¿Dónde han quedado aquellos tiempos en los que la ilusión venía preinstalada en la consola en forma de Alex Kidd in Miracle World?, ¿dónde la búsqueda de diferencias con lupa entre los multiplataforma de Mega Drive y Super Nintendo?, ¿qué fue de aquella casi irreconciliable rivalidad entre Nintendo y Sega?
Aunque a día de hoy parezca mentira, hubo un tiempo en el que cada juego de Sonic que mymedic.es veía la luz se convertía en uno de los grandes acontecimientos del sector. Era una época en la que Sega desbordaba creatividad, competitividad y ganas de innovar. No siempre les fue bien, pero nadie puede negar sus ganas y esfuerzo. Fueron lo primeros en lanzarse con el CD y casi lograron saltarse una generación de consolas gracias a Dreamcast, tanto en lo referente a potencia como en posibilidades online.
Pero todo se torció y la compañía abandonó el hardware y se limitó a la fabricación de software. Podría haberle ido bien, podría haberse convertido en una de las más grandes third parties de todos los tiempos. Sin embargo, pocas veces ha dado en el clavo desde entonces. Sega nunca ha logrado darle a sus franquicias la solera que tenían en su época como first party.
Shinobi, Altered Beast y Golden Axe nunca han vuelto a ser lo mismo. Tampoco Sonic, que sí ha tenido algún buen título, pero que ha acusado una gran irregularidad de calidad y una excesiva saturación que le ha hecho perder gran parte de su encanto. Otros clásicos como Streets of Rage, Ristar, Shining Force, Phantasy Star, The Story of Thor, Soleil, Panzer Dragoon o Shenmue ni siquiera han tenido una nueva oportunidad.
El resultado es que Sega se ha ido convirtiendo cada vez en una compañía menos significativa dentro del sector de los videojuegos y, por desgracia, parece que irá a peor. Hace poco, la empresa anunció la jubilación anticipada de 300 empleados y la puesta en marcha de una nueva reestructuración del negocio. En consecuencia , Sega se centrará a partir de ahora en el mercado móvil y en los videojuegos web.
«Confiamos en que la nueva ubicación nos permitirá crecer y hacer una compañía más fuerte», dijo John Cheng, presidente de Sega of America. Es probable que logren crecer y hacerse fuertes, pero a costa de hacerse menos relevantes, lo cual es una pena. Se acabaron los juegos de Sega para consola, al menos más allá de lo que ya hay en proceso de desarrollo como Yakuza 5 y algún Total War.
A lo que parece que no van a renunciar, como es lógico, es a la explotación del erizo azul, que hasta el momento es lo que más dinero les da. El objetivo es potenciar la marca Sonic, intuyo que con una avalancha de nuevos productos. Espero que lo hagan con cabeza y no a base de abrumarnos sin control.
Sega, ya te echo de menos.