En contra de las armas y de unas políticas militaristas de la UE

Por Tica Font

 

Los 28 países europeos han asumido las peticiones de Trump y la OTAN de incrementar su presupuesto de Defensa hasta el 2% del PIB y destinar hasta el 40% de su gasto en capacidades, es decir en renovar en armamento. Todos los gobiernos de la UE lo han aceptado y se han marcado plazos para cumplir con este compromiso. Al mismo tiempo, se han comprometido en impulsar la política común de defensa de la UE. En el 2017 el Consejo de Asuntos Exteriores de la UE aprobó poner en marcha la Cooperación Estructurada Permanente (PESCO), iniciativa que faculta a los Estados Miembros a coordinar objetivos en el ámbito de seguridad, adquisiciones de material bélico y operaciones conjuntas de defensa y paz.

Las mujeres de WILPF España (Liga Internacional de Mujeres por la Paz y Libertad) mostramos nuestro apoyo a ayudar a las empresas a innovar en todo aquello que incrementa la calidad de vida de las personas, pero no a innovar en armas. A las mujeres nos indigna que las compresas que usamos con regularidad paguen IVA y que entre las nuevas medidas que se barajan, se plantee la posibilidad de eliminar el IVA a la industria de armas y por consiguiente a las armas.

La Comisión Europea a mediados de junio de 2018 presentó tres proyectos para impulsar una defensa europea propia y sus presupuestos asociados. Económicamente el más relevante es el Fondo Europeo de Defensa, que en el próximo presupuesto 2021-2027 estará dotado con 13.000 millones de euros. El segundo proyecto se le llama Fondo Europeo para la Paz, para financiar los costes comunes de las misiones militares propiamente europeas en el exterior, estará dotado con 10.500 millones de euros.

En los últimos 10 años los ciudadanos de la UE hemos visto cómo se recortaba en sanidad, educación o prestaciones sociales, pero atónitamente comprobamos que en la UE sí que hay fondos para impulsar proyectos destinados a impulsar las guerras. Lo que necesitamos es que se reviertan estas políticas y no impulsar políticas militaristas.

El Fondo Europeo de Defensa se estructura a través de dos ventanas. La primera,  “ventana de capacidades”, está dotada con 1.000 millones de euros anuales en el ejercicio 2021-2027, a través del Programa Europeo de Desarrollo Conjunto de Capacidades en Defensa (EDIDP) . Su finalidad es ayudar a financiar a aquellos estados que de manera conjunta adquieran un mismo material militar, que les salga más económico. El esquema de financiación prevé que por cada euro invertido por la UE, los Estados miembros destinen cuatro euros de su presupuesto, lo que equivale a que se destinaran en total 5.000 millones de euros anuales a la adquisición de material militar. Estas ayudas a los estados se complementarán con otros instrumentos financieros como pueden ser la generación eurobonos de defensa y que estos gastos no computen como déficit público.

Muy paradójico, hasta ahora la UE controlaba los presupuestos de cada Estado para que no sobrepasen el gasto público, sobre todo en gasto social, ahora quien incentivar que gasten en armas.

La otra ventana, “ventana de investigación”,  dotada con 500 millones anuales en el ejercicio 2021-2027, a través del Programa Europeo de Investigación en Defensa (EDRP) y que tiene por finalidad incentivar, a través de fondos europeos, la investigación en nuevos proyectos de material de defensa tecnologías innovadoras en materia de seguridad y defensa, en las áreas de electrónica, metamateriales, encriptación, drones o robótica. Esta ventana prevé la financiación directa a la industria de defensa  para que lleve a cabo actividades conjuntas de investigación en tecnología innovadora, con una intensidad de hasta el 100% de los costes directos más un 25% en concepto de ayudas para costes indirectos.

El apoyo al tejido industrial de Defensa incluyen Pymes, Start-Up, e incluye el  acceso a la financiación como usar el Fondo Estructural y de Inversión o usar los fondos del Banco Europeo de Inversiones (fondos que habrá que reorientar para esta finalidad) o exenciones del IVA.

Por otra parte todos estos fondos impulsaran una industria europea de armas  frente a la industria norteamericana, con la que habrá que competir por los mercados mundiales, por lo que todo ello puede comportar una nueva carrera de armamento mundial.

Tica Font es pacifista, miembro de WILPF España (Liga Internacional de Mujeres por la Paz y Libertad).

 

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