Ay, madre. Yo os voy a dejar aquí la intro de Compañeros, y luego me decís si os pasa lo mismo que a mí:
Lo que a mí me sucede, básicamente, es que yo recuerdo ver esta serie hace veinte años y ver a los profesores como «gente mayor», y ahora veo esto y lo que veo es a los alumnos como «gente pequeña», y los profesores me parecen chavalinos. Va a ser esto de la relatividad, por aquello de la posición del observador. Maldita sea.
Bueno, como sea, seguro que recordáis Compañeros: esa serie que desde Antena 3 ocupó cuatro años de nuestras vidas, que alcanzó cuotas similares a otros grandes éxitos como Médico de familia o Periodistas y que supuso un hito en nuestra televisión, ya que desató el primer fenómeno fan entre los adolescentes de nuestro país por los actores y personajes -también adolescentes- de una serie nacional.
Hago un paréntesis para mandarle un saludín a mi antiguo compañero de instituto, Alex, a quien llamábamos Quimi porque era igualito (al punto de que la gente le pedía autógrafos cuando fuimos a ARCO). Pero no, nuestro prota de hoy no es Quimi. Hoy me he traído de prota al que era mi personaje favorito de la serie: Luismi. Bueno, al actor que lo interpretaba: el genial Manuel Feijóo.