¿Revolución sin mujeres?

 

Por María Teresa Fernández Ampié

“Mire compañera, la verdad es la revolución no se puede hacer sin la participación de las mujeres”

Inicio de la canción El cenzontle pregunta por Arlen, dedicada a Arlen Sui, mártir de la Revolución en Nicaragua.

Hoy 19 de julio se cumplen 37 años del triunfo de la Revolución Popular Sandinista en Nicaragua, un hecho que marcó tanto la historia del país, sino la historia personal de quienes vivimos ese momento de transformación social. Como muchas mujeres de mi generación participé en la lucha contra la dictadura somocista en el movimiento estudiantil, levantando  barricadas, y con la Revolución en las distintas tareas, la alfabetización, la recolecta de algodón y café para que el país obtuviera divisas…

Así conocí a muchas mujeres en las tareas de la Revolución Popular Sandinista: obreras agrícolas o campesinas, como Nubia Quintero. Ella con 27 años se involucró en la revolución y además de aportar en las tareas de la causa, era madre de cinco hijos y productora. Dedicaba una buena parte de su tiempo a cosechar maíz y ajonjolí, a pesar de no tener tierra propia. Participaba en la revolución con la esperanza de un futuro mejor para ella, para sus hijos y su país.

Desde el 2006, cada año las mujeres rurales organizadas le recuerdan al Gobierno de NIcaragua que tiene una deuda con las mujeres rurales. Exigen que se cumpla la ley que otorga tierra a las mujeres. Imagen: coordinadora de mujeres rurales.

Desde el 2011, cada año las mujeres rurales organizadas le recuerdan al Gobierno de NIcaragua que tiene una deuda con las mujeres rurales. Exigen que se cumpla la ley que otorga tierra a las mujeres. Imagen: coordinadora de mujeres rurales.

Como Nubia, conocí a muchas mujeres campesinas, algunas productoras y otras obreras agrícolas que trabajaban para grandes terratenientes, pero soñaban con tener una parcelita. Ellas y yo creímos que al triunfar la revolución, todas y todos seríamos beneficiados por igual. Sin embargo la reforma agraria iniciada en 1981, dos años después del triunfo, aunque reconocía el derecho de las mujeres a tener tierra, nos demostró que no fue así: de cada 100 personas a las que se entregó tierra, solamente 8 fueron mujeres. De esa manera, sin proponérselo, la revolución también contribuyó a  invisibilizar a las mujeres en el campo, y siguió la vieja cultura patriarcal de no reconocer a las mujeres como sujetas políticas de cambio y agentes de la producción agrícola.

Que la tierra estuviera en manos de los hombres era visto como algo normal, pero el involucramiento de muchas en cooperativas y otras formas organizativas y la necesidad de tener sus propios recursos como sí los tienen los hombres, les fueron abriendo un horizonte de derechos que ellas no conocían. Tanto así que hoy Nubia es la Presidenta de la Cooperativa Nuevo Amanecer, en la Comunidad Lechecuagos, del departamento de León, en Nicaragua. Después de la revolución, Nubia reconoce que las mujeres descubrieron que podían hacer muchas cosas que se consideraban tareas de hombres, como ser dueñas de la tierra, pero lamenta que aún después de tantos años, muchas no tengan parcelas propias.

En Nicaragua como en aquellos años, el gobierno sandinista hoy (en su tercer período de gobierno) afirma que no se puede hacer la revolución sin la participación de las mujeres, pero decirlo no es suficiente, como no lo fue en los años 80.  En aquel momento fue la reforma agraria la que representó la esperanza perdida, hoy tenemos la ley 717, Ley Creadora de un Fondo para compra de Tierra con Equidad de Género para mujeres rurales, aprobada en 2010 por una mayoría de diputados sandinistas y de los partidos de oposición, pero que hasta la fecha no se cumple, ya que no se asigna la partida presupuestaria que le corresponde en el Presupuesto General de la República.

Nubia, y miles de mujeres que alquilan tierra, piden prestada o producen a medias en tierra que no es suya, cada vez que llega la celebración de la revolución, esperan que por fin al Gobierno no se le pase la oportunidad de pagar la deuda que tiene pendiente con las mujeres rurales.

Pagar esa deuda contribuiría a una mayor participación política de las mujeres en organizaciones, cooperativas, salir de la violencia, negociar en el núcleo familiar, producir agroecológicamente, tener mayores ingresos para ellas y sus  familias, tener activos productivos para su empoderamiento y alcanzar una vida de bienestar.

María Teresa Fernández Ampié preside la Coordinadora de Mujeres Rurales de Nicaragua. Casi 20 años trabajando a favor de los derechos de las mujeres rurales nicaragüenses, promueve la organización y la participación activa de las mujeres en su propio empoderamiento y desarrollo.

5 comentarios

  1. Dice ser Jesús

    Revolución es manipulación. «Revolucionarios» llaman a esos grupos de ultraizquierda que asesinas indiscriminadamente campesinos e indígenas que viven tranquilos y felices en sus comunas por no incorporarse a la «lucha». En esa misma líneas están las campañas de determinados organismos públicos: «mujer, lucha por tus derechos». Es decir, los hombres no tenemos que luchar, los hombres al puticlub o a ver el fútbol. Son campañas que pretenden culpabilizar a las mujeres de las discriminaciones sociales.

    19 julio 2016 | 12:30

  2. Dice ser las mujeres no son tannegativas como pretenden mostrar

    Revolucionen instagram para que no indignifiquen el cuerpo femenino.
    No puede ser que un pezón, algo tan natural, tan fuente de vida, tan lindo, sea censurado como parte negativa de la especie humana.
    Que no existe esa negatividad que pretenden presentar algunos medios para con ellas. Que un pezón no es razón del fin del mundo mundial.

    19 julio 2016 | 12:30

  3. Dice ser igualdad, sí, sí...

    ¿Cuándo han dicho los países más avanzados enlibertades que una mujer cobrará lo mismo que un hombre?
    ¿En qué año, cuánto falta?
    De libertades, derechos humanos e igualdad, una patata lso gobiernos de este mundo al mundo dan. Después dicen que somos una especie racional, inteligente, espabilada, que somos capaces de ir la luna a dar pasos… pero aquí, en este planeta, ni una brizna se mueve apenas.

    19 julio 2016 | 12:34

  4. Dice ser Yesus

    Yo personalmente creo en la equidad entre todos y como hombre defiendo tener los mismos derechos que las mujeres en cosas en las que tenemos menos, como por ejemplo las custodias o las vacaciones por paternidad.
    Por otra parte, como ser humano, que tiene mujeres que aprecia a su alrededor, como mi madre o mi pareja, creo en la necesidad de que las mujeres tengan igualdad en muchas cosas en las que ahora están claramente discriminadas, como por ejemplo el salario, por mencionar 1 entre mil.
    Por último, y tras observar el día a día de este mundo, tras mirar los puñeteros telediarios, con sus magníficas noticias… siempre ando con la duda, de si no sería mejor que se diera la vuelta a la tortilla y las mujeres empezaseis a manejar el cotarro o más parte de el y tal vez con un toque distinto u otra manera de ver las cosas, esta cloaca en la que a veces vivimos cambiaría un poco. No lo se, no es una certeza que pasaría, pero desde luego que ahora no tenemos más que puñeteras guerras, atentados y gañanes haciendo perder la fe en la humanidad.

    No digo que toda la culpa sea nuestra (de los hombres), pero quizás valdría la pena cambiar de aires.

    Saludos!

    22 julio 2016 | 09:51

  5. Dice ser voyante

    Muy buen blog, gracias por detalles sobre el disparo, que va a hacer a crecer.

    16 agosto 2016 | 15:13

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