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"Sin música, la vida sería un error". (Friedrich Nietzsche).

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Canciones para empezar bien la semana: ‘Sixteen Saltines’, de Jack White

Hoy por hoy, pocos lo ponen en duda: Jack White es uno de los artistas más influyentes que ha dado la música en muchos años. Un talento excelso y prolífico al que respetan por igual los críticos más furibundos y el público masivo. Y un hombre que merecería estar en un hipotético podium formado por los tres artistas más influyentes del rock americano de la última década junto a Dave Grohl y Josh Homme. Y no sólo por su trabajo con The White Stripes, sino también por sus fantásticos discos con The Raconteurs y The Dead Weather, sus innumerables colaboraciones con otros artistas (Danger Mouse, Alicia Keys, Tom Jones…) y su faceta como productor.

Estos días el nombre de Jack White copa los medios por la reciente publicación de su debut en solitario, Blunderbuss. Cuando se cumple un año de la disolución del dúo que le dio la fama, Jack White se desmarca con un disco sobresaliente que le mantiene en la cresta de la ola. Su primer single, Sixteen Saltines, consta de varias frases que parecen dedicadas abiertamente a su antigua compañera de andaduras, Meg, a la que no ha vuelto a ver desde entonces. En concreto, el estribillo («¿Quién está celoso de quién?”) parece referirse directamente a la lucha de egos que, se presupone, estalló en el seno del grupo. Mal rollo. Pero en lo que a nosotros concierne, otro riff explosivo perfecto para arrancar esta semana y que, precisamente, recuerda más que otros temas del disco al añorado dúo. Si estáis de puente, disfrutadlo. Si no, también.

She’s got stickers on her locker
And the boy’s number’s there in magic marker
I’m hungry and the hunger will linger
I eat sixteen saltine crackers then I lick my fingers

Well every morning I deliver the news
Black hat white shoes and I’m red allover
She’s got a big mailbox, that she puts up front
Garbage in garbage out, she’s getting what she wants

Who’s jealous who’s jealous who’s jealous who’s jealous of who?
If I get busy then I couldn’t care less what you do
But when I’m by myself I think of nothing else
Than if a boy just might be getting through and touching you

Spike heels make a hole in a lifeboat
Jumpin’ and waving, I’m talking and laughing as we float
I hear a whistle, that’s how I know she’s home
Lipstick, eyelash, broke mirror, broken home

Force fed, force mixed ‘till I drop dead
You can’t defeat her, when you meet her you’ll be what I said
And Lord knows there’s a method to her madness
Bustin’ those jokes as I float in a sea of sadness

She doesn’t know but when she’s gonna sit and drink up a few
I’m sure she’s drinkin two, but wondering what for and who
And I’m solo rollin’. I’m one side off the boat.
Looking out, throwing up, a lifesaver down my throat
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Dolly Parton: country de silicona

Puede que muchos no lo sepan, pero la diva del country Dolly Parton goza en EE UU de una popularidad tal que tiene hasta su propio parque temático. Se llama Dollywood y está en Pigeon Forge, Tennessee. Unos amigos fueron a visitarlo y creo que la experiencia es como para mear y no echar gota. «Estábamos rodeados de rednecks blancos y obesos de la América profunda. Fue extraño», relata uno de ellos. Y encima les costó 50 dólares la broma. A quién se le ocurre, insensatos.

El hecho es que la neumática cantante y actriz, autora de más de 3.000 canciones, vuelve a estar de actualidad en lo estrictamente musical gracias al anuncio de Jack White (cantante de The White Stripes y The Raconteurs), de que será el encargado de producir su nuevo trabajo. Bajo su batuta grabará la vieja Dolly un nuevo álbum (y ya van 59) que sumará unas cuantas copias a las más de 100 millones que ya lleva despachadas.

«Espero que la gente vea que hay un cerebro bajo el pelo y un corazón bajo las tetas», dijo en una ocasión la legendaria cantante. No lo dudamos, Dolly. Desde luego hay que ser inteligente para poner un parque temático a 50 dólares la entrada y conseguir que la gente vaya.

Jack White y Alicia Keys

No sé qué tiene Jack White, pero todo lo que toca lo convierte en oro. El guitarrista y cantante de The White Stripes y líder de The Raconteurs ha logrado combinar dos elementos que habitualmente no suelen ir de la mano: el respeto y la admiración del público aficionado al rock independiente y el éxito mainstream más masivo. Lo primero, a base de discos gloriosos y directos vibrantes y llenos de autenticidad al frente de ambas bandas. Lo segundo, gracias al éxito internacional de The White Stripes y temas de indudable gancho como Seven Nation Army, que les auparon en lo más alto de las listas de medio mundo. Tanta repercusión les ha llevado a protagonizar momentos de super banda, como aparecer en un capítulo de los Simpson, tocar en los premios MTV o llenar estadios con una propuesta que, a priori, no parece la más comercial. Y es que, a veces, la buena música se abre paso por méritos propios.

Os cuento todo esto porque el bueno de White se ha marcado otro tanto al escribir y grabar a dúo junto a Alicia Keys Another Way To Die, uno de los temas centrales de la nueva película de James Bond, Quantum of Solace, que llegará a España el próximo 21 de noviembre. ¿El resultado? Un poderoso hit en el que se nota la mano compositiva de White, pero que conjuga perfectamente las influencias soul de la dulce voz de Keys (quien ya ha declarado su intención de contar con White para su próximo disco), con su gusto habitual por la crudeza de las guitarras y el regusto blues. Un tema no especialmente comercial ni pegadizo, pero sí lo suficientemente asequible para formar parte de esta banda sonora. Y una vez más, una diana en la imparable carrera del joven crack de Detroit, que vuelve a demostrar que sabe jugar con maestría cualquier carta que le echen.

Jack White & Alicia Keys: «Another Way To Die»:

Para los más curiosos, queda decir que la inicialmente elegida para grabar el tema no fue Alicia Keys, sino Amy Winehouse. Ésta grabó su propia versión con el productor Mark Ronson, pero sus continuos escándalos provocaron que los responsables del proyecto rescindieran su contrato cuando el tema ya estaba casi terminado. El rebote de Amy fue tal que prometió hacer pública su versión del tema, afirmando incluso que dejaría a la altura del betún a la de Keys. Así, durante unos meses se especuló con la posibilidad de que ambas versiones, la oficial y la oficiosa, vieran la luz simultáneamente, provocando un debate comparativo que podía haber sido hasta curioso. Sin embargo, llegado el momento, Amy no ha dado señales de vida. Igual ni se acuerda.