Señoras y señores, Samuel Leroy Jackson:
Si hiciéramos un silogismo simple, podríamos decir que
Si A = B, y C = B, entonces C = A. De manera que si Dios está en todas partes, y Samuel L. Jackson está en todas partes, entonces Samuel L. Jackson es Dios. Por suerte, somos animales inteligentes y sabemos que esto no es así, porque, como todo el mundo sabe, Dios es Morgan Freeman 🙂
Esto es así: Samuel está en todas partes. Os cuento un hecho real: yo estaba en casa el otro día viendo la televisión. Daban Kingsman (muy recomendada, por cierto): Samuel hace de malo mejor que nadie (salvo, tal vez, Charles Dance –Tywin Lannister-, que también tiene un pasado).
Terminó Kingsman y cambié de canal: reponían Deep Blue Sea. «Hola, Samuel. Adiós, Samuel».
Me voy a la habitación a doblar la ropa y enciendo la tele para entretenerme: Capitán América, el soldado de invierno, y Samuel dando vueltas dentro del coche para averiguar que sólo funciona el aire acondicionado.
Y mi hijo, que ve de refilón que ponen una de súper hérores, me pide que le ponga la peli de Los Increíbles. Así que la ponemos en el salón para verla todos juntos, y me dice mi marido… «¿Sabes quién le pone la voz a Lucius en la versión original?». Y yo «No… No me lo digas…».
«¡¡Samuel L. Jackson!!». Y fue como…
En serio, ¿qué pasa? ¿De verdad en Hollywood no empiezan a rodar hasta que no llega Samuel? Lo dicen hasta los de Padre de Familia, que lo metieron en la peli porno de Brian.
Así, obnubilada viendo a Lucius hacer pistas de hielo, me pregunté: ¿Por qué? ¿Cómo? ¿De dónde sale y qué hace una persona para estar en todas, todas partes? Y entonces me salieron dos cuernecillos demoníacos y me fui a IMDb, a ver si Samuel también tiene un pasado. Y sí, amigos, lo tiene. Porque todos lo tenemos 3:) Lee el resto de la entrada »