Señoras y señores, Samuel Leroy Jackson:
Si hiciéramos un silogismo simple, podríamos decir que
Si A = B, y C = B, entonces C = A. De manera que si Dios está en todas partes, y Samuel L. Jackson está en todas partes, entonces Samuel L. Jackson es Dios. Por suerte, somos animales inteligentes y sabemos que esto no es así, porque, como todo el mundo sabe, Dios es Morgan Freeman 🙂
Esto es así: Samuel está en todas partes. Os cuento un hecho real: yo estaba en casa el otro día viendo la televisión. Daban Kingsman (muy recomendada, por cierto): Samuel hace de malo mejor que nadie (salvo, tal vez, Charles Dance –Tywin Lannister-, que también tiene un pasado).
Terminó Kingsman y cambié de canal: reponían Deep Blue Sea. «Hola, Samuel. Adiós, Samuel».
Me voy a la habitación a doblar la ropa y enciendo la tele para entretenerme: Capitán América, el soldado de invierno, y Samuel dando vueltas dentro del coche para averiguar que sólo funciona el aire acondicionado.
Y mi hijo, que ve de refilón que ponen una de súper hérores, me pide que le ponga la peli de Los Increíbles. Así que la ponemos en el salón para verla todos juntos, y me dice mi marido… «¿Sabes quién le pone la voz a Lucius en la versión original?». Y yo «No… No me lo digas…».
«¡¡Samuel L. Jackson!!». Y fue como…
En serio, ¿qué pasa? ¿De verdad en Hollywood no empiezan a rodar hasta que no llega Samuel? Lo dicen hasta los de Padre de Familia, que lo metieron en la peli porno de Brian.
Así, obnubilada viendo a Lucius hacer pistas de hielo, me pregunté: ¿Por qué? ¿Cómo? ¿De dónde sale y qué hace una persona para estar en todas, todas partes? Y entonces me salieron dos cuernecillos demoníacos y me fui a IMDb, a ver si Samuel también tiene un pasado. Y sí, amigos, lo tiene. Porque todos lo tenemos 3:)
Voy a empezar diciendo que Samuelín es sagitario, como yo (que eso mola mucho) y que nació en Washington en el ’48, lo que le da unos lustrosos casi 70 años. También digo que debutó en el cine en los tempranos ’70, y que sólo había actuado una decena de veces en pantalla cuando, en 1988, fue un atracador en El Príncipe de Zamunda y se llevó una tunda de Eddie Murphy, quien por entonces estaba en la cúspide de su popularidad (lo que son las cosas, ¿eh?):
Hasta ahí sus noventa segundos de gloria.
Pero, como digo, se había estrenado en los tempranos ’70. Su primer papel fue en la cinta Together for days, del que no he encontrado imagen, pero (por fortuna para mí), sí que he conseguido encontrar imágenes de su segundo trabajo: el de agente de policía de carretera en la serie En ruta (Movin ‘On), de la que se emitieron un par de temporadas entre el ’74 y el ’77. Samuel aparecía en un capítulo en el año ’76, parando en carretera a hablar con los dos protagonistas (camioneros «en ruta»). Su secuencia completa duraba 24 gloriosos segundos. Y se le veía… Así:
Hombre, por dios, qué tipín xD Mira el sombrero, cómo le queda, que parece que se lo hicieron a medida para el cardado. Qué estilazo, por favor.
Quién habría adivinado que aquel chico que aún no había cumplido los 30 estaría algún día en todas, EN TODAS partes… ¿A que no sabías que era el pianista en la boda de Kill Bill?
Nos observa a todos, chavales. A Morgan Freeman le ha salido competencia.
Te has olvidado de Messi
21 noviembre 2017 | 1:50 am