Archivo de mayo, 2017

Jorge Javier Vázquez se lía a gritos con Alba Carrillo en Supervivientes 2017 y Eliad Cohen a punto de ahogarse

Alba y Matamoros, hablando sobre la pizza sin o con piña.

Madre de mi vida y de mi corazón la que se armó en Supervivientes 2017. Acababa yo de llegar de la gala de entrega de los Premios 20Blogs y al poner la tele me he encontrado una bronca épica entre Laura Matamoros y Alba Carrillo y su madre en la palapa.

La mayor parte de la bronca tuvo lugar durante la publi, pero a Laura Matamoros se le oyó decirle a Alba Carrillo: «vendes hasta cómo follas, asquerosa» (al parecer a comentarios sobre Kiko Matamoros).

Ah, Laura Matamoros, esa mujer que siempre está alegre y positiva y ama a toda la gente y tiene ese rictus en la cara de endivia mojada en café de lo amarga que es. En serio, tiene siempre cara de estar hablando con alguien mirándole un moco colgando de un pelo de la nariz. Tiene una cara de asco que cuando abre la puerta y hay testigos de Jehová, los muchachos le dicen «perdón, nos hemos equivocado» y se van.

Entonces Alba y su madre abandonaron de mala manera la palapa y se largaron fuera, donde al parecer estaban chillando tanto que Lara Álvarez las oía desde dentro, cosas como «a la mierda Supervivientes».

Por favor, premio Nobel de la concordia a los miembros del equipo que han tenido que lidiar con ellas. Si a esos pobres currelas les dan a elegir entre enfrentarse a estas dos a la salida de la palapa o enfrentarse con un toro a la salida de chiqueros… se compran un traje de torero.

El caso es que JJV intentó que las pusieran en pantalla para hablar con ellas, pero Alba y su madre pasaban como de meter el pie en un tanque de pirañas.

Al final las pusieron en pantalla y JJV comenzó a hablar con ellas.

«¿Alba, puedo hablar contigo?» decía JJV aún calmado y sereno. Y respondía Lucía Pariente: «no, no hay posibilidad».

Ahí JJV ha empezaba a calentarse y a poner tono de voz de padre que le dice al niño que deje de tocar los cojones con la trompeta. «Que me lo diga ella, ¡he dicho ella!», decía elevando el tono. 

«Basta ya de circos» dijo Alba y la madre se metía por el medio hasta que JJV ha dicho «Me estoy cabreando, ¡ESTOY HABLANDO YO!» con un berrido que a mí se me apretó el culo. Aquí vemos a JJV con sombrero hablándole a Alba.

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Joder JJV. Cuando tiene hambre se asoma a la ventana de su chalet de Madrid y le pide a su madre que le haga lentejas. Y su madre en Badalona lo oye sin problemas. Y hace las lentejas acojonada.

«Alba te estoy hablando, por un mínimo de educación podrías hablar conmigo», dijo JJV. Y cuando la madre de Alba dejó de dar por saco, que esa mujer es como la versión en viejo de Laura Matamoros, Alba se giró.

«Quería hablar contigo en plan conciliador porque puede que luego te arrepientas», dijo JJV, que pega unos gritos que te concilian por sus santos cojones. Si ese es su tono conciliador no me quiero imaginar su tono autoritario. JJV emplea ese tono en el programa de César Millán para hablarle a un perro y dan la patita el perro y César Millán.

«Me gustaría que fueras igual de duro con los demás, ahí se ha hablado de mi hijo y hay cosas que no se tocan», dijo Alba. JJV dijo que había hablado también con Laura Matamoros, pero vamos, a la Matamoros le habló que casi le pedía perdón por importunarla. Nada de gritos y esas cosas.

«Estoy quemada, asqueada, harta de cosas que no son, ya me he cansado, me voy a hacer mi vida normal, que yo no necesito esta mierda. Lo que no va a hacer ésta es sacar a mi hijo«, dijo Alba, que estaba tan alterada que a su lado la niña del exorcista en plena vomitona parecería una persona normal.

JJV cambió entonces de estrategia y se puso en modo Aladdín hablándole a Jasmine para decir: «Creo que puedes hacer un concurso brillante… confía en mí«. Si se pone a cantar Un mundo ideal a mí me hace la noche.

Ahí metió baza la madre, que si pondría pegas hasta si le tocan los euromillones. Joooder, ahora ese dinero, que tengo que actualizar la cartilla, que asco, cabrones, que voy a tener que gastarlo… y así.

«No aguanto más lo que está sucediendo aquí. No se emite, pero cada cosa que hago se me echan encima como las termitas», dijo. La persona preferida de Lucía Pariente es Lucía Pariente. De hecho Lucía Pariente es la única persona a la que Lucía Pariente ama.

«Yo creo que Laura ha estado desafortunada, así se lo he hecho saber», le dijo JJV a Alba. Sí, joder, se lo has hecho saber que sólo te faltó hacerlo por telegrama para no molestarla.

Y ahí llegó el momento surrealista: JJV pidiendo que la madre se fuera para hablar con Alba a solas y Alba diciendo «no está»… y estaba al lado sentada. JA JA JA JA Pillada épica.

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Total, que al final la mandaron a la zona de nominaciones para poder hablar a solas con ella.  Al moverse Alba y con ella la cámara para seguirla, se empezó a ver a la gente del equipo, que salía corriendo del plano para no salir como si les estuvieran apuntando con una escopeta.

El problema de todo esto es que la madre de Alba es una mala influencia para ella. De Lucía Pariente fue la idea de salir de la palapa.

– Alba Carrillo, acusada, ¿algo que decir en su defensa?

– Que tengo malas influencias, señor juez.

– ¿Ladrones, traficantes, corruptos, el vaquilla?

– No, mi madre.

– Hossssssssstiaaaaas. ¡Absuelta!

Y ahí estuvo JJV, la prima de Alba, mensajes de María Teresa Campos, de Sandra Barneda, de su representante y hasta del Papa Francisco insistiendo para que se quedara.

Y ahí estuvieron como media hora dale que te pego argumentando para que se quedara. Hasta le ofrecieron quedarse hasta el domingo, en la plataforma de los zombis, con Paola.

«Ya tengo los pantalones por los tobillos», llegó a decir JJV, que parecía un vendedor ambulante liquidando bragas de talla grande con todas las ofertas que estaba haciendo a Alba.

Al final, se postergó la decisión al domingo.

Y LLEGÓ EL SUSTAZO

Eliad, justo después de que le sacaran del agua medio ahogado.

En la prueba de apnea Eliad aguantó más de lo que debía y cuando por fin salió, con babas derramándose por su barbilla, y por un momento se le vio bien. Bueno, eso si bien significara que estás babeando más que un mastín en Agosto.

Pero un segundo después se fue para atrás y se hundió. José Luis lo tuvo que sacar del agua porque había perdido el conocimiento. Lara Álvarez tuvo que gritarles que le sacaran y ahí se acojonó hasta el apuntador.

En serio que hubo momentos de mucha tensión. Al final recobró el conocimiento y ni siquiera se acordaba del desmayo. A los pocos minutos estaba bien, pero joder, qué susto.

Este hombre ya tuvo que ser evacuado hace unos días por un esguince. Tener más miedo que los del seguro de vida de Eliad Cohen como concepto. El ángel de la guarda de Eliad Cohen es más vago que cagarse encima por no ir al baño. Si Eliad saliera en la serie de Se ha escrito un crimen él sería la víctima. En todos los episodios.

Poco después JJV, que se veía viudo, le preguntó al israelí: «Has perdido el conocimiento, ¿has sido consciente Eliad?«. Eso lo metes en un computador lógico y explota. No, Eliad no había sido consciente, porque de hecho, cuando lo sacaron empezó a mirar para todos lados con cara de pardillo estafado en la Puerta del Sol.

Cómo sacar de quicio a la hija de Ortega Cano: robarle el fuego y apagárselo para que pase hambre en Supervivientes

El momento del pacto, que ríete del Tratado de Tordesillas.

Éstos son los pecados capitales según Gloria Camila: Ira, envidia, gula, pereza, soberbia, avaricia, lujuria y ofender a Gloria Camila. Los primeros siete le importan una mierda.

Veamos qué pasó el otro día que despertó la ira de Gloria Camila (bueno, la de GloriCa y la de sus compis de la zona de playa denominada Cielo).

Resulta que en la zona del infierno son más inútiles que un cenicero en una moto y no han conseguido hacer fuego. Esta gente tira una colilla en un bosque en llamas y el bosque se apaga. Si los del equipo del infierno hubieran vivido en la prehistoria, aún nos comeríamos los mamuts crudos. En serio, les das una vitrocerámica y seis meses y no son capaces de hacer unas patatas fritas.

Total, que decidieron proponerle un trato a Paola Caruso, la única zombi con mechas californianas de la historia: ella robaba fuego y le darían comida caliente a diario.

¿Así que la llamaron, porque quién no tiene en su agenda de móvil algún zombi? Son los únicos a los que llamas un sábado a las cinco de la mañana ya a la desesperada y siempre vienen y te desean. Te desean comer el cerebro, sí, pero es que un sábado a esa hora está el cerebro que mejor si se lo comen.

Una vez en la playa Alba Carrillo, que da más vueltas que el hámster que prueba las ruedas para los ídem, le empezó a decir: «Vamos a suponer que tú te encuentras allí muy sola, triste, desapegada, con ganas de cariño y de amor…»

Joder. A mí me dicen eso y no les cambio el fuego por comida, se lo cambio por un psicólogo. Joder, qué desamparo. Alba Carrillo planteando tratos es más peligrosa que el juego de la Ballena Azul. Y como se iba por las ramas que parecía un puto macaco huyendo de un jaguar, su madre la interrumpió y tomó la palabra.

(NOTA: Lucía Pariente interrumpe a Alba con una maestría digna de quien lo hace a menudo. Lucía Pariente es la Rubens de las interrupciones. Las tres gracias de Lucía Pariente: te corto, te interrumpo, te intercepto).

«Que te vayas a por brasas al Cielo y te damos todos los días comida recién hecha«, le dijo a Paola. Joder, más claro y resumido no se pudo contar.

«Nació, lo untaron a regalos, hizo panes y peces, hostió a unos mercaderes, lo mataron y resucitó como nuevo». La Biblia según Lucía Pariente. 

Total, que a Paola, que está pasando hambre que un zombi atrapado en una fábrica de maniquíes, que si te pilla en lugar del cerebro se come el cuerpo entero aliñado con vinagreta, aceptó sin dudar.

Y allí se fue a por la hoguera de los del cielo. Peeeero, además de coger la brasa como le habían pedido, apagó la hoguera. ¿Por qué? Que hayamos visto no se lo pidieron…

Ya de vuelta en el infierno, donde Lucía Pariente no es que tenga amigos, es que tiene un palco vip reservado, se pusieron a encender su propia hoguera. Como Pariente piensa que los demás son un estorbo y con los demás me refiero a toda la humanidad, se puso ella a hacer el fuego.

Después de soplar que parecía el lobo de los tres cerditos, consiguieron hacer fuego.

Y ahí llegó el cabreo de Gloria Camila, nuestra protagonista con cara de niña de doce años con problemas de crecimiento, que el día que se haga vieja en lugar de patas de gallo le van a salir patas de pollito.

Ella dijo que lo de apagar el fuego no había salido de Paola, que se lo habían dicho. ¿En quién estaría pensando? Pues mirad, si en ese momento hubiera caído un rayo sobre las que ella piensa culpables, ahora Alba Carrillo y su madre serían dos carbones sobre la playa.

OJOOOOO

Esta noche no hay gala en directo, amores y amoras, porque voy a la GALA DE LOS PREMIOS 20 BLOGS a entregar un premio. Peeeero, mañana habrá resumencito como siempre.

¡Besos!