Era 1987, y mientras algunos artistas consagrados como U2 o Michael Jackson sacaban sus With or Without You y sus Bad (respectivamente) un chavalín de 17 años ganó un concurso de radio en su Hawái natal con una pastelada absoluta y se plantó con su cara bonita en el número 2 del Billboard de aquel año.
Él era Glenn Medeiros, y prometía que «nada cambiaría su amor por ti».
Qué traje, por favor. Qué pantalones tan apropiados para andar por la arena de la playa.
Seguro que recordáis que también tuvo una versión en español que, no sé si sabéis, cantaba él mismo y como aprovecharon el videoclip que ya tenían y pegaron la versión encima pues eliminaron los primeros planos para que no se notara la cutrez y el resultado fue una cosa que… Bueno, como decimos en Asturias: vamos dejalo pa prao.
A pesar del enorme éxito de su primer sencillo y el álbum que le acompañó, Glenn fue estrella de prácticamente un solo día. Al año siguiente y aún aprovechando la ola del 87, publicó su segundo álbum, Not me, que no funcionó del todo mal pero ya quedó lejísimos del éxito alcanzado con Nothing’s gonna change my love for you.
A partir de ahí fue un declive, la crónica de una muerte musical anunciada. Durante un tiempo participó como cantante y/o compositor en algunas producciones para cine y t.v. Puede que la más llamativa fuera su colaboración en Karate Kid III, en la que cantaba Under Any Moon y, además, salía en la película.
Hizo también dúos y colaboraciones con otros artistas, entre los que se encuentran The Jets o Modern Talking, pero en un momento en que su popularidad ya era casi nula a la BBC se le ocurrió humillarlo en su programa Juke Box Jury (un programa musical de mucho calado que se llevaba emitiendo desde 1959) y remató la faena.
Para cuando los ’90 estaban entrando en su recta final, Medeiros ya había desaparecido casi por completo del panorama musical, con la salvedad de que componía alguna canción para Los vigilantes de la playa.
Finalmente, Glenn se alejó de los resquicios de la fama y volvió a Hawái para casarse, formar una familia y ejercer como profesor de secundaria en varios institutos, aunque desde 2015 es docente y presidente del Saint Louis School.
De vez en cuando aún se deja caer como invitado en algún programa de entrevistas, aunque casi siempre en pequeñas televisiones locales cercanas a su residencia.