Cómic histórico | ‘Tiempo al tiempo’, el salto a viñetas de ‘El Ministerio del Tiempo’

Imagen del último episodio emitido en TVE de ‘El Ministerio del Tiempo’.

El Ministerio del Tiempo -que esta noche emite un nuevo capítulo- es una serie que ha logrado algo tan difícil como que se hable de historia en nuestro país gracias a una serie de fuerte componente fantástico. Pocas dudas quedan ya de que, aparte de controversias y maltratos varios, se convertirá en una serie de culto y en un título al que mirarán muchos a la hora de crear ficción en este país a partir de ahora. Otro de los grandes aciertos de esta serie creada por los hermanos Olivares ha sido la de saber mimar su ‘universo’ fuera de la televisión: su estrategia transmedia, sus aplicaciones para seguir los capítulos, su juego de mesa, su novela o, de lo que os hablo hoy, el cómic.

Tiempo al tiempo (historia de Joseba Basalo y El Torres, guion de El Torres y Desiree Breessend, dibujo de Jaime Martínez, color por Sandra Molina y separación de color de Alejandro García Cutillas; Aleta , 2017) se coloca como un capítulo de la serie que hiciera de visagra entre la segunda y tercera temporadas. En su historia, se perciben elementos propios de la segunda tanda de capítulos y se avanzan algún dato e idea de lo que se tratará la tercera.

Arranca la historia con un atentado contra el subsecretario del Ministerio, tras el cual la patrulla tendrá que viajar a la Noche de San Daniel (o Noche del Matadero, en el Madrid de 1865) para capturar a uno de los agresores. La historia funciona -aunque en mi opinión, la narrativa está más engrasada en la tele-, entretiene y logra incluir algunos elementos novedosos y divertidos que concuerdan con el espíritu de la serie: Galdós como agente, la disparatada ‘patrulla fantasma’ de Spínola cuyo uno de sus miembros es el padre del emperador Trajano…

El aspecto gráfico del cómic es interesante, aunque alguna viñeta no me convenciera: suficientemente cercano a la serie para que se hagan reconocibles sus personajes y con la suficiente personalidad propia.

Ideal para los fieles seguidores de esta serie.

Y ya que hablamos de esta ficción me gustaría romper una lanza a favor de la serie, después de que durante el último año hayamos visto algunos ataques furibundos y una actitud poco comprensible de la cadena que la emita a la hora de publicitarla y programarla. El Ministerio del Tiempo no es una serie perfecta, tiene capítulos flojos y decisiones cuestionables. No tiene por qué gustar a todo el mundo, lógicamente. Pero es una serie innovadora, arriesgada, que ha sabido y sabe acercar a todo tipo de espectadores al diálogo con el difícil pasado de este país. No sólo eso, enseña a mirar la historia con ojos críticos y sin los maniqueísmos habituales en España. Ha apostado, además, por intentar ser para todos los públicos sin sacrificar su apuesta, su idea y su espíritu. Ha intentado ser popular, sin rebajarse a ser vulgar. Y eso en un país donde estamos acostumbrados a repetir la fórmula de éxito hasta la extenuación, tiene su mérito.

Parece, por tanto, un producto audiovisual ideal para encarnar los valores que deberían imperar en una cadena de televisión pública (valores, por cierto que contrastan poderosamente con el programa que suele precederla). Como decía al principio, El Ministerio del Tiempo será una ficción de culto, que influirá a espectadores y creadores. Y lo hará para bien. Toca que nos la cuiden.

El Ministerio del Tiempo: Tiempo al tiempo (Aleta-Evolution) by Aleta Ediciones on Scribd

¿Conocíais este cómic? ¿Qué os ha parecido? ¿Y qué opináis de la serie?

¡Buenas lecturas!

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