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Entradas etiquetadas como ‘atencion sanitaria’

Humillación en la consulta del médico

Por M ª Ángeles Sánchez

Soy una mujer de 46 años afectada de EA (Espondilitis Anquilosante, enfermedad autoinmune reumática crónica y degenerativa de las articulaciones). Hace dos largos años que no sé lo que es pasar una día, incluyendo su noche, sin dolores. La desesperación de no tener un día de paz termina afectándome también psíquicamente.

Me presenté en el ICAMS (Instituto Catalán de Evaluaciones Médicas y Sanitarias, Cataluña) con un informe de mi doctora de cabecera pidiendo que me dieran nuevamente la baja médica, puesto que no estoy en condiciones de cumplir con mi trabajo —en el que llevo 26 años—. Después de esta visita, lo único que conseguí fue salir de allí humillada, hundida psíquicamente y con la desesperación como futuro.

Un médico pasa consulta presencial. (ARCHIVO)

Un médico pasa consulta presencial. (ARCHIVO)

Me visitó un señor que se supone que es médico, cosa que me niego a creer ya que no cabe en mi cabeza que un médico pueda tratar a un enfermo de manera tan despreciable y vejatoria. Sin ni siquiera mirarme a la cara y mucho menos leer los informes que adjuntaba, me dijo que nada de baja y que me fuera al trabajo. Yo le comenté que era incapaz tanto física como psíquicamente, que incluso mi reumatólogo, traumatólogo y doctora de cabecera me habían recomendado reposo (justificado con los correspondientes informes que le aporté).

Totalmente indiferente a todo, me dijo que no tenía otra opción. Yo, en la desesperación por hacerle entender mi estado y con un ataque de ansiedad, le supliqué que me ayudara. Ante su indiferencia le pregunté qué tenía que hacer, si tirarme por la ventana o pegarme un tiro para dejar de ser una carga para el Estado. Su respuesta fue que ese era mi problema y que hiciera el favor de irme que tenía más visitas.

Es verdaderamente vergonzoso lo que están haciendo con las personas, no solo te tratan como a un indeseable sino que te hacen sentir como si sobraras en esta sociedad. Ni siquiera dejan que entres acompañada (al contrario de lo que pone en su publicación “Derechos y responsabilidades de las personas usuarias con su relación con el Instituto Catalán de Evaluaciones Médicas”), supongo que para que no haya testigos del trato humillante.

Apelo al colegio de médicos a tomar cartas en el asunto y que no permita que estos médicos falten vergonzosamente al juramento hipocrático (está claro que no recuerdan la parte que dice «en cualquier casa que entre, lo haré para bien de los enfermos, apartándome de toda injusticia voluntaria y de toda corrupción») y sigan ejerciendo.

Y mucho menos quisiera creer que esta política corrupta que ha esquilmado las arcas del Estado en su beneficio haya llegado incluso a la Salud.

Seguridad Social o seguro privado

Por Daniel B.

Hace días me encontraba muy mal con catarros y fiebre. Voy al médico de mi mutua privada y me dice que tengo una fuerte bronquitis y que tenga cuidado con que no sea neumonía. Me indica que si en 48 horas no mejoro con el antibiótico que me manda, que vuelva enseguida. Siete días de antibiótico. Consulta médica

Ya que el ambulatorio de la Seguridad Social está entre mi casa y la clínica decido entrar por una segunda opinión. 15 minutos de espera, me osculta rápidamente la doctora y me dice que no oye nada, que no es para tanto y que tome antibiótico 3 días. Coste del antibiótico del privado durante 7 días, 35 euros; antibiótico de la Seguridad Social durante 3 días, 2,85 euros. Tomé el de la SS y la bronquitis no se me va. Al final tengo que tomar el otro y estoy mejorando. ¿Sábanas blancas? ¿Para qué? ¿Que nos maten? ¿Que de un resfriado mal diagnosticado te encuentres con una neumonía? En 15 minutos dos diagnósticos totalmente diferentes poniendo en peligro la salud del paciente. ¿Qué os parece?

Excelentes sanitarios, pésimos logistas

Por Jesús A. Luna

Es sorprendente que en los tiempos que corren aún se funcione en la salud de la Comunidad de Madrid con criterios muy poco profesionales. Me recuerdan los tiempos en que eran los “enchufados los que gestionaban” la administración. Creo que esto ya no es de recibo. Aunque he constatado que esta experiencia es general.

Mi madre de 90 años fue ingresada en el Hospital Universitario de Getafe el pasado domingo día 28 de abril y ha permanecido allí hasta este lunes 6 de mayo. El servicio sanitario ha sido excelente. Hemos sentido la gran profesionalidad de todo del personal. Sala de espera

Sin embargo, después de que el 6 de mayo fuera dada de alta a las 12 horas, estuvimos esperando hasta las 19.30 h. una ambulancia para retornarla a su residencia en Torrejón de la Calzada (a unos 15 minutos  de distancia). A esa hora, y viendo su estado de nervios —y que ya no estaba previsto dispensarle su medicación—, la trasladé allí en mi coche particular haciendo enormes esfuerzos y con mucha incomodidad para ella que anda en silla de ruedas.

Pude constatar que estas demoras son habituales (en el hall de entrada dejamos a un paciente en silla de ruedas que acude a diario a diálisis, que esperaba la ambulancia desde las 15 horas). Es decir, que lo conseguido con reparadoras atenciones se anula, oscurece o seguramente perjudica al paciente al ser sometido a un estrés injustificable e inadmisible. Por otra parte, he recibido numerosos testimonios que avalan, desde hace mucho tiempo y en situaciones incluso extremas e inhumanas, este defectuoso servicio.

Esto es inadmisible. Por mi profesión conozco bien cómo se comportan los servicios de logística en cualquier ramo. Son eficaces y sus costos ajustados. Realmente no veo cómo puede justificarse esta falta de profesionalidad con los pacientes, a no ser que se achaque a la inutilidad de las personas que supuestamente organizan estos servicios.

Mi petición para Salud Madrid se resume en que, por favor, apliquen la misma profesionalidad en todo el servicio sanitario. No por ello debe resultar más caro.

Conductores de metro metidos a médicos

Por Nury R. G. (Barcelona)

Escribo para explicar la situación que viví el pasado jueves (31-1-13) en el metro de Barcelona. Subí en Catalunya, en la línea roja dirección Fondo, y me encontré con un hombre desmayado en el suelo y el resto de pasajeros mirándolo preocupados. Pregunté a una señora si habían avisado y en eso salió el conductor. Pidió que no lo tocáramos, que ya se había encargado él, y volvió a su trabajo tranquilamente. El hombre siguió en el suelo ante el asombro de todos los que iban entrando –que por otra parte, no hacían nada-, el conductor avisaba por megafonía de vez en cuando: “no toquen al hombre que está en el suelo” (¡vaya fijación con el contacto!) o “el hombre del suelo está borracho”… y pasaron 5 paradas (Clot) hasta que entraron 2 [encargados de] seguridad y lo sacaron del tren.

Metro de Barcelona

Puedo intuir que el conductor había visto al hombre –a través de las cámaras- momentos antes de que se cayera y por esto intuía que su alcohol en sangre estaba “por encima de sus posibilidades”. Lo que no entiendo es… ¿Cómo puede estar seguro de que sólo necesita 2 [encargados de] seguridad y no un técnico sanitario? ¿Cómo puede TMB tardar más de 5 paradas en atender un caso así? ¿Tan normal nos parece saltar por encima de personas tiradas en el suelo que ni siquiera nos planteamos incorporarlo, espabilarlo? Y cuando se intentó…“no toquen al hombre del suelo, está borracho”… ¿por qué una persona “presuntamente” borracha parece tener menos derechos que cualquiera?

Si un día me baja el azúcar y me desmayo en el metro, ¿me diagnosticará también el conductor? ¿Valorará él lo que necesito?, ¿y cuánto tardarán en atenderme? Olé, olé TMB.

La salud se defiende

Por Mercedes

En enero de 2013 se emitirá un listado con los 27 centros de salud que pasan a ser gestionados por empresas privadas, para que todos lo entiendan: no se venden pero se traspasan. Los centros se traspasaran vacíos de personal y la empresa se encargará de poner a sus trabajadores (nunca serán los mismos). Hay que tener presente que una empresa privada funciona por beneficios. Y que no se van a ampliar las plazas que existen en un centro (al contrario se van a recortar), al médico privado le pagan por no recetar en exceso, por no mandar a especialistas, por no mandar pruebas complementarias, etc. Ustedes deciden si apoyan las jornadas de huelga o se mantienen al margen. Recuerden, la salud no se vende, se defiende.

Los lectores y la huelga de Sanidad en Madrid

Por Susana Cifuentes

«No se les llama para una fiesta, se les llama para una emergencia»

Mando esta carta ante la situación que estamos sufriendo en estos momentos y la impotencia que estamos teniendo. Alucinando estoy con la falta de ética y moralidad de aquellos que se hacen llamar profesionales de la sanidad; no puedo creer (por mucha huelga en la que estén, se trata de vidas humanas no de cosas) que se llame para solicitar una ambulancia para una persona mayor que se ha caído y que no puede ni moverse, con problemas de depresión y ansiedad -y que junto con su caída le han derivado en no poder ni hablar- y nos digan que es casi imposible enviarla. No sabemos si al caerse y darse en la cabeza (como así fue) tiene algún síntoma interno ya que ustedes se niegan a mandar una ambulancia con su médico porque están en huelga y pasan la bola al ambulatorio. Entiendo que hay que luchar por unos derechos (derechos que no son sólo para ustedes sino también para los usuarios), pero no entiendo que esa lucha esté por encima de las vidas de los que supuestamente ustedes tienen que ayudar, porque no se les está llamando para una fiesta, se les está llamando para una emergencia. No puedo entender que hayamos tenido que llamar dos veces al 112 (servicio de urgencias) y que hayamos tenido que esperar más de una hora para que entre ambulatorio y Summa (servicio de urgencia médica de madrid) decidieran si mandar o no la maldita ambulancia. Ojalá no lleguen a sentir lo que estamos sintiendo ahora mismo toda la familia y la persona en concreto, porque así no sentirán el dolor, la rabia, la soledad y la falta de ayuda en la que nos hemos visto envueltos.

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Por Susana Arribas

«Ante 20 personas me dice que no me atiende, que no es pediatra»

El lunes 26 lleve a mi hijo -de 4 años y de educación especial- al centro de salud de la calle Francia de Fuenlabrada; para mi sorpresa no había pediatra de guardia, me envían con una doctora, por urgencia, pues es la que tiene servicios mínimos; más de 1.30 horas hasta que por fin sale a avisarme. Mi sorpresa: me dice ante una veintena de personas que allí esperaban que no me atiende, ¡que no es pediatra! Es médico, ante todo creí que persona y con un poco de humanidad. Velamos por su salud, decían las pancartas. Mentira, velan por su puesto de trabajo. La profesionalidad fue la de su compañero, que se ofreció a verle; me indicó que debía ir al hospital por deshidratación y faringoamigdalitis. Debe ser que eso en adultos es distinta sintomatología. Con médicos como esa mujer mejor que no haya sanidad. Dejó sin atender a un indefenso niño que bastante le ha tocado vivir ya.

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Por Alberto

Ante la falta de sangre

Hay servicios esenciales que no deberían estar en huelga. Ni siquiera con servicios mínimos, y más cuando se tiene conocimiento de causa de la gran falta de sangre que hay en los hospitales madrileños, y cuando para más indicaciones el diario 20 Minutos publicó en la página 3 de la edición madrileña del martes «Urge sangre de los grupos A+ y O-«. Esto es lo que me encontré el martes 27 de noviembre de 2012 por la mañana a la puerta de cierta facultad del campus de la Complutense en Madrid (ver foto). ¡Sí al derecho a la huelga pero con responsabilidad!

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Por A. L. R.

«Increíble que tengamos que saturar al hospital»

El día 27 voy a mi cita con el pediatra y me informan en mi centro de salud de Mirasierra que hay huelga, y por lo tanto, servicios mínimos, pero que no hay pediatra. Insisto en que me atienda el médico de familia y me pasan a consulta. La médico en cuestión me indica que no atiende a bebés porque no sabe la posología a aplicar, que me vaya al hospital de la Paz. Me parece muy bien que el personal sanitario ejerza su derecho a huelga pero me parece increíble que tengamos que saturar el hospital porque en un centro de salud se nieguen (aun teniendo servicios mínimos) a atender a niños, en este caso bebés de menos de un año, alegando este motivo. El personal de citaciones me informa de que hasta el viernes no hay cita para el médico. Tengo que vacunar a mi hija y no se si habrá enfermera y la semana que viene estamos igual. Lamento que se tenga que llegar a estas situaciones ejerciendo el poder.

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