Las mujeres y la edad de trabajar

Por Nuria Martínez Moreno 

¿Qué edad es la buena para trabajar? No es una pregunta baladí, y seguro que ningún hombre se la plantea, y sin embargo es la espada de Damocles que pende sobre todas nosotras, y especialmente las que hemos decidido compaginar nuestra carrera profesional con nuestra vida personal. Cuando aún ni me planteaba formar una familia, recuerdo a un redactor jefe de la Agencia EFE que dijo una frase que, entonces me impactó, y que he recordado a lo largo de toda mi vida: ‘Las mujeres sois mejores periodistas que los hombres hasta que tenéis hijos’.

Con los años, he confirmado una y otra vez que no es cierto. No, no es que al tener hijos seamos peores profesionales: lo que ocurre es que el mercado laboral -quienes deciden- nos pone toda una serie obstáculos nada difíciles de salvar.

‘Ahora no, porque puedes quedarte embarazada’

Hace catorce años, un gran laboratorio farmacéutico me ofreció la dirección de comunicación de su fundación. Por aquel entonces mis hijos tenían 10 y 6 años y yo estaba empeñada en conciliar. Y esa condición fue lo primero que puse encima de la mesa a la hora de negociar. Ningún problema hasta que una persona de Recursos Humanos me llamó para cerrar una simple reunión de trámite y firmar el contrato. Le pedí un cambio de hora porque coincidía con la salida del cole de mis hijos, y me respondió ‘¿Pero quién te has creído que eres? Aquí no conciliamos ninguna y tampoco lo vas a hacer tú”.

Obvio que rechacé el puesto, pero también me di cuenta de que, en la mayoría de las ocasiones, la teoría de las empresas está muy lejos de sus prácticas reales. Fue entonces cuando monté mi propia empresa. Una empresa compuesta sólo por mujeres, donde el teletrabajo nos permitió a todas adaptar nuestros horarios y cumplir con nuestros objetivos laborales y nuestros compromisos personales.

Durante nuestra edad fértil, y en cualquier entrevista de trabajo, siempre ha habido un punto de inflexión cuando el entrevistador te preguntaba : ¿Tienes hijos o piensas quedarte embarazada? Dependiendo de tu respuesta, la conversación girará hacia un lado u otro. Y ahora que está prohibido preguntarlo, puede que se dé por hecho.

Baja maternal, lactancia, reducción de jornada, ausencias por enfermedades de los hijos, son problemas que muchos contratadores plantean como un elemento de desventaja para las mujeres, especialmente para aquellas que aspiran o hemos aspirado a ocupar puestos de responsabilidad. Y mientras trascurren esos años, te consuelas pensando que, cuando tus hijos hayan crecido, tendrás todo el tiempo del mundo para dedicarle a tu trabajo. Sin embargo, lo que nunca piensas es que las canas van a ser tu siguiente problema.

‘Ahora no, porque estás sobrecualificada’ 

Y los años pasan, y cuando te das cuenta, las criaturas están en la Universidad y sientes que todas las horas que has dedicado a esperas en el pediatra, tutorías, hacer los disfraces de carnaval o fiestas interminables de cumpleaños vuelven a ser tuyas. Te sientes con fuerzas para acometer nuevos proyectos. ¡Por fin nadie me va a preguntar si voy a tener hijos o tengo hijos pequeños porque ya tengo la menopausia! Y es entonces cuando te llega el hachazo más fuerte: eres mayor y tienes demasiada experiencia.

Hace unos días, una persona que trabaja en una ETT me comentó un caso concreto: a sus manos había llegado el curriculum de una mujer de 56 años con una larga trayectoria profesional y que se adecuaba a un puesto que un cliente le solicitaba. Cuando les propuso a esta candidata, se topó con la sorpresa de que la exigencia máxima, por encima de la formación y la experiencia, era tener una edad comprendida entre los treinta y los treinta y cinco años.

Es imprescindible que nuestra sociedad dé solución a este problema que a todas, a una edad u a otra, nos acaba afectando. No dejemos morir el movimiento que, en torno al 8 de marzo, reunió a abuelas, madres e hijas. Desde nuestros puestos en las empresas, desde las Administraciones Públicas y organizaciones políticas y sindicales, desde todos los ámbitos sociales, hemos de trabajar juntas para ocupar, de una vez por todas, el lugar que por derecho nos corresponde.

Nuria Martínez Moreno es socia directora de Taller Activo de Comunicación y colabora con la comunicación estratégica de numerosas organizaciones y empresas.

1 comentario

  1. Dice ser Susi

    A los hombres no les preguntan esas cosas pq no concilian. Una cosa, en este artículo hablas solo de ti y de conciliar. Eras madre soltera? El padre de las criaturas no podía adaptar el horario como tú? Es q el verdadero machismo está ahí. No sé trata de w mamá teletrabajo y papá siga con sus vida. Se trata de q ambos pringuen por igual. Si el niño se pone malo al año 10 veces y lo llevas al.medico tu la 10 veces, está claro q faltas 10 veces. Si se divide entre ambos faltas la mitad. Vamos creo q está claro. Mientras se siga viendo la conciliación como «a ver cómo hacemos para q las señoras cuadren trabajo, casa y niños» no vamos a ninguna parte, pero a ninguna. Lo peor es q las propias mujeres tb lo ven así. Incluso tu misma, ya que en ningún momento has mencionado al padre de las críaturas

    11 abril 2018 | 12:21

Los comentarios están cerrados.