Jairo Junciel (Salamanca, 1982) debuta en el mundo literario con premio bajo el brazo: El guardés del tabaco (Almuzara, 2017), su debut, resultó ganador del premio III Premio de Novela Albert Jovell. En esta novela de capa y espada, este estanquero nos traslada a la España del Siglo de Oro. Hablo con él sobre esta novela, que, tras el éxito inicial, ya apunta a que será la primera de una serie centrada en el personaje de Aníbal Rosanegra.
Leo en su biografía que la novela histórica es su gran pasión… ¿Cómo ha sido la relación de Jairo Junciel con este género?
Me aficioné muy temprano. En casa de mi padre pude disfrutar de una gran biblioteca y las aventuras de Alejandro Dumas, Sabatini, Paul Féval… me atraparon. Además, como decía uno de mis profesores del bachillerato: “la historia es lo que somos en la forma de haber sido”. Salvando las distancias, podemos reconocer las mismas virtudes y defectos de la sociedad actual en el siglo XVIII en el que he ambientado mi novela.
Y ya que es un gran amante y conocedor del género, ¿cómo ve al género a día de hoy?
Lo veo un género que los autores no se atreven a tratar. Exige mucha documentación, mimo, cuidado al detalle y rigor Histórico, es infinitamente más cómodo ambientar una narración en la época actual y salpimentarla con todos los ingredientes básicos de la novela; solo hay que recordar el “boom” de la novela negra nórdica de estos últimos años.
Debuta en la literatura con novela y premio, ¿Cómo se siente?
Entusiasmado y con ganas de seguir escribiendo, qué duda cabe. Si un premio siempre es de agradecer, hay que multiplicar ese agradecimiento por diez, por cien, por mil en el caso de un autor novel. Sherlock Holmes se drogaba para estimular su cerebro; los premios son la droga de los que aún no nos hemos hecho un hueco en el mundo de las letras.
¿Cómo nació El guardés del tabaco?
La musa llegó en el Museo del Prado, concretamente mientras observaba El resguardo de tabacos de Francisco de Goya. Sumemos mi gusto por la historia, mi profesión de estanquero… la decisión fue casi inevitable.
¿Por qué eligió la figura de la Real Fábrica de Tabacos para su novela?
Era inevitable, como ya he dicho, podemos decir que no la elegí yo, sino ella a mí. Al ver los trazos de Goya, la pose de los guardeses, sus armas… me comenzaron a asaltar preguntas acerca de su vida, su día a día… nació una necesidad por relatar aquellas vidas.
Novela histórica de capa y espada en la España del Siglo de Oro, ¿habría sido imposible sin el éxito del Alatriste de Pérez-Reverte?
Don Arturo tuvo mucho valor al publicar Alatriste, nadie concebía un héroe español. Si Alatriste tuvo algo malo es que creó un precedente tan grande que eclipsó a posibles obras. Esto también motivó que autores a los que les gustaba escribir sobre este género decidiesen abordar otros por el miedo a sentirse comparados. Los españoles somos muy sencillos de pensamiento, tendemos a la comparación y a considerarla odiosa a priori. Si una novela habla de un barco hundido piensan automáticamente en el Titanic, si habla del nazismo piensan en Ana Frank, si habla de espadas… Alatriste.
¿Cómo debe ser la capa y espada en el siglo XXI?
Es un género que no puede cambiar, dicho de otro modo; no puede evolucionar. Siempre, claro está, que quieras ser fiel al concepto histórico.
Cuando uno se enfanga en la labor de documentación y el proceso de recrear literariamente un momento histórico, ¿cambia la visión de la historia que tenía?
Cambia en la medida en que te preocupas más de la intrahistoria, de la “microhistoria” y de su influencia en la “macrohistoria”; es famoso el ejemplo que da Montanelli en su Historia de Roma: Augusto estuvo a punto de perder una batalla por una colitis. Vemos además que no solo las guerras eran por motivos religiosos o estrictamente políticos o dinásticos, sino comerciales; que siempre ha habido cobistas y traidores y que esa traición, esa codicia siempre forman el barro sobre el que pisan los pies de los imperios.
Jairo Junciel, ¿seguiremos leyendo novelas históricas suyas? ¿Y protagonizadas por Aníbal Rosanegra?
El tiempo y los lectores lo decidirán, pero en lo que a mí concierne, sí. Le he tomado mucho cariño a Rosanegra y me gustaría seguir narrando sus aventuras, pero no me corresponde a mí decidirlo si la gente le da la espalda a este hijo mío*. Don Camilo lo expresó mejor “La verdad del escritor no coincide con la verdad de quienes reparten el oro”.
*Esta entrevista fue hecha antes de que el propio anunciar que había firmado ya para publicar la segunda novela de este personaje.
Esperemos que la segunda parte sea, al menos, tan buena como la primera.
26 marzo 2018 | 13:44