La terrible experiencia de tener fobia a las pizzas en ¿Quién quiere casarse con mi hijo?

Y vamos con los dos tróspidos que quedaban por pasar por la máquina de despelleje.

ROI

«Roi es un genio» dice siempre la madre de Roi, pues que nos explique porqué o en qué. A no ser que la madre piense que genio es sinónimo de papanatas. Entonces sí. O que puedas ser un genio en fruncir el ceño y poner morros de pato como si fueras sexy.

Raúl el barbas le subió el desayuno a la cama a Roi y Roi lo consideró como una «tocada de huevos». Si es un poco más tonto le tienen que poner una bolsa en el culo para que no se cague en los desfiles.

«Odio que me lleven el desayuno a la cama«. Lo dicho, su inteligencia pasa desapercibida como un pedo en un jacuzzi. En el diccionario al lado de la palabra zoquete hay una foto de Roi poniendo morritos.

¿Por qué tiene un torso de anatomía en su habitación? ¿Hay algún psicólogo en los castings de este programa? ¿Y guardias de seguridad armados?. Respondan primero a la tercera pregunta.

El caso es que apareció la hermana casi gemela de la madre ¿Aquí todo el mundo tiene un gemelo? Esto no es un programa, es la nueva temporada de American Horror Story.

Y montaron una barbacoa.

Allí estaban todos, comiendo carne como si fueran zombies asesinos y hubiera oferta de sesos en la carnicería, y Sergi, que es vegano, como si estuviera mirando la matanza de Texas.

Sergi y Roi se fueron a hacer surf. Bueno, a perpetrar surf. Básicamente fue una sucesión de revolcones con las olas.

El profesor desesperado, ha dejado la enseñanza y ahora pone helados en un chiringuito de la provincia de Toledo. Ha dejado el surf, la playa y la esperanza.

Cada vez que Sergi argumenta en favor de la dieta vegana dios mata una vaca y se la hace a la plancha. Flaco favor le hace a la causa: «Las personas más inteligentes siempre son veganas: Lisa Simpson, Einstein…».

Lisa Simpson. Persona. Las personas son amarillas y tienen sólo cuatro dedos. Y el crack no es malo, Sergi, di que sí.

Gonzalo se presentó a una reunión sin barba sólo porque Roi le había preguntado si la llevaba siempre. Menos mal que no le preguntó por los cojones. Gonzalo se habría presentado andando como si se acabara de bajar de un caballo.

Estuvieron hablando de eso toda la tarde, la barba de Gonzalo se citó como doscientas veces, pero Puppy no se enteró mucho porque se había «tomado dos guisquis». Puppy es el Patricio Estrella de las transformistas.

Y Roi se compró otro busto de un señor. ¿Por qué? Probablemente porque los bustos de porcelana son los únicos que le aguantan.

En el momento expulsión Puppy iba vestida de Chun Li. Sólo le faltó ponerse a hacer gendansatsushus a los demás.

Gabi fue el expulsado. Dramón. Lloros. Abrazos desesperados.

 

ALEXIS

Alexis no es Gay. Pero hetero tampoco. Es así, no pasa nada.

Se fueron a comer a un restaurante regentado por un Mario Bros con alopecia que llevaba pendientes.

Xio nos iluminó sobre sus fobias: odia los pájaros, la pizza y las peluquerías. Las tres P infernales.

Pero a los pájaros lo que más: «Los pájaros tienen vida propia y te pueden picotear, pero las pizzas están quietas y no te hacen dada y a las peluquerías si quieres entro y si no, no», dijo. Brillante observación.

Si véis una pizza que se lance a la cara a comeros a vosotros o una peluquería que actúe como un vórtice que absorba la materia no se lo digáis a Xio que la acabáis de tarar.

El caso es que el calvo se quería pasar por el horno de piedra a Svetlana y Svetlana al pizzero, porque ella es como Rose en el Titanic: está buscando una tabla de salvación.

Y ojo el mal trago de la italiana de los 33 años prorrogables en la peluquería: «Esto no son extensiones cariño, son clips«, le dijo a la peluquera con una mala hostia como para acojonar a Chuck Norris. Me descojono. Claro y las tetas no son de silicona, son de carne sintética.

Ojo a las vestimentas de Armando. Le vamos a ver pronto en la tele. Haciendo auncios de Micolor. Armando pone una lavadora y se destiñe hasta la colada del vecino.

Alexis llevó a Loli a una tienda de bebés a comprar biberones. Discutieron por el color de los biberones, porque «no, Pitu, rosa no, que es de niña». Lógica aplastante. A un niño no se le puede poner nada rosa. Te lo quitan los de servicios sociales.

Y gran pregunta de la dependienta: «¿Cómo lo llevas tú? ¿Y el papi que tal?«. ¿Sabéis lo de Mari Carmen adelantando a Alonso? Pues justo detrás se veía a Alexis corriendo a explicar que él no es «el papi».

El caso es que Alexis, Loli y el retoño se comieron los morros, un beso que Loli definió como «hacer la tortuguita». Pero no se refería a que Alexis se le pusiera detrás y estirara mucho el cuello mientras gemía, sino a juntar los morritos. A los besos con lengua debe llamarlos «hacer la termomix».

Mientras, las demás la ponían a parir: «las cosas claras, está preñada«.

Xio fue más explícita y fue al fondo de la cuestión: «¿Tú crees que ahora mismo podría estar fornicando?«. Di que sí, Xio, porque una mujer que no puede fornicar es inútil. «¿Tú crees que esa mujer le pone para hacer tras, tras?», dijo la pajarofóbica.

Armando las puso a prueba a la hora de hacer tortillas. Svetlana cortaba las patatas como si estuviera acabando con su tercer marido con el punzón de picar hielo.

Alexis es un inútil. Se puso a jugar a tirar a Xiomara a la piscina y se cayó él también.

¡¡Y DESCUBRIMOS EL PORQUÉ DE NO QUITARSE LA CAMISETA!

Tiene tetas y pelo en la espalda. Pues normal, como buen macho ibérico, joder, de qué se avergüenza. Que se ponga un bañador turbo, se meta dentro el paquete de tabaco y a vacilar por la playa.

Y ya que estaban en la piscina se pusieron a rebozarse los hocicos, con tan mala suerte que las demás les pillaron. Tremenda tensión. «Es un golferío que te cagas», lo definió Valeria. Y Loli que ya se veía con padre para su hijo no rosa se llevó un sofoco que casi rompe aguas allí mismo.

Y llegó la eliminación: Alexis se cargó a Svetlana.

Y Svetlana dijo citando a Confucio: «un rey no puede estar rey pero un payaso puede estar un payaso«. Svetlana cita a Confucio cada cinco minutos. Confucio se revuelve en la tumba cada cinco minutos.

Lo malo es que Svetlana no se enteró muy bien de lo de la expulsión: «Yo pensé que Alexis estaba dando luz verde a mis relaciones con su padre». Sí, y el padre estaba dándole gas al coche para que Svetlana no le pillara.

«Chaaaaao, me voy con Armando», dijo. A tomar por culo. Claro que sí. Ya no se lleva lo de «hacerse la sueca». Ahora es «hacerse la Svetlana».

Esta señora, ¿por qué no adoptará un gato?

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