Caddy Adzuba: el verdadero precio del coltán

Por Júlia SerramitjanaJulia Serramitjana

Caddy Adzuba empieza lanzando el siguiente dato: cada día 40 mujeres son violadas en su país, la República Democrática del Congo. La cifra me entra por los oídos, la proceso y me va directamente al estómago.  ¿Lo he oído bien? Sí, 40 mujeres al día. ¿Por qué?

Caddy tiene un año más que yo. También es periodista. Trabaja para Radio Okapi, una emisora de la Misión de Naciones Unidas. Está amenazada de muerte desde que denunció la violencia sexual que sufren las mujeres de su país, en guerra desde 1996. Ha estado a punto de morir asesinada en dos ocasiones. A pesar de ello, sigue trabajando para dar a conocer esa realidad. Conozco a pocos periodistas de mi edad con una trayectoria y valentía como la suya.

Sigo repasando su biografía mientras la escucho durante el III Foro Internacional DevReporter en el que se debatió si el periodismo es un estímulo o un obstáculo para la comprensión global del mundo. Los datos sobre su país van cayendo en mi estómago: más de 25 años de guerra, el conflicto que más víctimas mortales ha provocado desde  la Segunda Guerra Mundial.  Miles de mujeres violadas. Y, aún así, el silencio mediático sigue imperando. ¿Por qué?

Caddy Adzuba (dcha) junto a la periodista Montse Santolino en el Foro DevReporter celebrado en Barcelona. (c) Bibian Escudero

Caddy Adzuba (derecha) junto a la periodista Montse Santolino en el Foro DevReporter celebrado en Barcelona. (c) Bibian Escudero

Ella sabe mucho de esto. Como fundadora de la red ‘Un altavoz para el silencio’, es perfectamente consciente de que lo que no se visibiliza no existe a los ojos del mundo, anestesiado por unas coberturas mediáticas  superficiales y centradas sólo en la catástrofe y el desastre.

Desde su perspectiva como periodista, Caddy cree que nos falta profundización en temas tan complejos. “De la República Democrática del Congo sólo os llega que nos hemos matado los unos a los otros”, afirma.

Allí, a las poblaciones se las ha infra-informado con intenciones perversas. Es difícil acceder a la información, cuenta Caddy. Pero aquí no tenemos excusa: “Estamos muy decepcionados de cómo os llega la información desde allí”, sentencia.  Estoy de acuerdo, tenemos que superar la cultura del desastre.

El conflicto que vive el país está causado en gran parte por controlar los yacimientos de coltán, un mineral clave en las nuevas tecnologías como los teléfonos móviles. Las violaciones y abusos a mujeres llevadas a cabo por los combatientes han sido utilizadas como arma de guerra por todos los grupos implicados. Una realidad compleja y difícil, que los periodistas tendemos a simplificar como un mecanismo para afrontar la complejidad.

Caddy termina su charla. Salgo del auditorio. “¿Qué hacer ahora con toda esta información en el estómago?”, pienso.  Del 22 al 25 de febrero se celebra el Mobile World Congress en mi ciudad, en Barcelona. Cada año las portadas de los diarios, las radios y las teles abren los informativos explicando el lleno descomunal de hoteles y el gremio de taxistas aparece en los medios explicando que no dan abasto. Poco más.

¿Qué tal si abrimos el foco y hablamos en los medios de cómo la guerra provocada por el coltán, el mineral esencial para fabricar los móviles que usamos acaba causando que 40 mujeres al día sean violadas en otra parte del mundoEl famoso efecto mariposa.

Caddy vino a recordárnoslo un día de febrero, pero ahora nos toca a nosotros desde aquí seguir repitiéndolo e insistiendo para que se visibilice esa realidad.

Júlia Serramitjana es periodista y trabaja en Oxfam Intermón

6 comentarios

  1. Dice ser Cyrano

    Artículo completamente sesgado, nuevo ejemplo de «mal periodismo».
    Entre los principales productores Mundiales del Coltán, figuran países como CANDA y AUSTRALIA. ¿Cuántas violaciones hay allí por tales minas?.
    Asociación estúpida e interesada la «República democrática del congo» es un ESTADO FALLIDO desde antes de su creación.
    La muerte, la violencia y la corrupción rampantes existían antes y existirán después del Coltán.

    PRETENDER asociar ese fracaso con la potencial explotación del Coltán en Ciudad Real, es, como mínimo una simplificación y, como probable un sesgo interesado.
    Patético.

    10 febrero 2016 | 10:18

  2. Dice ser Oscar

    De numeros vamos mal eh

    La estimacion de bajas en la segunda guerra mundial esta entre 40 y 70 millones, segun como de optimista/pesimista sea la fuente.

    Y en un pais como la RD Congo en la situacion en la que esta y teniendo casi 75 millones de habitantes, 40 violaciones diarias me parece una cifra mas que optimista diria que ilusa, pues da un indice de 0,2 violaciones por cada 1000 habitantes/año… lo he buscado por curiosidad y las estimaciones que he encontrado casi se aproximan a 1100 violaciones diarias.

    10 febrero 2016 | 10:54

  3. Dice ser Cyrano

    Que bueno que borreis los comentarios que, aunque fundadamente, no os «gustan» es la «libertad de opinión que pregonan muchas y cumplen pocos.-

    Pues lo dicho, una vergüenza de noticia, capsiosa y sesgada que pretende relacionar la posible apertura de minas de Coltán en Ciudad Real con la experiencia de un estado fallido como República democrática del Congo.
    Una vergüenza de artículo. Menos mal que la misma autora habla de «no querer simplificar el tema»..y luego lo hace descaradamente. Ni mención a los odios entre etnias antagónicas, ni mención a la pobreza rampante…

    Obviando que en países como CANADA y ASUTRALAIA se producen miles de toneladas de coltán sin «violaicones ni matanzas».

    Hecho de menos cuando el periodismo era una profesión ejercida por gente con experiencia y que buscaba INFORMAR a la opinión pública en lugar de INFLAMAR.

    10 febrero 2016 | 13:07

  4. Dice ser Digo La verdad.

    Que bueno que borreis los comentarios que, aunque fundadamente, no os «gustan» es la «libertad de opinión que pregonan muchas y cumplen pocos.-

    Pues lo dicho, una vergüenza de noticia, capsiosa y sesgada que pretende relacionar la posible apertura de minas de Coltán en Ciudad Real con la experiencia de un estado fallido como República democrática del Congo.
    Una vergüenza de artículo. Menos mal que la misma autora habla de «no querer simplificar el tema»..y luego lo hace descaradamente. Ni mención a los odios entre etnias antagónicas, ni mención a la pobreza rampante…

    Obviando que en países como CANADA y AUSTRALIA se producen miles de toneladas de coltán sin «violaciones ni matanzas».

    Hecho de menos cuando el periodismo era una profesión ejercida por gente con experiencia y que buscaba INFORMAR a la opinión pública en lugar de INFLAMAR.

    10 febrero 2016 | 13:09

  5. Dice ser Laura

    Si una periodista premiada y reconocida como Caddy Adzuba habla de lo que ha visto en primera persona en Congo, ¿quienes sois vosotros para rebatirlo? ¿Vivís allí?

    Primero, ¿qué tiene que ver que Canadá y Australia produzcan coltán? Estamos hablando del problema que genera en Congo, donde no se está regulando su extracción como sería necesario porque las empresas europeas se están aprovechando. Si en Canadá no genera ese problema pues bien por ellos!

    Segundo, creo que no pueden parecer optimistas ningunas cifras de violación.

    La extracción de coltán en Congo genera muerte y violaciones.

    10 febrero 2016 | 17:58

  6. Dice ser ciudadano

    Coltan en Australia y Canadà? va a ser que no, profundiza un poco en esa información…

    11 febrero 2016 | 07:33

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