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Thank you Mario! But our princess is in another castle! Toad (Super Mario Bros.)

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Ya sé Kung Fu

Creo que muy pocos discutirán la afirmación de que los juegos de baile han sido hasta el momento los que mejor han explotado las posibilidades de Kinect. Tanto Dance Central como Just Dance han sabido exprimir al máximo las posibilidades del invento de Microsoft pero, ¿qué otros géneros son susceptibles de triunfar en Kinect? Los deportivos tienen posibilidades de alcanzar la decencia, pero hay otra tendencia que me atrae más: los juegos de lucha.

Como ya dije hace semanas, a Dragon Ball Kinect le veo bastante atractivo y creo que, debido a las similitudes entre las coreografías de lucha y las de baile, puede funcionar bien. Pero en Dragon Ball predomina la fantasía. ¿Qué pasaría si le diésemos a la idea un toque más realista? Lo que pasaría responde al nombre de Kung Fu Superstar, un juego de artes marciales para Kinect que no sé cómo estará pero que en el tráiler de presentación se vende estupendamente.

El proyecto está siendo llevado a cabo por Kinesthetic Games, un pequeño estudio independiente, lo que me da casi más confianza que si se tratase de una gran compañía. Lejos de tratarse de una colección de minijuegos, el título planteará una aventura protagonizada por un joven llamado Danny Cheng cuya vida parece que tendrá más de un paralelismo con el gran Bruce Lee (véase el final del vídeo para apreciarlo).

El jefe del equipo fue desarrollador en Lionhead y está claro que pretende trasladar parte del espíritu creativo de aquel estudio a este nuevo y más pequeño. Las buenas intenciones se aprecian ya en el primer vistazo: movimientos de Kung Fu reales, gran sentido del ritmo y del espectáculo y un feeling que casi incita a decir la famosa frase que Neo pronunció en Matrix (la primera, la buena, la única que realmente existe) y que encabeza este pequeño artículo.

¿Le veis posibilidades a Kung Fu Superstar o se quedará en una nueva Kinet-promesa incumplida?

El efecto Kinect en franquicias clásicas

Hace aproximadamente un año y medio, cuando Kinect aterrizó en Xbox 360, surgieron en mi fuero interno dos temores: que la consola de Microsoft podría llenarse de jueguecillos casuales de escasa calidad y que muchas franquicias clásicas se reconvirtiesen, casi siempre a peor, para aprovechar el tirón del nuevo invento.

El primero de mis miedos se ha cumplido con bastante exactitud. Es cierto que hay títulos decentes que aprovechan bien las posibilidades de control de Kinect, especialmente los de baile, pero abundan los títulos que recurren a fórmulas facilonas y no por ello siempre precisas y efectivas.

Más interesante me parece el segundo punto, que ha dado lugar a resultados de lo más dispar. Pese a que la tecnología de Kinect es impresionante y hace soñar con un futuro cercano de ciencia ficción, tal y como está planteado ahora mismo hace complicada su aplicación a ciertos géneros. Ni siquiera ligarlo a una franquicia de renombre o incluso a buenas ideas es garantía de obtener un resultado sobresaliente.

Kinect es como el elemento altamente voluble que se le añade a una fórmula muy prometedora desconfiando siempre del resultado, que podría convertir el plomo en oro pero que habitualmente acaba en explosiones de esas que le dejan a uno la cara negra, los pelos de punta y le convierten en el Dhalsim de Street Fighter The Movie.

En los últimos días hemos leído varias noticias que corroboran lo complicado que es darle consistencia a una marca conocida mezclada con Kinect. El caso más sonado es el de Kinect Star Wars. Dejando a un lado los bailecitos que tanto critiqué hace poco y que he aprendido a aceptar como una curiosidad más, el juego no acaba de funcionar como los mejor pensantes esperaban cuando se anunció: el control de la espada no es bueno, la dificultad es baja y reduce en exceso la épica de la mitología galáctica que hace eones elaboró el George Lucas de una dimensión paralela.

Tengo que admitir que me he reconciliado en buena medida con Kinect Star Wars. Las fases de carreras responden mejor que cualquiera de los juegos de velocidad que han salido para Kinect, el uso de la fuerza mola, la banda sonora es la del maestro John Williams y en general puede decirse que es un título divertido, sobre todo e irónicamente para aquellos que no son muy fans de la odisea galáctica.

Otro caso que merece la pena destacar es el de Fable: The Journey, un título marcado por la negatividad de los jugadores desde que se mostró por primera vez. La primera demo hacía pensar que el juego no sería más que una aventura de acción sobre raíles. Peter Molyneux no tardó en desmentirlo, pero las malas vibraciones continuaron: ¿por qué convertir una franquicia clásica del universo hardcore gamer en un producto para jugadores ocasionales?

Los desarrolladores quisieron calmar los ánimos diciendo que este Fable será para jugones, pero las críticas hacen daño y no pudieron evitar defenderse: «Es injusto que el juego esté recibiendo tantos palos. Se ve muy bien, pero lo que estamos intentando es realmente difícil: meter un mecanismo de control complicado en un juego hardcore. Eso sí, creo que al final haremos un gran trabajo», decía Simon Carter, uno de los responsables de la marca. La defensa fue tan apasionada que habrá que darles un voto de confianza.

Más misterioso es el caso del rumoreado Gears of War para Kinect, cuya existencia se confirmó para anunciar su cancelación. El propio Cliff Bleszinski, creador de la saga, fue el encargado de dar la noticia:  «Gears of War: Exile era un juego que estaba sin anunciar, del que no puedo dar detalles, que ha sido cancelado». Los rumores que venían sonando desde hace meses hablaban de un juego de acción sobre raíles. Al menos no íbamos a ver a Marcus Fenix bailando el YMCA pero creo que a Kinect le falta algo de precisión para albergar un shooter decente.

El último casi es bien reciente: Dragon Ball Z para Kinect. Según lo leí se me vino a la cabeza la misma broma del baile de YMCA pero protagonizado por Goku, Vegeta y Piccolo. Después de ver las imágenes del juego, he de tragarme mis palabras. No me disgusta la idea. Los combates de Dragon Ball Z en realidad no difieren mucho del concepto de baile, consisten en coreografías en las que se realizan curiosos movimientos de brazos y piernas. Es precisamente eso en lo que consistirá el juego. En vez de imitar los movimientos de cadera de Tony Manero, tendremos que emular las poses de los Saiyans a la hora de lanzar Kame Hame Has y Final Flashes. Este DBZ se ha convertido de repente en el juego de Kinect que más curiosidad me produce.

¿Qué os parecen las adaptaciones de conocidas franquicias a la mecánica de Kinect?, ¿hay alguna que os llame la atención?

Bailecitos en Kinect Star Wars, vergüenza ajena

Estábamos advertidos. Ya en diciembre sabíamos que Kinect Star Wars no se limitaría a momentos de acción sable láser en mano, ya nos dijeron que habría carreras de vainas y también pruebas de baile al más puro estilo Dance Central.

En aquel momento la idea me pareció una aberración. Después de ver las primeras capturas e imágenes en movimiento, estoy más convencido que nunca de que alguien debería arrebatarle por la fuerza -y por la Fuerza- los derechos de la saga galáctica al senil George Lucas y sus oscuros compinches, criaturas sin la menor conciencia de ese extraño concepto denomiado «buen gusto».

Echando un ojo al texto que escribí hace un par de meses veo que no erré demasiado. Hablé de Leia bailando frente a Jabba y de seductoras Twi’lek en la cantina de Mos Eisley. Salvo lo de la cantina, lo clavé. Pero hay más, hay más y mucho peor. ¿Una versión del Tu vuò fà l’americano?, ¿tropas imperiales bailando el YMCA? No quiero imaginar las canciones que completan el repertorio. Y, ¡por Zeus!, ¿¡habéis visto la captura de C3PO en pleno roborgasmo danzarín!?

Muy bien, Georgy, tú creaste esto y entiendo que quieras hacer con tus criaturas lo que te salga de los midiclorianos, pero en el momento en el que Star Wars se convirtió en imaginería de los siglos XX y XXI y pasó a formar parte de la cultura pop, el momento en el que sus mundos y personajes sobrepasaron el fenómeno comercial para convertirse en algo más, tu creación dejó de ser solo tuya y comenzó a ser también un poquito de todos y cada uno de nosotros, niños grandes con sueños de Padawan.

Vale, George, yo no poseo acciones de Lucasfilm e imagino que no soy el único, así que no espero que me consultes cada vez que te plazca hacer un puñetero cambio en el color de las espaditas de luz, sustituir una reliquia física por un ‘moñeco’ virtual o conceder licencias para la creación de aberraciones interactivas varias, pero no estaría de más que pensases en mí, en mí y en los millones de fans que antaño te veían como un venerable maestro Jedi y que ahora piensan que has perdido más tornillos que el bueno de Stan Lee (otra reliquia física que tú no dudarías en sustituir por un androide de protocolo cualquiera, no me cabe duda).

¿Cómo es posible que la franquicia se haya dispersado, distorsionado y corrompido hasta este extremo?, ¿no hay nadie que lo controle?, ¿no se llevan a cabo exhaustivos procedimientos de evaluación que garanticen una calidad mínima y un respeto por la imagen de marca? A la vista de lo acontecido y de lo que está por acontecer, es obvio que la respuesta a estas preguntas es «NO».

Solo las amenazas de agresión física que conllevó la creación de ese engendro llamado Jar Jar Binks hicieron que Lucas cediese un poco a las presiones del lobby friki. Tal vez sea hora de que volvamos a hacer algo al respecto: saltemos todos a la vez para mover la Tierra, prometámosle a Mark Hamill una tercera trilogía producida por fans (él interpretaría tanto al héroe, un envejecido Luke Skywalker, como al villano, un Joker en versión Sith), reunamos fondos y contratemos a Amanda Lucas para que inmovilice a su padre… ¡Hagamos algo!

Si no hacemos nada, pronto veremos un Dance Star Wars. Yo lo sé, vosotros lo sabéis. Porque recordad: Así es como muere la democracia, con un sonoro baile de Lady Gaga.

Pixar vuelve al terreno de juego con Kinect

La relación de Pixar con los videojuegos no es precisamente reciente. Me siento viejo solo con pensarlo pero lo cierto es que ya la primera película de Toy Story tuvo una adaptación a consola. Se trataba de una fantástica aventura de plataformas, con graficazos renderizados, desarrollada por Traveller’s Tales para Mega Drive, Super Nintendo y PC.

Aquello fue en 1996. Más de 15 años después, creo que ninguna de las soberbias producciones que Pixar nos ha regalado año tras año, ha vuelto a contar con un juego a la altura. Obras maestras como Monstruos S.A., Ratatouille, Wall-E o Up se han tenido que conformar con adaptaciones aceptables pero nunca sobresalientes.

La última intentona por explotar estas franquicias de oro se llama Kinect Rush: A Disney Pixar Adventure. El título dice bastante de lo que nos vamos a encontrar: una aventura para Xbox 360 basada en conocidas franquicias de la productora y centrada en el uso de Kinect. El pasado viernes, Microsoft realizó una presentación en la que pudimos ver un avance bastante pulido de cómo será el juego final.

Kinect Rush se beneficiará del potencial de cinco largometrajes de Pixar, a saber, Ratatouille, Los Increíbles, Toy Story 3, Cars y Up!. Con David Dedeine, director creativo de Asobo Estudio, y Jay Ward, uno de los creadores de Cars, como guías de lujo, pudimos ver un pequeño avance de cada uno de los universos salvo del de Up!, no presente en la demo.

El argumento elegido para dar coherencia a todo el conjunto me parece de lo más inteligente. En realidad, las aventuras de Kinect Rush no son más que los juegos de unos niños que se imaginan compartiendo hazañas con Buzz y Woody, Remy, Rayo McQueen y el resto de personajes de las películas.

Para añadirle aún más gracia y sentido al título, nada más comenzar se nos invita a utilizar la tecnología de escaneo de Kinect para «pixarizar» al jugador y convertirlo en un niño, un superhéroe, una rata, un robot de jueguete y un coche según el nivel que juguemos. El parecido del personaje con el jugador no es destacable, pero sí que capta bien los colores y los aplica con acierto a todas las posibles transformaciones.

Una vez puestos a movernos, predomina el desarrollo de plataformas y exploración. Hemos de caminar, correr, saltar, agarrar objetos y lanzarlos, etcétera. El cambio más significativo en cuanto a mecánica lo aporta Cars, que es una especie de Kinect Joy Ride algo más preciso. Con una factura técnica impecable, un diseño bonito y un detallismo máximo (las voces, por ejemplo, serán las de los actores de las películas), Pixar vuelve a demostrar que lo suyo es la perfección.

Kinect Rush, que verá la luz el próximo 23 de marzo, se presenta como un videojuego ideal para los niños, muy en la línea de los recientes Kinect Disneyland Adventures y Barrio Sésamo: Érase una vez un Monstruo, aunque intuyo que bastante más pulido que ambos en todos los aspectos. Eso sí, le veo una gran pega.

No he podido apreciar al detalle el nivel de precisión de este juego a la hora de detectar los movimientos y trasladarlos a la pantalla. Tampoco sé si el tipo de desarrollo y el sistema de control resultarán o no agotadores a los pocos minutos de juego. Ninguno de estos puntos me preocupa en extremo. Mi gran pega es la falta de ambición de Pixar y Microsoft. ¿No era posible realizar un videojuego pensado de verdad para todos los públicos?, ¿no podrían haber hecho algo de calidad excelente que pudiesen disfrutar tanto pequeños como mayores? No es ningún disparate. Es posible hacer cosas así, los juegos de Mario son un ejemplo, ¡las propias películas de Pixar son un ejemplo!

Los pequeños se lo pasarán en grande con Kinect Rush, yo me vuelvo con el Toy Story de 1996 #soyviejuno

Que la Fuerza (del baile) te acompañe

Lo mismo me da que hablemos de Wii, de PS Move o de Kinect, a estas alturas tiendo a no fiarme mucho de los sistemas de detección de movimiento. Uno de los juegos a priori más atractivos de entre todos los que aprovechan esta tecnología tan de moda es (¿era?) Kinect Star Wars. Sin embargo, ya desde el primer momento, el título daba lugar a dudas.

En el pasado E3 pudimos ver cómo un chaval se esforzaba en hacer coincidir sus movimientos con los de un vídeo pregrabado del juego. Es cierto que las presentaciones muchas veces no hacen justicia a los juegos, pero también se da el caso contrario. Sea como fuere, a mí se me vinieron un poco abajo las esperanzas.

Existen ciertos problemas que no son fáciles de solventar en un título como Kinect Star Wars. Para resultar espectacular y satisfactorio (para los usuarios de Kinect y sobre todo para los fans de la franquicia) tendría que responder con gran precisión a un control de movimientos veloces. Puesto que no es posible conseguir una relación 1:1 perfecta en la detección, lo más probable es que se recurra a la simplificación de las mecánicas.

Este punto no es más que una hipótesis. Tal vez los desarrolladores han encontrado la fórmula perfecta para exprimir las posibilidades de Kinect en un videojuego de perfil hardcore. Permitidme que lo dude, tanto el hallazgo de la técnica secreta como que el juego vaya a ser hardcore.

Otra dificultad importante de Kinect Star Wars es cómo se resolverán los momentos de desplazamiento. Las dos posibilidades obvias son el avance automático por raíles (aburrido, aunque fiable y, al parecer, el que se ha elegido en la mayor parte de las situaciones) y un control similar al de Kinect Disneyland Adventures, que tiene un pase cuando eres un niño que se pasea por un parque de atracciones sin prisa pero que puede resultar desquiciante en momentos de acción.

Las últimas noticias sobre el juego kinéctico de los Jedi avalan mis temores de que en realidad estamos ante una nueva colección de minijuegos pero ambientada en el carísimo universo de La Guerra de las Galaxias. La prueba: ¡habrá retos de baile! No, no es broma.

Según la descripción oficial del juego «los jugadores usarán sus movimientos para realizar actividades que incluyen torneos de danza, carreras de vainas y duelos Jedi. […] En el minijuego de baile algunos personajes femeninos realizan sugerentes movimientos (por ejemplo meneando sus caderas y traseros) y visten trajes muy provocativos (con el escote y el trasero parcialmente descubiertos)».

Lo que to deduzco de esto es que tendremos fases de combate semiautomáticas, momentos de conducción de vehículos y bestias, con un control parecido al de Kinect Joy Ride y similares, y pruebas de baile (¿Leia bailando ante Jabba?, ¿seductoras Twi’lek en la cantina de Mos Eisley?). No sé hasta qué punto les hará gracia a los fans de Star Wars ponerse a bailar en plan sexy y afeminado entre asesinato y asesinato de Sith. Resulta inquietante, aunque por otro lado no hay mecánica que se adapte mejor a Kinect que los juegos de baile. Eso es innegable.

¿Qué os parece la inclusión de minijuegos de baile en Kinect Star Wars?, ¿qué expectativas tenéis sobre este juego?

PS Move antes que Kinect

Tengo muy claro que Kinect es una tecnología mucho más revolucionaria que la de PlayStation Move, es más nueva, es original y supone el primer paso para un cercano futuro de ciencia ficción. Aún no es la maravilla que muchos imaginamos cuando se dio a conocer como Project Natal en el E3 de 2009, pero estoy convencido de que no tardará en serlo.

Sin embargo, a día de hoy, de cara a las navidades y comparando el catálogo de Kinect y PS Move (muy casual en ambos casos), me quedo con la propuesta de Sony. Existen varios motivos para ello. El principal es logístico, en casa no tengo espacio para jugar con Kinect. Tendría que subirme en el sofá y pegarme a la pared. Por supuesto, ni con esas podría usarse el multijugador.

El segundo motivo de peso para que elija PS Move en vez de Kinect es, paradójicamente, la propia originalidad del invento de Microsoft. La idea es tan nueva que ninguna compañía ha sabido aún sacarle todo el partido. La inmensa mayoría de títulos se quedan en el baile y en minijuegos que además suelen ser bastante limitados.

En este punto, el hecho de que PlayStation Move no sea más que una copia muy mejorada del mando de Wii es una ventaja. Los desarrolladores saben con qué están trabajando, es un concepto conocido y en muchos casos ya tienen experiencia previa. Eso da lugar a juegos más sólidos y con un control más preciso que los que aparecen en Kinect.

Para ser justo he de decir que, salvo honrosas excepciones, la detección de movimiento en PlayStation 3 también nada en bailes, deportes y minijuegos, pero al menos no necesitas una casa estilo yankee para jugar. Entre los últimos juegos que se han lanzado para Move se encuentran Start the Party: Save the World, Move Fitness, Eyepet & Friends, DanceStar Party, Carnival Island, After Hours Athletes y los que en mi opinión son los más interesantes: Little Big Planet 2: Move Pack, Move Mind Benders y Medieval Moves.

Cualquier otro año, la elección social por excelencia habría sido la Wii, pero esta vez la blanquita de Nintendo está reservada en exclusiva para Link y Zelda. La fiesta de este año es con PS3. Kinect, cuando vaya a visitar a amigos con casas más grandes que la mía.

¿Vosotros qué plataforma preferís para los momentos casual?

Kinect sigue en su línea familiar

Aunque muchos teníamos la esperanza de que Kinect fuese dando un pequeño giro en su catálogo para complacer al público hardcore, lo cierto es que, justo cuando se cumple un año del lanzamiento del exitoso invento, la línea de juegos no parece diferir mucho de lo que veíamos hace doce meses.

Entre los últimos títulos destacados de la propia Microsoft para Kinect se encuentran Dance Central 2, Kinect Sports: Season Two y un nuevo Kinectimals. El primero de ellos trae nuevos temas y un diseño gráfico mucho más cuidado que su predecesor, probablemente el juego que mejor explota las capacidades de Kinect. Al fin y al cabo, el genero de baile encaja muy bien con las características del periférico.

En cuanto a la segunda parte de Kinect Sports, poco que decir. Desde que vio la luz Wii Sports quedó claro  que los minijuegos deportivos encajan bien con los conceptos «detección de movimientos», «familia» y «diversión multijugador». En este caso encontramos fútbol americano, béisbol, dardos, esquí y los omnipresentes tenis y golf. El nuevo Kinectimals, en vez de ir acompañado de un «2», está subtitulado «¡Ahora con osos!» (se ve que los plantígrados están de moda).

Reconozco que, si tuviera espacio en mi salón, lo mismo me pondría a bailotear un poco con Dance Central 2 (o con Just Dance 3, que también ha salido hace poco), pero en general no encuentro atractivo en el catálogo de Kinect. Los juegos que más me llaman la atención aún no los he probado: uno es The Gunstringer y el otro Barrio Sésamo: Ërase una vez un monstruo. También me llama la atención, aunque por otros motivos, el juego de Michael Phelps. ¿Hay que meter Kinect en la bañera para jugar o hace falta tener una ‘pisci’ en la ‘urba’?

The Gunstringer es un título de Twisted Pixel, un estudio adquirido recientemente por Microsoft y conocido sobre todo por ser los creadores de Splosion Man. El juego, recomendado un amigo de cuyo criterio me fío bastante, nos convierte en un titiritero que debe controlar una marioneta y ayudarla a afrontar los peligros del Salvaje Oeste. Se trata de uno de los juegos menos casual de Kinect, si no el que menos.

El juego de Barrio Sésamo también me motiva. Tal vez sea por el hecho de pertenecer a una generación que creció con Gustavo, Coco, Epi y Blas, Triqui y compañía, pero el caso es que me da buen rollo. Si tuviera hijos o si tuviera sobrinos/as o hermanos/as pequeños con Xbox 360 y Kinect, se lo regalaría. Aunque hay algo que me escama: salió a la venta el pasado 14 de octubre y apenas hay referencias, análisis y comentarios sobre el juego. Es más, ¿en qué idioma están las voces? He sido incapaz de encontrar este dato que me parece fundamental dado su público objetivo.

En cualquier caso, por notable que sea The Gunstringer, por mucho que Barrio Sésamo esté  en español o en mandarín, por muy bien que Dance Central detecte los movimientos de los jugadores, la conclusión es la misma: Kinect ha heredado la filosofía de la Wii con todas sus consecuencias.

E3 2011: Reimpulsando Kinect en la 360

Microsoft sigue confiando en el potencial de su invento y así lo demostrará en su conferencia del E3 de Los Ángeles, donde recurrirá a un aval con mucha Fuerza: Star Wars Kinect. Este juego, que levantó pasiones cuando fue desvelado, focaliza el entusiasmo de miles de jugadores que aún confían en que Kinect es sólo un invento para juegos familiares de corte simplón. Reconozco que el título me llama la atención pero, hasta que no vea cómo se juega, no me fío.

Uno de los rumores más insistentes, y yo creo que también uno de los que mayor credibilidad tienen, gira en torno a la presentación del soporte de tecnología 3D para Xbox 360. A estas alturas de la película yo lo daría casi por hecho. En cuanto a juegos nos vamos a encontrar con dos grandes cabezas de cartel: el largamente esperado Gears of War 3 y un nuevo Halo. Como en el caso de PS3, «la guarnición» se presenta más que suculenta con multiplataformas como Bioshock Infinite, Ninja Gaiden 3, GTA V, Batman: Arkham City, Hitman: Absolution, The Elder Scrolls 5: Skyrim, etcétera.

Kinect, un éxito más arrollador que el del iPad y el iPhone

No puedo negarlo, estoy impresionado. Sabía que Kinect arrancó con mucha fuerza, pero jamás se me pasó por la cabeza que fuese a arrasar como lo ha hecho. El invento de Microsoft ha entrado en el Libro Guinness de los Récords como el dispositivo de electrónica de consumo que más rápido se ha vendido en la historia.

Desde que se lanzó el pasado mes de noviembre se han vendido ya más de 10 millones de dispositivos. El periodo clave fue el de los 60 primeros días, durante los cuales se vendió una media diaria de 133.333 unidades. Gracias a este ritmo frenético de ventas, el antaño conocido como Project Natal ha conseguido superar al iPhone y al iPad, dos de los mayores fenómenos tecnológicos de los últimos años.

Esta victoria sobre los productos de Apple no deja de sorprenderme, sobre todo porque no tengo la sensación de que Kinect haya generado un impacto en la sociedad tan brutal como el iPhone. Además, salvo el tirón prenavideño, el dispositivo está muy desamparado, casi sin juegos ni productos que exploten su potencial. Exactamente lo mismo que le ha pasado a PlayStation Move.

Si Microsoft no se pone las pilas y desarrolla buen software e incentiva a las third parties para que hagan lo propio, el éxito de los sistemas de detección de movimiento de Sony y Microsoft será mil veces más fugaz que el de la Wii. Hasta el momento, han sido los jugones más geeks y no las desarrolladoras los que han buscado formas de sacarle partido a la impresionante tecnología de Kinect.

Un movimiento muy acertado por parte de Microsoft, para intentar mejorar esta situación, es que a partir de primavera ofrecerá las librerías de desarrollo de Kinect gratis, lo que a buen seguro multiplicará el interés del aparato y hará que todos podamos disfrutar de las creaciones ingeniosas gestadas por las manos amateurs más hábiles.

¿Os gusta Kinect?, ¿creéis que es un invento que está siendo bien aprovechado o que necesita explotarse mejor?. ¿le veis potencial?

El año en el que nos levantamos del sofá

Hace ya cinco años que Nintendo, primero con la Nintendo DS y después con la Wii, cambió de forma radical la industria del videojuego. La portátil combinaba el uso de dos pantallas con un control táctil. La máquina de sobremesa proponía dejar a un lado los mandos tradicionales y usar un controlador capaz de detectar el movimiento. Se acababa el estar sentado tranquilamente en el sofá, ahora para jugar era preferible estar de pie, agitando los brazos de un lado para otro (ya fuera para jugar al tenis o para dar espadazos virtuales, entre otras muhas cosas).

Sin embargo, lo que llevó a estas consolas a alcanzar un éxito mundial no fue la tecnología sino un acertado enfoque que conseguió abrir el mercado a un amplísimo público. Hacía tiempo que los videojuegos había dejado de ser cosa de «frikis inadaptados», pero la DS y la Wii los convirtieron en fenómeno social. Potenciando una filosofía que ya existía en títulos como el karaoke SingStar, los juegos con cámara de EyeToy o los Mario Party, Nintendo puso a niñas, abuelos, madres y primos a jugar a los videojuegos.

La Wii fue duramente criticada por la competencia, por algunos desarrolladores de videojuegos y por multitud de jugadores tradicionales (muchos de ellos viejos nintenderos) que consideraban que la escasa potencia de la máquina no estaba a la altura de la nueva generación de consolas. Pero la estrategia comercial pudo más que el poderío gráfico y la Wii se convirtió nada más salir en un producto superventas.

Hasta hace muy poco, las ventas mundiales de la Wii superaban los datos conjuntos de PlayStation 3 y Xbox 360. Aún hoy día, con el negocio algo desgastado por los años, la consola domina con casi un 50% del mercado de sobremesa. Hasta el momento la Wii ha vendido 82,9 millones de unidades (46,7%). El segundo lugar es para Xbox 360, con 49,4 millones de unidades vendidas (27,8%), seguida muy de cerca por PlayStation 3 y sus 45,1 millones de máquinas vendidas (25,4%).

En 2010, las mismas compañías que en otro tiempo decían que la Wii sólo era un juguete para niños, y la descartaban como competencia porque «jugaba en otra liga», quieren un trozo del «pastel» que constituye el mercado de jugadores ocasionales. Para ello han lazado sus propios sistemas de control de movimiento acompañados de sendas campañas de estilo muy familiar, claramente inspiradas en las que Nintendo lleva varios años realizando.

Tanto Sony como Microsoft han querido darle un toque diferenciador a sus respectivos inventos. Lo han conseguido: PlayStation Move para PS3 y Kinect para Xbox 360 han generado a lo largo de 2010 una expectación que llega en estas fechas a su punto álgido. Las compañías confían en que las ventas navideñas de estos productos mitiguen los efectos de una crisis que, aunque menos que en otros sectores, también se ha dejado notar en la industria del videojuego.

Las cartas están echadas (en sentido literal y figurado) y los Reyes Magos ya están en camino.

KINECT

El de Microsoft es quizás el proyecto más ambicioso de los últimos años dentro del sector. En vez de limitarse a crear un nuevo mando capaz de detectar la aceleración, el gigante tecnológico ha apostado por un sistema que capta el movimiento de todo el cuerpo sin necesidad de que el jugador utilice accesorio alguno. De este modo, el control se simplifica al máximo. Basta con realizar un movimiento para que éste se reproduzca en pantalla.

El uso de esta tecnología va más allá de los videojuegos, ya que también permite controlar los menús con el movimiento de las manos, una imagen que evoca a la futurista Minority Report de Steven Spielberg. El famoso director de cine fue precisamente uno de los encargados de desvelar en el E3 de 2009 el entonces llamado Project Natal. Aquel día se generó una expectación colosal que ha desembocado un año y medio después en la venta de más de 2,5 millones de Kinect desde su lanzamiento el 4 de noviembre.

Qué es

Kinect es un dispositivo que incluye dos cámaras, una que mide la profundidad y otra que captura el movimiento y los colores. Cuenta además con un sistema de seguimiento que hace que el aparato «mire» a los jugadores (un máximo de dos) y monitorice hasta 20 articulaciones por cada jugador. Kinect también está equipado con un sistema de reconocimiento de voz que aún no está completamente desarrollado. Se perfeccionará mediante una futura actualización de la Xbox 360. Para que funcione es necesario que haya una distancia de 1,8 metros entre el dispositivo y el jugador. En caso de jugar dos personas, la distancia requerida se amplía a 2,5 metros.

Qué juegos tiene

Entre los primeros títulos que han visto la luz para Kinect, cabe destacar Kinect Adventures y Kinect Sports, que aúnan una serie de minijuegos familiares y deportivos que sirven de carta de presentación de las posibilidades del invento. Con un aire más infantil, Kinectimals recurre al género de las mascotas que tanto éxito tuvo con Nintendogs. El juego invita a los niños a cuidar a su pequeña mascota, un cachorro de tigre, mediante movimientos y comandos de voz. Otro enfoque algo más adulto es el de los juegos de baile y ejercicio físico, representados por lanzamientos como Dance Central, Dance Evolution o Your Shape: Fitness Evolved.

Cómo se vende

El pack básico de Kinect incluye el dispositivo más el videojuego Kinect Adventures por 149,95 euros. Aquellos que aún no posean la consola tienen dos opciones: un paquete con Xbox 360 de 4GB de disco duro, el dispositivo y el juego Kinect Adventures (299,99 euros) o la misma combinación de productos pero con una Xbox 360 de 250 GB (349,95 euros).

PLAYSTATION MOVE

La apuesta de Sony consiste en ofrecer una versión muy mejorada de la fórmula popularizada por la Wii. Consiste en un mando que detecta el movimiento pero con una precisión mucho mayor que la que ofrece la consola de Nintendo. El producto fue presentado en el E3 de 2009, donde quedó eclipsado por el impactante Kinect.

Sin embargo, con el paso de los meses, la tecnología de Sony ha demostrado tener grandes virtudes. En pantalla, el controlador se transforma en un palo de golf, un martillo, una varita mágica, una lupa… que reproducen con total exactitud los movimientos que realizamos. Sony ha empleado una agresiva campaña para promocionar PlayStation Move, poniendo de relieve la imprecisión del Wiimote y asegurando que para jugar es necesario un mando, algo que no posee Kinect.

Qué es

PlayStation Move está formado en realidad por dos mandos inalámbricos y una cámara PlayStation Eye, aunque el mando secundario es prescindible en la mayoría de los casos (prescindible aunque recomendable para que la experiencia sea óptima). El controlador principal, motion controller, tiene forma cilíndrica con una esfera que se ilumina en un extremo. Combina sensores de movimiento avanzados con un giroscopio, un acelerómetro y un sensor de gravedad, además de incluir vibración y numerosos botones. La cámara es la encargada de detectar la posición del mando principal y además posibilita el uso de realidad aumentada. El controlador secundario complementa a su «compañero» añadiendo algunas posibilidades de control tradicional con más botones y un stick analógico.

Qué juegos tiene

Pues que PlayStation Move fue lanzado en septiembre, ya cuenta con un buen número de títulos en su catálogo. Uno de los más recientes es SingStar Dance, una revisión del clásico karaoke en el que ahora además de cantar hay que bailar. Time Crisis es otro clásico, en este caso de disparos, que se adapta a Move convirtiendo el controlador en diversas armas de fuego. En The Fight, los mandos se convierten en los puños de un luchador de peleas callejeras. La ración de minijuegos familiares y deportivos corre a cargo de Sports Champions y Start the Party!

 Cómo se vende

El pack de PlayStation 3 de 325 GB más PlayStation Move se vende por 349,95 euros. Para los que ya poseen la consola se ha puesto a la venta el Starter Pack Move, que contiene un mando de movimiento de PlayStation Move, la cámara Playstation Eye y un disco de demostración con demos jugables por un precio de 59,90 euros. El Move Motion Controller (principal) se vende separado a un precio de 39,95 euros y el Move Subcontroller (secundario) por 29,95 euros.

WIIMOTE

Nintendo llega a 2010 con cinco años de ventaja en el mercado de jugadores ocasionales y cuatro en el área de sistemas de detección de movimiento. La fórmula que ahora intentan explotar Sony y Microsoft, hace tiempo que fue agotada por Nintendo. La compañía nipona está, por tanto, más centrada en otros proyectos, algunos de ellos secretos (son muchos los rumores que giran en torno a la sucesora de la Wii) y otros ya conocidos (como la DS que ofrecerá imágenes en 3D sin necesidad de gafas).

A pesar de esta situación, Nintendo no descuida a los millones de usuarios de su consola de sobremesa y sigue lanzando juegos de corte familiar, como Wii Party, que se benefician de las posibilidades de control de su popular mando inalámbrico. Además, Nintendo ha realizado algunos esfuerzos por actualizar y mejorar la experiencia que ofrece el Wiimote.

Qué es

El mando principal de la Wii cuenta con un sensor que detecta la aceleración a lo largo de tres ejes y otro óptico que determina dónde se está apuntando. Para que funcione, el controlador requiere una barra de sensores con LEDs Infrarrojos. El uso se complementa con un mando secundario, el denominado nunchuck, que también tiene sensor de movimiento y un stick analógico. Con el tiempo se demostró que un único acelerómetro no ofrecía un control suficientemente preciso, por lo que Nintendo lanzó en 2009 el Wii Motion Plus, un accesorio para el Wiimote que añadía tres nuevos sensores de movimiento al dispositivo. Ahora, Nintendo ha decidido añadir esa mejora de serie en sus controladores, que han pasado a llamarse Wii Plus.

Qué juegos tiene

No son muchos los títulos que han aprovechado las mejoras de detección de movimiento del Wii Motion Plus. El más reciente en hacerlo ha sido FlingSmash, un juego de habilidad de desplazamiento lateral elegido para incluirse en un pack junto al mando Wii Plus. Los dos videojuegos que mejor aprovechan esta tecnología son Red Steel 2 y Wii Sports Resort. De cara a futuro, hay muchas expectativas en torno a The Legend of Zelda: Skyward Sword.

Cómo se vende

El mando Wii Plus se incluye de serie en un pack con la consola, un nunckuck y los juegos Wii Sports Resort y Wii Sports por 199,95 euros. Los packs de Wii Plus junto a Wii Sports Resort o FlingSmash cuestan 64,95 euros cada uno. El mando Wii Plus se vende por separado a un precio de 54,95 euros.