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Luke en Bihar: viaje a Biraul

Por Luke Chapman (India, Médicos Sin Fronteras)*

Lo admito: a pesar de tener un buen par de meses para preparar las cosas para el viaje, he dejado parte de las compras para el aeropuerto de Heathrow. Necesito un sombrero para el sol. Llego a la terminal de salidas, con la seguridad de que encontraré una tienda de viajes. Pero al parecer estoy muy equivocado. Si hubiera querido caviar de Beluga, un Rolex o cualquier cosa de las que venden en el enorme outlet de Harrod’s, no habría tenido ningún problema. Las tiendas de Prada, Gucci y Tiffany&Co están todas situadas en una hilera, completamente vacías (por alguna razón esto me hace sentir cierta petulancia). Tras dar un par de vueltas por el ‘duty free’, desisto y opto por tomarme una cerveza. Ya me compraré la gorra en Delhi…

Aunque el vuelo es cómodo, no consigo pegar ojo. El obligado retraso de 30 minutos se hace efectivo y después se le suma la apatía de los despachadores de equipaje en Delhi, así que acabo llegando casi dos horas más tarde de lo que el pobre taxista había previsto. Sin embargo, se lo toma con buen humor, tal y como podrías esperar de un hombre que está acostumbrado a sortear el “sistema de circulación” de Delhi.

Me deja en un apartamento inesperadamente confortable, que tendré para mí solo durante los próximos días. Está al lado de la casa principal de huéspedes de MSF y, después de una muy necesaria ducha, me presentan a algunas de las personas que trabajan en la capital.

En MSF no faltan las siglas. En el curso preparatorio al que asistí antes del viaje, apenas si se soltaba una frase sin mencionar un TESACO, un FinCo o un MIO. En la formación, esto era cuanto menos desconcertante, pero ahora las siglas empiezan a materializarse. Por ejemplo, conozco a la FinCo (Coordinadora Financiera, nada que ver con tiburones o deportes acuáticos**), una encantadora señora filipina a una tarta de queso y arándanos pegada.

El pastel de queso y yo somos escoltados hasta la casa del Jefe de Misión, donde estamos invitados a un «brunch» dominguero. He intentado con todas mis fuerzas no crearme falsas expectativas sobre este viaje. Pero me habría sorprendido, por no decir otra cosa, que me hubieran dicho que el primer día estaría comiéndome una tostada con jarabe de arce y jugando con los hijos de algunos de los empleados de MSF.

Todo el mundo es encantador (como el pastel de queso y la tostada), pero la falta de sueño me ha dejado sin gran parte de mis habilidades sociales, así que me alegra poder volver al apartamento a dar una buena cabezada.

Los días siguientes pasan en un frenesí de briefings, registros, compra de sombrero y currys particularmente buenos. Pronto me encuentro en un avión rumbo a Patna, la capital del estado de Bihar. Dependiendo de lo que leas exactamente, si Bihar fuese un país, su renta per cápita sería la tercera más baja del mundo. Cerca de un 30% de la población vive por debajo del umbral de la pobreza en India, lo que significa que ganan algo así como 15 céntimos de euro al día o menos. La población supera los 100 millones de habitantes, y un 58% son menores de 25 años.

Desde Patna, se tardan no menos de siete horas en tres vehículos de MSF diferentes para llegar a Biraul, mi destino final. El número de kilómetros recorridos parece ser directamente proporcional al de baches encontrados y al de niños cada vez más delgados. Finalmente, nos depositan, a mí y a una gran nevera con la que he compartido gran parte del viaje, delante de la casa de los expatriados, situada a las afueras de la ciudad.

Una pandilla de niños que no pueden tener más de 5 años me reciben con sonrisas, saludos con la mano y un contradictorio «¡hasta luego!». De pronto, me invade el típico sentimiento de “¿qué demonios estoy haciendo yo aquí?”. Supongo que tengo seis meses para descubrirlo.

(Continuará)

——

* Luke Chapman es médico del proyecto de desnutrición infantil de MSF en Biraul, en el estado indio de Bihar.

** en inglés, “fin” significa aleta.

1 comentario

  1. Dice ser ANTONIO LARROSA

    ¡¡Buen viaje chicos!!

    No cliqueis sobre mi nombre

    06 julio 2012 | 19:37

Los comentarios están cerrados.