Luces y sombras de uno de los mayores corruptos de la Historia de España: el Duque de Lerma

El Duque de Lerma (Wikimedia Commons)

El Duque de Lerma (Wikimedia Commons)

Llevamos en este país hablando sin parar de corrupción casi ocho años sin parar. Mucho. Lamentablemente, demasiado. Precisamente, cuando apenas empezaban a salir a la luz los grandes escándalos, allá por 2008, el escritor sevillano Teo Palacios (Dos Hermanas, Sevilla, 1970) redescubría en un viaje a Lerma a uno de los mayores corruptos de este país. No, no era Bárcenas, ni Rato, ni Jordi Pujol, ni los de los ERE…

Era Francisco de Sandoval y Rojas, primer Duque de Lerma, valido de Felipe III.

«Todos lo hemos estudiado en el instituto, pero, pese a su importancia, ha quedado relegado a un tercer o cuarto plano«, me explica Teo. Siete años de trabajo le ha llevado ponerse en las botas de Francisco de Sandoval, un personaje al que este escritor que le ha dado un nuevo ‘honor’: protagonizar la novela El trono de barro. Jaque al Duque de Lerma (Edhasa, 2015).


En España, la corrupción y la picaresca van en vena


9788435062909Su acercamiento al personaje histórico tiene trazas de la historia de un hombre hecho a sí mismo contemporáneo. Esas donde el éxito y la ascensión personal es también un sinónimo de fracaso moral y humano. Un hombre arruinado que gracias a su ingenio y a su falta de escrúpulos va medrando hasta llegar lo más lejos. Intrigas, sexo, venganzas, familia… todo se va mezclando en esta historia de ascensos y caídas. De intereses. De picaresca y supervivencia. Pura ambición. Una historia que transita de los palacios a las chabolas. Es una novela a ratos cruda, a ratos rocambolesca, pero casi siempre muy humana. Nuestro personaje iniciará su andadura al borde de la quiebra, pero hará todo lo posible por ganarse la confianza del futuro rey y hará que esa relación, y su ambición, le aúpen a lo más alto.

«En España, la corrupción y la picaresca van en vena», me dice el escritor cuando le insisto en estos temas tan actuales, «va en vena que el poderoso se quiera aprovechar mientras pueda, como el que los de la base de la pirámide no nos enteremos, nos metan morfina y no hagamos nada por cambiar las cosas cuando descubrimos qué hacen con nosotros».


El clan Pujol, por las ramificaciones entre familia y poder, es el caso que encuentro más similar, aunque en versión catalana, al Duque de Lerma


El Duque de Lerma sería uno de los corruptos por excelencia de la Historia de España, no hay dudas. Teo me dice que encabezó una lista de Forbes de corruptos de la Historia, pero yo no la he encontrado. «Hoy tenemos muchos candidatos a ser comparados con él», explica, «Bárcenas, Rato… Sin embargo, la mejor analogía la dijo el otro día alguien en la radio: la familia Pujol. Ciertamente, este clan, por las ramificaciones entre familia y poder de este caso de corrupción, es al que encuentro más similar, pero en versión catalana, al Duque de Lerma».

Recuerda el escritor el ‘pelotazo’ urbanístico del duque: comprar propiedades inmobiliarias baratas en Valladolid y posteriormente trasladar la Corte allí y vender; comprar propiedades en Madrid, abaratadas tras perder al rey; y volver a traer la corte a la capital. Advenedizos del siglo XXI, todavía os queda por aprender.

La palabra corrupción abunda en la entrevista y está tan íntimamente relacionada con el personaje como narrada en la novela. Pero, ay, ya os decía que la novela derrocha humanidad. Y esa es una parte que complica la visión de los ‘malos’, de los corruptos. Cuando vemos que es humano, cuando incluso podemos llegar a entenderlo. El problema es menor, es verdad, cuando hablamos de uno fallecido hace siglos.

Porque el Duque de Lerma también tiene un lado luminoso, que para este escritor ha quedado olvidado por la Historia. «Se opuso hasta el último momento a la expulsión de los moriscos«, me cuenta, «y ese colectivo estuvo más tiempo en España por él». Y continúa con sus logros: «Logró pacificar el reino con otras potencias extranjeras».

Al principio, confiesa Palacios, se interesó por el corrupto, pero poco a poco «sus luces y su aspecto más humano me acabaron llamando más la atención». «Y sobre todo sus aspectos más familiares, como cuando enviuda, él quiere casarse con la condesa de Valencia. Su primogénito se opone y el duque rechaza el matrimonio, convirtiéndose en la comidilla de la corte». Detalles, quizá de menos peso que sus crímenes, pero que hablan del ser humano tras ellos.

«Todos tenemos aspectos negativos y positivos, pero de él solo no contaron los negativos«, concluye.

¡Buenas lecturas!

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2 comentarios

  1. Dice ser Riverita

    Cuando se habla de uno de los mayores corruptos de la Historia de España, no olvidemos a Marianico el Cortico, o la Duquesa, o a Ansar, o a la Fallera Mayor, todos ellos no juzgados, pero algun dia lo seran. Todo esto es ficcion y por supuesto, todo supuestamente, no vayamos a tontas.

    15 diciembre 2015 | 08:29

  2. Dice ser Patriota

    Las «clases altas» de este País, en general, han sido y son una banda de corruptos y asesinos. Lo peor que le pudo suceder a España es «descubrir» América, ya que al calor de las riquezas que provenían de allí creció una nobleza consentida, vaga, despilfarradora, cruel, etc. De no ser por nuestra riqueza los Borbones se habrían quedadon en su casa, en Francia, y quizás seríamos una democracia desde hace siglos, pero lamentablemente no fue así, y aún sufrimos las consecuencias. Austrias, Borbones, ambas dinastías fueron como el novio pijo y vago que se casa con la nueva rica, inculta y pretenciosa… menuda combinación.

    15 diciembre 2015 | 11:52

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