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Thank you Mario! But our princess is in another castle! Toad (Super Mario Bros.)

Archivo de marzo, 2015

Toad consigue la aventura que se merecía

Hace más de tres décadas, Nintendo creó un universo repleto de personajes destinados a pasar a la historia de los videojuegos. Mario, Luigi, Bowser y Peach no tardaron en hacerse hueco en la imaginería de cualquier jugador medio. También los Goombas, los Koopa Troopa, Lakitu, Bullet Bill… y el bueno de Toad, fiel sirviente de la princesa.

Sin embargo, mientras que casi todos los personajes principales de la saga han conseguido su momento de gloria, Toad rara vez ha pasado del plano de segundón… hasta ahora, cuando ha logrado convertirse en el protagonista de una originalísima aventura para Wii U, Captain Toad: Treasure Tracker, nacida de ciertos niveles muy alabados de Super Mario 3D World.

Captain-Toad-Treasure-Tracker

Dan ganas de decir que sorprende lo mucho que ha dado de sí la idea secundaria de otro juego, pero lo cierto es que no sorprende, al menos a mí no. Nintendo ha demostrado durante años y años que, pese a sus errores, hay algo en lo que jamás flaquean: el diseño de niveles. Pocas veces he visto yo en compañías que no sean la gran N el mimo y la inteligencia con la que se tratan todas y cada una de las fases (desde las pantallas de Super Mario Bros 3 hasta las mazmorras de Ocarina of Time), siempre llenas de detalles y en las que todo está donde debe estar, sin elementos puestos al azar o sin sentido.

Captain Toad: Treasure Tracker es una oda a ese talento. No es un juego revolucionario, no es una obra maestra que pasará a los anales de la historia, pero sí es un canto al buen gusto. Se trata de una sucesión de pequeños niveles planteados como ingeniosos puzles en los que la finalidad es siempre alcanzar una estrella sin saltar, a pesar de que tenga apariencia de plataformas.

Con esta sencilla premisa, la aventura es capaz de proponernos una infinidad de situaciones diferentes, muchas más de las que uno imagina en un principio. Esto me reconforta y me hace confiar en que aún hay talento en la Nintendo que ya ha dado su brazo a torcer y dará el salto a los dispositivos móviles.

Con este título, aparte de dar un gusto a los nintenderos, la compañía le rinde un merecido homenaje a Toad, la veterana setita de sombrero blanco y lunares rojos que esperaba al final de cada castillo de Super Mario Bros para hacernos ver que allí no estaba Peach, y a todos los demás Toads que han ido apareciendo a lo largo de los años para darle más sentido al nombre del Reino Champiñón.

Yo lo he disfrutado como el niño que era cuando canaltaronja.cat vi a Toad por primera vez.

 

Adam Sandler planea destruir la majestuosidad de los píxeles

Los videojuegos han servido de inspiración para multitud de producciones audiovisuales, algunas muy cutres y otras absolutamente maravillosas. Hace un lustro, Internet fue testigo del nacimiento de una de estas últimas, el cortometraje Pixels. El vídeo, de unos dos minutos y medio de duración, mostraba cómo hordas de criaturas pixeladas de los videojuegos de los 70 y principios de los 80 invadían la ciudad de Nueva York.

La producción, obra de Patrick Jean, era tan buena que no tardó en viralizarse. Llegó a ojos de todo el mundo y a alguien en Columbia Pictures le debió parecer una buena idea hacer un largometraje a partir de la premisa del corto. La semana pasada tuvimos el primer adelanto de la película, del que ya se pueden sacar varias conclusiones.

Dado lo loco de la idea, el planteamiento inicial me parece acertado: los humanos lanzan a principios de los 80 una cápsula del tiempo con ejemplos de la cultura de nuestro planeta. los alienígenas la encuentran pero entienden mal el mensaje, creen que es una declaración de guerra y utilizan esas imágenes como armas.

Es un disparate, sí, pero la premisa no permite nada mucho mejor. Otro acierto, Peter Dinklage. Después, bastantes errores, empezando por Adam Sandler como protagonista. La película tiene mala pinta, tontorrona con chistes facilones y situaciones predecibles. Ni siquiera la estética me acaba de convencer, la del corto me parecía más elegante y de mejor gusto.

pixels movie

Me mola la idea de usar coches especiales como fantasmas para atrapar a Pac-Man y también la frikada de meter ahí a Toru Iwatani, el creador del personaje (qué manía con destripar los chistes en los tráilers, por cierto), pero poco más. Al final, la veremos sólo por el gusto de contemplar un constante homenaje a los grandes clásicos del videojuego en la gran pantalla, pero no espero mucho.

Sorprendentemente, el tráiler se la peli se ha convertido en el más visto de la historia de Sony Pictures.

‘The Order 1886’ y el placer de la crítica descarnada

Cualquiera que haya escrito alguna vez un texto de opinión, aunque sea por puro placer, sabrá que no hay nada más catártico y divertido que escribir una crítica negativa. Es sencillo lucirse —o al menos llamar la atención— a base de improperios, bromas e ingeniosos juegos de palabras. En la era de las redes sociales, ese delicioso pecado ya no es exclusivo de unos pocos. Todos podemos gritar al mundo la magnitud de nuestra indignación.

Si a esto le sumamos el fenómeno hype, las desorbitadas expectativas generadas en torno a un videojuego por parte de la prensa, las compañías y los propios jugadores, obtenemos como resultado una sucesión constante de escandalosas decepciones que acaban transformadas en terabytes de exabruptos. La última víctima de esta realidad ha sido The Order: 1886, vapuleado por las críticas, que no por la crítica exactamente.

The-Order-1886

Con una nota media que oscila entre el 65 y el 70 sobre 100, el que prometía ser uno de los grandes juegos exclusivos de PlayStation 4 ha acabado siendo considerado como uno de los mayores pufos de la temporada, algo bastante injusto.

¿The Order merece críticas? Desde luego. Su escasa duración, la nula rejugabilidad y lo poco interesantes que resultan mecánicas como el sigilo o los abundantes QTE hacen que el juego se aleje mucho del notable o el sobresaliente. Pero, un juego de 70 no es un juego malo. En un examen, un 7 es una nota estupenda, y nadie piensa que una película de 7 deba ir a las estanterías de la serie B.

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Supongo que el problema viene de lejos, de las viejas revistas de videojuegos españolas en las que las notas estaban tan hinchadas que cualquier cosa que bajase del 80 era un truño infumable. Parece que esas impresiones no sólo se mantienen en el mundo digital sino que además se amplifican gracias al poder de difusión de Internet y el citado gusto por la crítica descarnada, cuyo máximo exponente es la figura del hater.

De nada le ha valido a The Order: 1886 tener unas calificaciones decentes, de nada su buen nivel técnico y su ambientación cinematográfica. La veda está abierta y los internautas ya lo hemos aprovechado, no hay más que ver el hilo de comentarios del análisis de Vandal o las respuestas de los tuiteros a un mensaje de Sony sobre el libro de arte del juego.

Si bien creo que no es justo cebarse con el trabajo de los desarrolladores, sí me parece bastante reprochable la labor de comunicación y promoción de Sony en lo referente a este juego. Puedo aceptar su interés por generar hype, pero no me parecen adecuados los esfuerzos por mantener la información sobre el juego al mínimo hasta casi el mismo día de lanzamiento (muchos dicen que para no perjudicar las rentables prerreservas).

En cualquier caso, de todo se aprende. No creo que vuelvan a cometer los mismos errores (espero).

‘Dragon Ball Xenoverse’, ¡deseo concedido!

Todo el mundo lo grita a las cuatro galaxias, ¡por fin un juego de Dragon Ball que no resulta decepcionante! No es una obra maestra, no es de los mejores de la franquicia, pero es justo el juego que hacía falta. Dragon Ball Xenoverse  es el primer intento serio en años por desligarse del ya explotadísimo modelo iniciado con la saga Budokai.

No es una obra maestra. De hecho, conserva algunos de los grandes fallos que viene arrastrando la


Image médicale pour illustrer un article sur la santé

Médical

Texte additionnel sur le thème de la médecine

saga desde un par de generaciones de consolas atrás. El peor de todos ellos es la mecánica de combate, simple a nivel extremo, con pocas combinaciones de botones y movimientos que además son comunes a todos los personajes.

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Para colmo, a pesar del amplio número de guerreros (47 si tenemos en cuenta todas las transformaciones), se notan ausencias significativas entre los personajes controlables (que probablemente lleguen en forma de DLC). Teniendo en cuenta que a mí me fascinan los planteles amplios y con luchadores bien diferenciados, esto me parece un gran defecto.

¿Qué posee entonces Dragon Ball Xenoverse para haber recibido tantas buenas palabras hasta el momento? Lo que tiene es un punto diferenciador, una personalidad propia alejada de sus predecesores. En primer lugar, se le ha dado una vuelta de tuerca a la historia cogiendo los arcos argumentales de siempre y añadiendo la amenaza de un posible cambio en los acontecimientos. Nosotros, como viajeros del tiempo, debemos impedir que los hechos del pasado no sean alterados.

A este apasionante punto de partida hay que añadirle una acertada herencia del MMO Dragon Ball Online: la creación de un personaje (de cualquiera de las razas principales de este universo), su mejora al más puro estilo rolero y un área por la que movernos con libertad. Además, casi todos los modos pueden jugarse en modo cooperativo online con otros dos jugadores.

Está lejos de la perfección, pero es justo el DBZ que hacía falta, el primer paso hacia el buen camino. Aunque, si he de ser sincero, el Extreme Butoden para Nintendo 3DS me llama mucho más.