¿Y si las guerras hubieran contribuido a hacer un mundo más seguro?

Batalla del Somme, Primera Guerra Mundial (GTRES)

Leo con fruición el último libro del historiador británico y catedrático del Universidad de Standford (California, EE UU) Ian Morris, Guerra, ¿para qué sirve? (traducción de Claudia Casanova y Joan Eloi Roca, Ático de los Libros, 2017) donde reflexiona sobre la utilidad de la guerra en el curso de la historia de la humanidad. Morris no sea anda por las ramas y va directo a la yugular y a la polémica: afirma que las guerras de la historia han logrado un mundo más seguro y próspero. Así, sin anestesia.

De primeras, la tesis puede revolver algunos estómagos. Pero Morris es un polemista de primera y un divulgador de nivel altísimo. Sin perder la provocación, utiliza este amplio libro (más de 600 páginas) para recorrer la historia de la guerra desde la prehistoria (incluyendo referencias a los primates) e incluso jugar con el futuro para refutar su tesis. El historiador habla de guerras «productivas» (otras son contraproducentes) que crean grandes estados (Leviatanes que, ojalá, lleguen a poder ejercer como policías mundiales) que logran crear un mundo más estable y seguro.

Su texto es delicioso y mezcla gran cantidad de referencias -como por ejemplo, hablar de la violencia medieval a través de las novelas de Fray Cadfael de Ellis Peters- y disciplinas -en la obra se mezcla biología evolutiva, con estudios militares, arqueología, antropología, estadística, robótica o primatología-. La evolución tecnológica y estratégica que realiza de los conflictos bélicos deleitará a todos los interesados en el tema. Sus anécdotas y explicaciones son efectivas, ilustrativas y responden a lo que debe ser la gran divulgación histórica. Además, rompe con esa visión de que la historia no da para reflexionar, sino solo para memorizar.

A Morris (autor también del exitoso ¿Por qué manda Occidente… por ahora?) hay que leerlo y disfrutarlo. Después reflexionarlo: ¿aceptamos sus tesis? Aunque el historiador se muestre optimista, la única opción que establece de grandes superestados que ejerzan su fuerza disuasoria como policías para hacer un mundo más seguro puede que resulte más escalofriante que luminosa. Todos los argumentos que da en el libro son matizables y discutibles, y el propio autor es consciente de ello. No en vano, él apuesta porque en el futuro la humanidad será capaz de eliminar la guerra, aunque no descarta una versión del futuro más apocalíptica.

También sería objetable que, a pesar del evidente esfuerzo que hace por insertar ejemplos africanos o de Oceanía, su visión parezca estar anclada en una visión ferozmente anglosajona del mundo y de la historia -lo cuál es, en cierta manera, lógico-. O su visión de la Unión Europea, que también puede levantar ampollas, precisamente por qué, quizá, dé en el clavo: «Sin el policía global estadounidense que vela por la paz, la estrategia pacífica de Europa sería imposible», explica, a la vez que afirma que la estrategia de EE UU sería inviable sin la UE, estableciendo un vínculo interesante.

Y aunque no aceptemos sus ideas, hay que reconocer no sólo la buena labor narrativa -al alcance de casi cualquier lector- sino el esfuerzo por establecer tendencias en miles de años de historia e incluso décadas en el futuro. Las tesis de Morris son polémicas y pueden resultar sangrientamente pragmáticas o incluso en cierto modo idealistas, pero encuentran cierto respaldo en lo que nos parece decir la historia. Si nada de eso nos seduce, únicamente la narración de la historia de la guerra y su evolución -técnica, política y social- provoca que su lectura merezca sobradamente la pena.

Concluye Morris su obra diciendo: «La guerra ha creado paz y prosperidad en el planeta, tanta, de hecho que casi se ha retirado a sí misma, aunque no del todo. He aquí la última paradoja de esta paradójica historia: si realmente queremos un mundo en que la guerra no sirva absolutamente de nada, debemos aceptar que la guerra todavía tiene un papel que desempeñar en él«. Polémico y para reflexionar.

¡Buenas lecturas!

Puedes seguirme en FacebookTwitter y Goodreads.

Si te ha gustado esta entrada, quizá te interese…

5 comentarios

  1. Dice ser paradoja.

    la guerra es un negocio, invierta un hijo.

    02 diciembre 2017 | 11:44

  2. Dice ser no ha sido un camino fácil

    La evolución humana no es camino de rosas, porqeu venimo sde la barbarie, de una base de ignorancia, de temor a lo desconocido, que desconocido era casi todo. Volcanes, terremotos, vientos fuertes, lluvias, sequías, estrellas fugaces, eclipses, sequías, hambres, pestes…. Imagina a un ser capaz de razonar envuelto en esas pesadillas, rellenando sus oscuridades de conocimiento con superstición, estando desesperados ante sucesos terribles naturales, creaba seguramente unsentimiento de grupo brutal; grupo que cargaba siempre con sus creencias para mantenerse juntos con un instinto de supervivencia muy condicionado al miedo. Si se encontraban dos grupos podía pasar de todo. De los miedos nacían los deseos de que todos fueran como ellos, porque habían padecido y culpabilizados de no sufrir lo mismo como castigo, pues… guerra, invasión, unido a la vanidad, al deseo de poseer más y más… de dominar todo… Un pasado de fronteras, violencia, abusos de poder, ignorancia, enfermedades, terribles desastres sinentender la razón… De todo eso no puede salir nada racionalmente positivo. Bastante ha hecho el ser humano con abrirse paso entre sombras, adquiriendo sabiduría y conocimiento. La evolución no ha sido nada fácil. Menos aún para uan especie capaz de destruirse a sí misma con poder ajeno a su cuerpo. Las armas han lelgado a mantener el temor confrontado, y ese temor ha hecho que las nucleares hicieran reflexionar más antes de dar el paso. Si me atacas lo destruyo todo…. Fue un paso necesario porqeu no fue el humano capaz de derribar esos muros de otra manera, que se puede. Pero el tiempo es así, cada instante es irrepetible, no se puede vover atrás para arreglar mejorar la scosas desde el presente. Eneso juega un importantísimo apel la experiencia y el desarrollo del conocimiento de la smúltiples culturas, para mejorarlas, para cambiar tradiciones, porque el camino a lo racional, a lo positivo, pasa por saber desprenderse de ciertas cadenas que aún mantenemos activas. Los negocios de la guerra son otra cadena a superar. Habrá de buscarse otra meta humana, otro sentido a la existencia, otra concepción de planeta, de vecindad grupal. Si los dineros que se invierten en armamento se dedicaran a vibras buenas, no habría tanto dolor en este planeta vida. Pero para llegar a eso ha de elaborarse una mentalidad abierta, amante de la evolución pacífica, y hay que dotar a los humanos de otras herramientas que le hagan pensar diferente respecto a patrias, culturas, tradiciones… La evolución es un camino creativo incesante, doloroso pero incesante. Y es mejor avanzar por razón de conocimiento y buen corazon que a base de sufrimientos innecesarios, fanáticos, atroces. El espejo en el que se mire una especie digna y racional debe ser de hechos igualmente dignos y fruto de razón positiva.
    Si queremos mejorar el estado de cosas, que se puede si nos ponemos de veras a lograrlo, ese cerco de miedo en el adn se convierta en mano abierta de bienvenida y avance global más sano y sabio.
    Todo tiempo tiene su condicionante de conocimiento y sus capacidades y herramientas para crear nuevos modos de pensar y elaborar proyectos. Hay que aprovechar los avances de cada tiempo y mejorar todas las cosas.

    02 diciembre 2017 | 12:27

  3. Dice ser Victor

    Eres un ser asqueroso. Se nota que te han untado de lo lindo en cada parrafo de tu articulo. Ya que la guerra es tan necesaria como dices, ojalà tu familia vaya una y otra vez a ser despedazados por los delirios de grandeza de 4 ricos bastardos. Mira que he leido sandeces a lo largo de mi vida, pero tu articulo, lo mas infame. Asqueroso

    02 diciembre 2017 | 12:49

  4. Dice ser joseluis241962

    sino hubiera habido guerras ahora el mundo andaria por los 20000 millones de seres humanos, es algo necesario, tambien los animales se matan cuando son muchos para poco territorio.

    02 diciembre 2017 | 20:52

  5. Dice ser Julian Martinez

    El problema no solo es de guerras, es del robo y martirio legal que imponen los gobernantes con su ley al ciudadano de a pie, hoy creando el esclavo tecnológico extendiéndose por todo el planeta con
    multiplex trucos finacieros con hipotecas impagables y eliminando los servicios sociales en general.

    El desbarajuste social que hoy sufre el ciudadano de a pie en España, es debido a la manada de políticos modernos que por los hechos insociables y falta de respeto a los pueblos, esta mas que demostrado que son manadas de chorizos, gastes, corruptos, carteristas robando, cerrando las vidas hasta las generaciones que están por nacer.

    Hoy los corrupto de primera clase, se encuentran escondidos en el PP-SOE que son la misma cosa con sus esquiroles, siendo el bloque fascista de la dictadura franquista, solo les difiere el guión a seguir en los nuevos tiempos tecnológicos unidos por la pasta, gobernando por mas de tres décadas, cubiertos con una Monarquía, de lo mas corrupto de la historia de España, continuando la dictadura franquista en una versión moderna a ordenes del los colegas de fuera, creando múltiples de desbarajuste sociales con mucho confusionismo para que los pueblos en general nadie se entienda.
    Estas manadas de gasteres chorizos, pienso que incluso el dictador Franco, ya los tendría puestos en el purgatorio, aunque son de la misma panda pero hoy mas degenerados.

    Por lo que se aprecia, continuaran gobernando como mínimo por otras mas décadas o siglos, aunque sea en FUNCIONES, a ordenes de sus colegas de fuera, que es donde se protegen como servidores.
    De los Pueblos hoy por obvias rezones se cachondeo y rien con el resultante que la dictadura de Franco, fue un juguete. Esperemos que vengan grandes ciclones barriendo y limpiando la tanta basura que hoy nos invade !!

    04 diciembre 2017 | 00:40

Los comentarios están cerrados.