagro. Los rebeldes, deponen a Fernando, preparan su ejército y piden ayuda internacional para enfrentarse al imperio.

Pese a la apariencia cómica, es un momento trágico. Esta tercera defenestración de Praga es el origen de la Guerra de los Treinta Años: uno de los primeros conflictos globales de la historia que, en sus distintas fases, acabaría involucrando a casi todos los países europeos desde España hasta Suecia, uno de los más sangrientos de Europa que traumatizaría al centro del continente durante generaciones.

En la monumental historia sobre este conflicto en dos volúmenes (el segundo recién salido de la imprenta), probablemente uno de sus mayores especialistas, Peter H. Wilson, recoge una encuesta que en los años 60 mostró que la mayoría de alemanes recordaba el conflicto como el mayor desastre de su historia, por encima de las guerras mundiales. «Las gentes que vivieron durante la Guerra de los Treinta Años sentían que eran testigos del rostro más depravado y bárbaro del ser humano. Esta percepción estaba alentada en la época por las autoridades, que presentaban la guerra como un castigo divino por los pecados del pueblo. De este modo, la guerra caló en la memoria colectiva como algo verdaderamente horrendo que no debía permitirse que volviera a ocurrir, y serviría como referente con el que se compararían los conflictos posteriores», explicaba en este blog Wilson.

[Lee la entrevista completa con el profesor Peter H. Wilson sobre su obra sobre la Guerra de los Treinta Años]

Sobre su escala, el historiador británico aseguraba que su principal novedad fue su «enorme escala»: «Durante la primera década, la guerra rugió en una de cada tres regiones del Imperio al mismo tiempo. Tras la intervención de Suecia en 1630, el conflicto se generalizó por todo el Imperio, donde las coaliciones rivales emplearon varios ejércitos de considerable tamaño simultáneamente. Además, desde 1635 España y Francia estaban librando su propia guerra particular en múltiples frentes, aumentando aún más la escala del conflicto y añadiendo más presión a las instituciones de los estados y a las sociedades».

Para celebrar este cuatro centenario de la defenestración de Praga, Peter H. Wilson está en Madrid donde dará este jueves 24 una charla, a las 19.00 horas, en la Fundación Carlos de Amberes (Claudio Coello 99, Madrid). En el mismo participarán, Eduardo de Mesa Gallego, doctor en Historia y asesor del Comité de Estudios de Historia y Arte del patronato de la Real Diputación de la Fundación Carlos de Amberes, y Javier Gómez Valero, licenciado en Historia y cofundador de Desperta Ferro Ediciones, que plantearán al profesor Wilson preguntas sobre las causas, desarrollo y consecuencias de la Guerra de los Treinta Años y su profunda huella en la historia europea, indeleble cuatrocientos años después.

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