23 de octubre: un día de Carlos, Austrias, Karlangas y novelas con polémica

Carlos rey emperador

Carlos rey emperador, serie de TVE

Qué peligro tienen las efemérides, las páginas y blogs que de ellas se ocupan (aquí tenemos el nuestro, El retrovisor de la Historia) y la Agencia EFE que nos las recuerdas a los periodistas. ¡Malditas sean todas! Ayer, al mirarlas con los compañeros de la redacción supe que el viajecito que os tenía preparado para hoy se había ido a hacer gárgaras. Hoy, la cosa va de Carlos. Y de Austrias.

Carlos Rey Emperador

Carlos Rey Emperador

Tal día como hoy, en 1520 —hace 495 años—, un jovencito rey de España, pero nacido en Gante, llamado Carlos protagonizó en Aquisgrán una ceremonia que debió ser macanuda (no me miréis así, la RAE lo acepta a pesar de sonar como de abuelo, ¡qué es un blog de novela histórica, leñe!). Allí, recibió la casulla de Carlomagno, su espada Joyeuse,  corona, cetro  y globo. Le estaban proclamando Emperador, líder y defensor de la cristiandad de la época.

Carlos I de España y V de Alemania está de moda. Tiene su serie, Carlos Rey Emperadoren TVE (alguien en la sala la ha visto, ¿la recomendáis?), y en estos días se está presentando una biografía (no ficción) titulada Carlos V. Emperador y hombre (Edaf), del historiador Juan Antonio Vilar Sánchez, que ha obtenido el XIII Premio Algaba.

¿Y novelas sobre él, su familia, sus amantes, su reinado, sus enemigos? Las que queráis. Desde la novela oficial de la serie, recién salida, hasta La pasión última de Carlos V (de María Teresa Álvarez, en Planeta),  Matar a Lutero ( de Mario Escobar, en Nelson), La conspiración de Yuste (de Víctor Fernández Correas, en La Esfera)… En novela es un tema que he transitado poco, así que espero vuestras opiniones.

Pero como decía, de Carlos de la causa Austria a Carlos de la casa Austria y tiro porque me toca. Y lo que toca son malos números, al menos para el segundo Carlos.

El archiduque Karlangas

Archiduque Carlos

El Karlangas.

Otro 23 de octubre, esta vez de 1705,  el Archiduque Carlos, que pretendía ser Carlos III de España, entraba, tras asedio y lucha, en Barcelona y se las prometía, ilusamente, muy felices. No sabía el pobre que jamás llegaría a ser rey de España, que los Borbones ganarían la conocida como Guerra de Sucesión y Felipe V le arrebataría la corona y el trono.

Y es leer algo sobre el Archiduque Carlos y no poder evitar pensar en él, en el Karlangas, como le llama Martí Zuviría, protagonista del best-seller Victus, de Albert Sánchez-Piñol. No aparece como personaje en esta novela, pero se habla mucho y mal del Archiduque y cómo dejó plantados a sus partidarios en la Península cuando vinieron mal dadas.

En algunos de aquellos barcos venían cartas que el Karlangas enviaba desde Viena. Creo que ya lo he contado: el muy cerdo nos había vendido, pero en sus reales cartitas nos decía que muy bien, bravo muchachos, seguid dando la cara por vuestro verdugo (Victus, Albert Sánchez-Piñol)

Ah, sí, sí. Esta Victus es esa polémica y célebre Victus, la del 11 de septiembre de 1714, la del asedio de Barcelona. Que a unos encanta, que a otros horroriza y que provocó una polémica política el año pasado. A mí, francamente, me pareció una gran novela, me enganchó y la devoré en pocos días. Y espero con ganas su continuación Vae Victus, que La Campana editará este otoño.

Es cierto que es una novela histórica escrita desde la óptica nacionalista catalana del siglo XXI. Sí, y por tanto hay cierta terminología, ciertas interpretaciones históricas que responden a esa visión. Ha provocado críticas y debates encendidos en la red. Nada de eso es impedimento para que sea una lectura tremenda (también lo dijo Arturo Pérez-Reverte en su momento), no sólo para los nacionalistas, sino también para los que como yo no tienen ningún interés por el independentismo catalán. No es perfecta (¿qué novela lo es?), pero tiene buenos personajes, buenos pasajes bélicos, críticas a todos los bandos, interesantes reflexiones sobre la ingeniería y la guerra de la época… Vamos, no me seáis niños: una novela es ficción; los escritores, es inevitable, hablan de su tiempo en sus obras aunque escriban del pasado y su autor tiene todo el derecho a hacer con la Historia lo que le plazca en su novela ¡Faltaría más!  ¿Acaso hay que ser un forofo del sionismo y el Estado de Israel para disfrutar de Éxodo, de Leon Uris?

Venga hombre, que hasta Rajoy se leyó Victus en el verano de 2013 y parece que no se le indigestó (dijo que era «muy interesante»).

Al final, las efemérides y los Carlos nos han llevado por unos derroteros muy extraños.

Leed, maldit@s, opinad y compartid.

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2 comentarios

  1. Dice ser El_Tesorero

    De acuerdo en lo que dices pero sólo una matización: al Karlangas no se le arrebató reino alguno, Felipe V accedió al trono porque así lo dispuso el testamento de Carlos II y porque así fue aceptado por los nobles del reino. Incluso llegó a jurar ante las Cortes aragonesas y catalanas. La guerra estallaría mucho después, cuando Inglaterra y Flandes se dieron cuenta del poder que acapararía Francia con el acceso al imperio español y sólo entonces instigaron al Archiduque a reclamar sus derechos sobre el trono.

    23 octubre 2015 | 20:27

  2. xx-siglos

    Gracias por tu matización El_Tesorero¡

    27 octubre 2015 | 09:05

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