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"Sin música, la vida sería un error". (Friedrich Nietzsche).

Los nuevos hipsters de la música

Hace unos días, un amigo me envió un interesante reportaje de una popular web de Internet y nuevas tecnologías, thenextweb.com, en el que un autodenominado geek de la música compartía con los lectores sus vehículos preferidos para descubrir nuevas y estimulantes propuestas musicales. El tipo, llamado James Aviaz (en la foto), citaba sus plataformas preferidas para tal menester: por un lado, las muy conocidas radios online Lastfm o Pandora (esta última accesible exclusivamente desde EE UU de un tiempo a esta parte). Por otro, las menos populares -al menos a este lado del charco- Rdio, Tastekid, Flookon o Songza. Aviaz también se refería en el artículo a webs como The Hype Machine o la australiana We Are Hunted, que le permiten saber qué es lo más cool del momento y, por supuesto, a sitios webs imprescindibles para todo melómano como Pitchfork y las redes sociales que todos conocemos, Facebook y Twitter, amén de otras muchas webs que le permitían estar siempre al tanto de lo nuevo y más prometedor de la escena underground.

En mi caso, y a pesar de que he usado y sigo usando algunas de esas plataformas (gracias a las cuales he descubierto auténticas joyas), no deja de ser curioso que mi principal vía para conocer nuevos grupos -o al menos, grupos que me acaban gustando realmente- siga siendo la misma que hace años: conciertos, publicaciones musicales de referencia y, principalmente, amigos en cuyo criterio musical confío plenamente. La gente como el tal Aviaz, tanto en el mundo anglosajón como en su versión patria (y algo más garrula) responde al típico perfil de hipster musical: alguien que conoce cientos de miles de nombres de nuevos grupos pero que no es capaz de dedicar a cada uno más de una escucha, no sea que mientras lo hace se pierda la aparición repentina de algún que otro grupo imprescindible. Son aquellos que hace no tanto acumulaban en sus discos duros centenares de gigas de música descargada a través de Napster, eMule o Soulseek que nunca llegaron a escuchar, pero que les permía decir «¡claro!» cuando se les preguntaba si conocían lo nuevo de tal o cual banda. Gente que ha crecido y vive con la percepción de que la música es un bien de usar y tirar, pues es más importante la tendencia efímera que las propias canciones. Existen. Y dan grima.

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4 comentarios

  1. Dice ser Carla

    A estas alturas, y con tantísima información y opinión, me fio únicamente de mi propia oreja y de unos poqusimos tipos como tú. Aun así no me da tiempo a escuchar todo lo que me gustaría, ni todo el tiempo que querría.

    Carla
    http://www.lasbolaschinas.com

    25 noviembre 2011 | 16:12

  2. Dice ser Carpe-diem

    Tb mola mucho soundcloud 😉

    25 noviembre 2011 | 16:19

  3. Dice ser antonio larrosa

    Desde que me metí en Internet buscando lectores para mi Web y una editorial importante que se interese por mi obra no me queda tiempo ni para respirar., tienes mucha razón, el tiempo se nos escapa, y de música si no fuera por que voy a bailar un par de veces a la semana ni la escucharia
    clica sobre mi nombre

    25 noviembre 2011 | 19:57

  4. Dice ser Lupi

    Otra vez lo has clavado… De hecho mientras leía el post vi varias veces reflejada la cara de una persona en mi cerebro, el prototipo de Hipster musical, sin un criterio gustativo, sólo basado en lo que mola o no mola, una persona que hoy dice que Kings of Leon son una mierda y hace dos años ampaban a sus anchas por sus discos de varios y sesiones… Me desesperan. Luego te ven escuchando Pearl jam o Silver chair y te dicen:-eso lo escuchaba yo con 18!!!, a lo que tu les contestas:- Es que lo que era bueno en el 95 no deja de ser bueno porque pase el tiempo…
    Me tocan los cojones una barbaridad…. Creen que saben pero jamás aprendieron

    30 noviembre 2011 | 13:40

Los comentarios están cerrados.