Durante un tiempo, Dennis Quaid fue unos de los grandes guaperas del cine de Hollywood, para mí tan atractivo como otras estrellas de su época como Tom Cruise o Harrison Ford. Desde El chip prodigioso, una de sus grandes películas, han pasado casi 30 años. Su adicción a la cocaína arruinó su carrera, volvió a resurgir y volvió a caer. Pero lo cierto es que a sus 62 años se conserva muy bien. Sentía mucha curiosidad por saber qué había sido de él en todos estos años.
Así ha sido su vida hasta ahora.
El actor en la presentación de la película de HBO ‘The Special Relationship’, en 2010.(gtres)
A día de hoy, Dennis Quaid tiene en su haber más de 60 películas: grandes y entrañables papeles en Elegidos para la gloria, Enemigo mío, Querido detective, Gran bola de fuego, Postales desde el filo, Wyatt Earp, Dragonheart, Frequency, Traffic y El vuelo del Fénix. Así como tres matrimonios fracasados y un total de 3 hijos.
De su primera mujer, la actriz P. J. Soles, se sabe poco, se divorciaron en 1983, tras cinco años de matrimonio.
Y fue entonces cuando Meg Ryan encontró a Dennis. Ambos se conocieron durante el rodaje de El chip prodigioso (1987), una de sus películas más populares. Me encanta ese remake de aventuras de Viaje extraordinario, la he visto decenas de veces.
Las chispas saltaban entre ellos pero realmente se enamoraron en el rodaje de su segunda película juntos, Muerto al llegar (1988).
Dennis y Meg eran una pareja preciosa. En un primer momento Meg fue reticente, Dennis ya comenzaba a flaquear con sus adicciones y ella se plantó: no se casaría con él hasta que no dejara las drogas.
Dennis Quaid y Meg Ryan en su boda en El chip prodigioso (1987).
Finalmente pasaron por el altar en 1991. Al año siguiente tuvieron a su primer hijo, Jack Henry, y se convirtieron en una de las parejas más estables y queridas de Hollywood.
Dennis Quaid y Meg Ryan en 1998.
Aquello parecía que duraría para siempre pero al final hasta las torres más altas caen. No fueron las adicciones a las drogas lo que arruinó su matrimonio, sino las infidelidades.
Aparentemente, el desencadenante fue el escandaloso romance de Meg Ryan con Russell Crowe durante el rodaje de la película Prueba de vida, en el año 2000.
En esos días a Russell Crowe le comunicaron el fallecimiento de Dave Crowe, su tío y mentor, al que estaba estrechamente unido. Russell quedó muy afectado, y en ese momento Meg Ryan atravesaba un mal momento en su matrimonio. «Era inevitable que ambos se enamoraran», explicó un miembro del rodaje cuando se conoció la noticia de la relación entre los dos actores.
Lo cierto es que su affaire solo fue la punta del iceberg de una relación que ya hacía aguas. Al parecer, Meg ya no cabía por las puertas de los cuernos acumulados en sus años de matrimonio.
«Hacía tiempo que Dennis no confiaba en mí y eso me dolía mucho«, aseguró ella en una entrevista. «Mi matrimonio había fracasado mucho antes de que conociera a Russell. No rompió el matrimonio, estaba ahí al final, pero no fue su culpa. Era yo la que estaba hecha un lío, y también le hice daño al final».
Y por si fuera poco, su efímero romance con Russell Crowe tampoco fue demasiado satisfactoria; ella confesó años más tarde que estar con el actor neozelandés fue como hacer el amor con un cortacesped.
Meg y Dennis estuvieron separados unos meses. Se dieron una nueva oportunidad y, como suele suceder en estos casos, finalmente pidieron el divorcio en julio de 2001, diez años después de su boda. Su hijo entonces tenía 8 años, y sufrió intensamente por ello, según comentó en una entrevista posterior.
Ese mismo año Dennis Quaid se quitó la espinita con una modelo llamada Shanna Moakler, que posó desnuda para la revista Playboy durante su relación con el actor. Estuvieron justos 8 meses.
Con la modelo y Miss USA 1995 Shanna Moakler en 2001. (GTRES)
Poco después Dennis conoció a la tercera mujer de su vida, Kimberly Buffington, una atractiva rubia que era agente inmobiliario, como la propia madre de Dennis. Se casaron en julio de 2004 en su increíble rancho de Paradise Valley, Montana.
Con Kimberly Buffington en Las Vegas, 2009. (gtres)
«Ser una pareja de famosos no es fácil: es el doble de vida pública y es difícil tener una vida privada» , comentaba entonces, respecto a su anterior matrimonio con Meg Ryan. «Tengo que decir que estoy más feliz con mi vida ahora que nunca: tengo un gran hijo y una gran carrera. No estoy solo y me siento más fuerte que nunca. Y no me arrepiento de los altibajos de mi trabajo».
Tres años, en noviembre 2007, Dennis y su nueva mujer se convirtieron en padres de unos gemelos a través de una gestación subrogada. Sus pequeños Thomas Boone y Zoe Grace, sin embargo, estuvieron a punto de morir a los pocos días de nacer.
Dennis Quaid y Kimberly Buffington con sus gemelos. (GTRES)
Eran prematuros, y tuvieron que permanecer ingresados en el hospital. Pero eso no fue lo que estuvo a punto de matarlos. Con solo 10 días de vida, y por un error del personal, se les administró una dosis de heparina 1.000 veces superior a la dosis infantil.
Finalmente los dos pequeños se salvaron y pudieron salir adelante sin secuelas pero Dennis emprendió una furibunda batalla legal contra la compañía farmacéutica, Baxter Healthcare, alegando que el empaquetado de heparina de diferentes dosis era prácticamente igual, y que era fácil equivocarse.
En 2008 el actor testificó ante el Congreso por esta causa y se convirtió en un defensor de la seguridad del paciente. Fue coautor de artículos en revistas médicas y produjo varios documentales sobre errores médicos que podrían haberse evitado, emitidos por el canal Discovery Channel: Chasing Zero: Winning the War on Healthcare Harm (2010) y Surfing the Healthcare Tsunami: Bring Your Best Board (2012).
Y mientras Dennis se entregaba a su lucha personal para mejorar la seguridad médica su tercer matrimonio empezaba a naufragar. Kimberly solicitó el divorcio en marzo de 2012, alegando que su matrimonio se había vuelto «insoportable debido a la discordia y conflictos de personalidad».
Un mes después se lo pensó mejor, y retiró la demanda. Ese mismo verano , Dennis y Kimberly se trasladaron a California, lo que no mejoró en su relación. En octubre ambos decidieron separarse y ella solicitó la custodia única de los gemelos. Finalmente en noviembre de 2012 Dennis accedió a pasar una pensión a Kimberly y a que la custodia fuera conjunta. Un año después, en septiembre de 2013, volvieron a reconciliarse y el divorcio fue disuelto.
¿Quedó ahí la cosa? Pues no, hace tan solo unos meses, en junio de 2016, la pareja anunció en un comunicado conjunto que se divorciaban (¿definitivamente?).
Lo cierto es que la estabilidad no ha sido una de los principios que han guiado a Dennis Quaid, ni en su vida sentimental, ni en la personal o laboral.
«Nunca pude aguantar en un trabajo más de tres meses, lo que es perfecto para mí como actor, ya que es justo lo que dura el rodaje de una película», comentó una vez.
Respecto a su adicción a las drogas, se justificó en una sincera entrevista con Larry King en 2002. El actor se excusó así: «Bueno, tienes que ponerlo en contexto. A principios de los años 70 las drogas iban a ampliar nuestra mente y todo el mundo estaba experimentando. Realmente no sabíamos lo que hacíamos. La cocaína en ese momento se consideraba inofensiva, ya sabes. Recuerdo artículos de revistas como People en la que los médicos decían que no era adictivo y que el alcohol era peor. Así que creo que todos nos lo tragamos. Pero no era así», puntualizó. «Fue algo gradual. Y llegó el momento en el que ya no podía divertirme con nada de lo que tenía. No se lo recomiendo a nadie. Me veía muerto en cinco años si no hacía nada para impedirlo«.
Dennis comenzó a tratarse para superar su dependencia de la cocaína. Pensó que aquello el ayudaría a recuperar su carrera, pero no fue así. «Me quedé limpio pero los trabajos no llegaban. Cuando te quedas limpio piensas que vas a ser recompensado por ello pero en realidad las cosas fueron a peor. Por otro lado, si no me hubiera rehabilitado, probablemente no estaría vivo», aseguró en una entrevista.
Ahora trata de buscar el equilibrio en su vida, trabaja en series de televisión, le encanta volar en su propio aeroplano, tocar en su grupo de música, The Sharks, y jugar al golf (tiene un handicap 6). Y sorprender al común de los mortales cuando entra en algún establecimiento.
Ha montado su propio torneo solidario de golf, el «Dennis Quaid Charity Weekend» en Austin, que atrae a numerosas celebridades.
También colabora con el Hospital Internacional para Niños de Nueva Orleans y viaja a varios países de centroamérica para ayudar a construir centros médicos y trasladar a Estados Unidos niños enfermos que no pueden recibir tratamiento en sus países.
Sus días de gloria ya pasaron, pero al menos su estrella en el Paseo de la Fama permanecerá para siempre.
Recibiendo su estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood junto a su mujer Kimberly Buffington y su hijo Jack Quaid, en noviembre de 2005. (gtres)
