Estoy a solo un par de post de crear una nueva categoría en el blog a la que llamaré «¡Anda! ¡Este!».
Como seguro que habréis intuido, mis avispados lectores, Topher Grace es uno de esos. Una de esas caras que sabes que conoces y reconoces cuando la ves, pero que -quizás- no terminas de tener claro dónde la has visto antes. Y en el caso de Topher no me extraña, porque es que no ha hecho dos cosas parecidas, el chaval, y claro… cuando sacamos a la gente de un contexto pues luego cuesta ubicarla. Es como cuando de pequeño veías a un profesor fuera del colegio y no lo reconocías sin la tiza en la mano.
Bueno, Topher Grace. ¿Quién es Topher Grace? Pues empecemos por el principio, no solo porque seguramente es el primer papel en que lo reconoceréis sino porque, de hecho, fue su primer papel para las cámaras: Aquellos maravillosos 70, la serie que también vio «nacer» a Ashton Kutcher.
Topher participó en Aquellos maravillosos ’70 durante los 8 años y casi 200 episodios que duró la serie, entre 1998 y 2006. Y, entre medias, tal vez recordéis haberlo visto en alguna incursión en cine, especialmente en Ocean’s Eleven y Ocean’s Twelve.
Justo después de terminar Aquellos maravillosos 70 hizo uno de sus papeles más emblemáticos: el de Eddie Brock (Venom) en Spider-Man 3.
Muy probablemente, este sea el papel que lo haya implantando con más fuerza en la memoria colectiva, aunque no tuviéramos claro quién era el chico de aquella.
A este papel (de 2007) siguieron otras apariciones en cine en títulos de repercusión -relativa repercusión, algunos-, como Historias de San Valentín, o Predators, de 2010, en la que interpretaba a Edwin y compartía cartel con Adrien Brody, Laurence Fishburne y Danny Trejo, entre otros.
Y, bueno, que no puedo pasar de largo que participó en una de las pelis de Ciencia Ficción que más me han gustado de los últimos años: Interstellar. Nunca es mala ocasión para sacar este título a relucir y recomendárosla 🙂
En 2017 llegó a un éxito del streaming cuando participó como Matt Little en la película de Netflix Máquina de guerra, uno de sus más sonados largometrajes, protagonizado por Brad Pitt y Anthony Michael Hall (que si no sabéis quién es os podéis llevar una sorpresa).
Y entonces llegamos al año pasado, 2019, en que se metió en tres proyectos a cual más genial:
Love, Death & Robots, una arriesgada antología de Netflix que da para darle muchas vueltas a la cabeza. Topher aparecía como Rob en Ice Age, el decimosexto episodio.
The Hot Zone, para National Geographic. Un thriller de ciencia ficción en seis episodios sobre la propagación del ébola en los EE.UU. en 1989, en el que lleva uno de los papeles principales, el del Dr. Peter Jahrling.
Y el que es mi preferido: Black Mirror. En esta -otra- antología de Netflix, Topher participó en el segundo episodio de la quinta temporada, Smithereens, junto a Andrew Scott (Fleabag) en el papel de Billy Bauer, una suerte de Mark Zuckerberg que se encuentra en un retiro espiritual cuando se ve inmerso en un posible crimen.
No deja de resultar curioso que, teniendo en cuenta que en apariencia física apenas cambia de un papel a otro, sea tan difícil reconocerlo o ubicarlo. Supongo que esa es la esencia de los «Anda, este».
Este año lo vamos a ver en Irresistible, una comedia junto a Steve Carell, así que cuando lo veáis aparecer, acordaos de mí 🙂