No es la primera vez que lo confieso en este blog: a mí me gustó el final de Perdidos. También es cierto que me gustó en el momento. Quizá porque necesitaba poner ya un punto final a aquella angustia existencial terrible que llevaba arrastrando seis temporadas. Porque ahora, con perspectiva, cada vez que pienso en ello me quedo con ese regusto amargo de «me han tomado el pelo y no lo he visto venir».
La serie se estrenó en 2004 y nos volvió locos. Empezaba ya fuerte con un accidente aéreo superbién montado que te dejaba pegado a la silla. Luego resulta que había supervivientes, una isla desierta, una selva tropical, una columna de humo, un oso polar… Vamos, lo normal. Hasta 2010, temporada tras temporada, tú querías que se fueran de la isla pero aquello era como un agujero negro que atraía hacia sí a todos los bichos raros de la galaxia, que sólo faltaba Star-Lord dando vueltas con el walkman, y de allí no salía ni el tato.
Iban acumulando misterios y cerraban la última temporada sin resolverte ninguno. Pues eso. Regustín de «me han tomado el pelo». Pero anda que no lo disfrutamos.
Todos los personajes (menos los que murieron, of course) se comieron los seis años en la isla. Todos menos dos: Walt y su padre.
De Walt (Malcolm David Kelley) tuvieron que deshacerse con cierta urgencia, porque el chavalín, que por entonces tenía 12 años, pues crecía como 10 centímetros entre un episodio y el siguiente, le empezó a cambiar la voz… Un jaleo todo para el racord. Así que después de algo más de 20 episodios se deshicieron del chico, y del padre también, por extensión, porque no podían a mandar al niño a navegar solo. ¿Qué fue de Walt después de dejar la isla?
Walt ya es un señor que cumplirá 31 años esta próxima primavera.
¿Qué sucedió entre Perdidos y este posado?
Después de Perdidos se le pudo ver de nuevo en alguna serie más, como Saving Grace, Gigantic (donde fue uno de los personajes principales) o Bones, en 2015. En 2011 tuvo un pequeño papel en la película para TV Shredd.
En cine se le ha visto bastante menos que en televisión, aunque en 2017 participó con mucho éxito en el drama de Kathryn Bigelow Detroit, ambientado en los disturbios reales de la ciudad de finales de los años sesenta.
Al margen de su faceta interpretativa, Malcolm hizo carrera en la música. Formó, junto a Tony Oller, el grupo MKTO (Misfit Kids and Total Outcasts, aunque son las iniciaes que resultan de sus nombres), que mezclaba pop con hip hop. Debutaron con el tema Than You a finales de 2012.
All them bad girls singing….. pic.twitter.com/vJF961wK5r
— MKTO (@WeAreMKTO) 11 de junio de 2017
Malcolm y Tony se conocieron en la serie de Nickelodeon Gigantic (en la foto de arriba, Tony es el de la derecha del todo) y, tras ella, se lanzaron al mercado musical con el respaldo de la firma Columbia Records. Su primer single, Thank you, llegó a lo más alto de las listas y se colocó en el número 2 en Australia. Como guiño, Harold Perrineau, quien interpretó a Michael (el padre de Walt en Perdidos) aparece en el vídeo de ese single.
Tras un par de separaciones y vueltas, en agosto de 2021 Oller anunció que dejaba la formación definitivamente, y no han vuelto a trabajar juntos. Kelley, por su parte, se define desde entonces en sus redes como antiguo miembro de MKTO y, de hecho, no hay en su instagram ni rastro de su vida antes del 26 de agosto de 2021, fecha de la primera publicación en su perfil (doy fe de que antes había más).
Después de MKTO, tal vez Kelley se plantee la vuelta a su carrera en pantalla. Durante su tiempo como miembro del dúo participó en varios episodios de Insecure, y estos últimos dos años ha tenido algún papel secundario para la pequeña pantalla, el último en Angel, recién estrenado.