En el maravilloso universo Roald Dahl, en el que siempre hay un niño protagonista rodeado de malvados adultos que han olvidado lo que es ser un niño (o que directamente niegan haberlo sido jamás), en dos ocasiones -que recuerde- ese protagonista no era un niño, sino una niña: Sophie, en El gran gigante bonachón, y la mágica y maravillosa Matilda.
Fue libro de obligada lectura en infinidad de colegios y, en 1996, se llevó a la gran pantalla. Aunque la estética de los padres de Matilda se alejaba bastante de la que nos sugería el libro (Danny DeVito y Rhea Perlman interpretaban ese papel), el personaje de Matilda era tal como nos la habíamos imaginado. Y esa era Mara Wilson, que por entonces tenía 9 años.
Como anécdota, contaros que fue en Matilda la primera aparición en cine de Craig Lamar Traylor, el que después fue el mejor amigo de Malcolm en Malcolm in the middle.
Pues yo sé que os va a costar creer esto, pero Matilda creció. Es un poco como lo que te pasa con los niños de los demás, que los recuerdas de una manera y cuando los vuelves a ver y descubres que han crecido te llevas un susto. Pues eso nos pasa con Mara: la conocimos de niña (y sólo de niña) y da susto enterarse de que ya tiene 30 años.
Antes de ser Matilda, Mara ya había despuntado como estrella infantil protagonizando Sra. Doubtfire con Robin Williams y Milagro en la ciudad. Y después de ser Matilda protagonizó, un año después, El hada novata. Pero, tras eso, y como les ha pasado a tantas estrellas infantiles, la luz del estrellato se fue apagando. Después de eso, y hasta la actualidad, podemos contar con los dedos de las manos sus participaciones en televisión.
Básicamente, y haciendo un rápido repaso mental, creo que podemos dividir a los adultos que fueron «niños estrella» en cuatro grupos: los que siguen actuando (como los gemelos Sprouse), los se apartaron por completo de la actuación y no quieren saber nada de ello (como el propio Craig Lamar), los que se sienten orgullosos de haber sido una estrella infantil (como Gordi de Los Goonies) y los que juegan con la idea de que haber sido una estrella infantil es una putada mierda dificultad para sus carreras. Mara está en este último grupo, y se preocupa de dejarlo bien patente.
Actualmente Mara vive en Nueva York y se define a sí misma como escritora. Se la puede leer en su blog, aunque no ha vuelto a publicar en este medio desde que su libro saliera a la venta. En ¿Dónde estoy ahora?, cuenta cómo fue para ella el estrellato, cómo lo sobrellevó durante su infancia y cómo le ha afectado en su desarrollo como mujer adulta.
Penguin (editorial que lo publica) lo describe así:
En este libro divertido, honesto y conmovedor, la amada estrella de Matilda y la Sra. Doubtfire relata su viaje único de la fama accidental a la relativa-pero feliz-oscuridad.
Se promociona como escritora a través de su cuenta de Facebook, donde cuenta con más de cien mil seguidores, y de twitter, donde la siguen más de trescientos mil usuarios para ver, por ejemplo, cómo se corta el pelo xD
Got my hair cut today. I’ve missed you, @SamBrocatoSalon! pic.twitter.com/K8vu98IBnM
— Mara Wilson (@MaraWilson) 19 de junio de 2017
Además de escritora, Mara empieza a destacar como monologuista.
Es fácil encontrar vídeos suyos por toda la red subida a un pequeño escenario interpretando monólogos que ella misma escribe, o siendo anfitriona de noches de micro relativamente populares como What are you afraid of? (¿De qué tienes miedo?)
Aunque, en estos monólogos, sigue siendo tema recurrente el de su etapa de estrella infantil. Ella misma se queja, a menudo, de que la gente es incapaz de verla como una mujer porque «nunca dejarán de ver en mí a la niña de Matilda«. Y las cosas como son: tiene más razón que un santo.