Por Pablo Lozano es director del Festival Internacional de Cómic Europeo (en Facebook, Twitter e Instagram) y colaborador especializado en cómic histórico en XX Siglos. Le podéis seguir en Twitter, Facebook e Instagram, y escuchar en el podcast de cómic La buhardilla de Venger.
Estamos en pleno verano así que vamos a aprovechar para transitar por caminos menos habituales, por diferentes cómics “extraños” cercanos a lo histórico. Hoy he decidido hacer una parada en un título que me sorprendió y que todavía guardo en mi estantería.
Evidentemente y ya empiezo avisando, este no es un cómic para puristas. Este un cómic muy apropiado para el verano y para desconectar un poco de la normalidad. Si te gusta la ciencia ficción con toques históricos debes de seguir leyendo.
Ya sabéis que soy aficionado a muchas cosas. No las oculto ni las escondo. El cine de ciencia ficción me gusta y sobre todo el que pude ver cuando era más pequeño. Ciertas películas las vi una y otra vez siempre que las ponían en televisión. Todavía no había plataformas, ni internet, por lo que, aunque la película estuviera empezada, convenía quedarse ya que nunca sabias cuando podrías volver a verla.
Fotograma de ‘Depredador’ (1987)
La primera película de Depredador, o en su título original Predator, fue una de ellas. El largometraje se estrenó en 1987 y nos contaba como un comando de mercenarios es contratado por la CIA para rescatar a unos pilotos apresados por la guerrilla en la selva centroamericana. La misión es un éxito, pero durante el viaje de regreso se dan cuenta de que algo invisible está dándoles caza uno a uno.
El director John McTiernan contó para la época con un reparto de lujo en lo que a películas de acción se refiere. Arnold Schwarzenegger, Jesse Ventura o Carl Weathers fueron algunos de los miembros de su reparto.
De entonces hasta ahora el personaje se ha convertido en un icono cinematográfico que ha saltado prácticamente a todos los formatos: cómics, videojuegos, juguetes, figuras… Se ve que no fui el único al que le causó impacto la película.
Los Predators a lo largo de la historia
Desde la primera película ya nos empiezan a contar que los Predators son unas criaturas alienígenas de ciencia ficción que se caracterizan por ser cazadores de trofeos humanos u otras especies alienígenas peligrosas. Es una especie en la que los guerreros cuentan con un gran prestigio y deben demostrar su valía. Cazan tanto en solitario como en grupo.
Esta práctica la vienen realizando durante miles de años y, por tanto, sus cacerías en la tierra han sido constantes a lo largo de la historia. Por ello han sido varios los cómics en los que esta faceta temporal aparece reflejada. Quizás uno de los más divertidos y curiosos es Predator: arenas sangrientas. Esta obra, aparecida en España alrededor del año 1993, publicada por la Editorial Norma, estaba compuesta de dos números y nos hacía viajar a Verdún durante la Primera Guerra Mundial.
Para gusto de los lectores más frikis voy a dedicarle al título de Dan Barry y Chris Warner este artículo del mes de agosto.
El argumento
Predator: arenas sangrientas gira sobre varias historias ocurridas en diferentes épocas, sobre todo durante la Gran Guerra y los esfuerzos de un abogado por demostrar que su cliente, un soldado experimentado llamado Joe Bob, dice la verdad sobre ciertos sucesos sangrientos ocurridos durante su última misión en la selva nicaragüense. El soldado sostiene que aquellos narcos fueron asesinados por un ser extraterrestre, historia totalmente desechada por el ejército y por la CIA. Aquí el servicio de inteligencia encubre la existencia del extraterrestre con métodos bastante efectivos como son cargarse a los testigos pero de forma que estas muertes parezcan accidentales o suicidios.
El abogado Griggs Irvin en el transcurso de su investigación recibirá de una manera extraña documentos de un soldado francés que luchó en la Primera Guerra Mundial.
El soldado Jean Brunaud contará su paso por diferentes frentes y batallas y como en muchos de ellos pudo ver a los “fantasmas”, que se cobraban vidas de un bando y de otro indistintamente.
La obra, si no me equivoco, no se ha reeditado recientemente. Lo mismo está en alguno de los recopilatorios últimos del personaje sacados por Norma Editorial. De todas formas, no es complicado conseguirlo en plataformas y páginas de segundo mano a un precio económico. Así que si os apetece leerlo no os va a ser difícil obtenerlo. Yo sigo conservando mi original de 1992.
Evidentemente hay que pensar que el dibujo que presenta es muy propio de lo que se hacía en los años 80 y 90 en el mercado americano. No es ninguna maravilla visual. Está más pensado para los seguidores de la saga que estaban ávidos de nuevas historias sobre los misteriosos alienígenas y querían profundizar más sobre ellos.
Sí que es verdad que se percibe que los autores se han querido documentar sobre el transcurso de la Gran Guerra ya que la línea cronológica de los acontecimientos está correcta y se para un poco en algunos de los hitos del conflicto.
Una de las historias más curiosas en la que nos introducen a los mencionados Predators es en la toma del famoso Fuerte de Douaumont.
El Fuerte de Douaumont
El fuerte Douaumont se realizó entre 1884 y 1886, tras finalizar la guerra franco-prusiana. Cuenta con numerosas galerías subterráneas y búnkeres dispuestos para una guarnición de 500 hombres. El 25 de febrero de 1916, al inicio de la batalla de Verdún, el fuerte fue tomado por un pequeño contingente alemán formado por 19 oficiales y 79 soldados que hicieron prisioneros a gran parte de la guarnición francesa, formada en aquel momento únicamente por 58 reservistas.
Los alemanes tenían puesta su mirada sobre el enclave, lo consideraban una posición fundamental para poder hacerse con la ciudad de Verdún. Por ello los soldados del 24º Regimiento de Brandenburgo se prepararon para lanzar un ataque contundente a un espacio fuertemente defendido. Lo que no sabían era que en el interior había pocos hombres a pesar de las recurrentes solicitudes de reforzar la posición. Se ve que las órdenes y solicitudes francesas se extraviaron en la maraña burocrática del momento.
Un pequeño grupo de ingenieros, bajo las órdenes del sargento Kunze, fueron enviados a inspeccionar las inmediaciones de la posición para reconocer el terreno y si era posible acabar con algunos posibles obstáculos.
Al acercarse al fuerte, les llamó la atención que no había prácticamente movimiento. Las defensas estaban vacías, exceptuando el espacio del cañón principal del fuerte. La mayoría de los soldados franceses se encontraban refugiados en los niveles inferiores de la fortificación, agotados y aterrorizados por el continuo bombardeo alemán.
El sargento Kunze y algunos de sus hombres se acercaron sin obstáculos hasta la muralla del fuerte. Solo y con su fusil, Kunze se encontró vagando por los desiertos pasillos del fuerte.
Apresó primero a los sorprendidos artilleros del cañón. Después encontró un nutrido grupo de soldados franceses que quedaron sorprendidos por la aparición de un soldado alemán en el interior del fuerte. Kunze les comunico a los desorientados franceses que la posición había sido tomada por el ejército alemán y ellos eran ahora prisioneros.
Sin disparar un solo tiro y solamente en media hora el sargento Kunze logró uno de los mayores éxitos de la ofensiva de Verdún. En Alemania se celebró, mientras que para los franceses supuso una humillación.
Para intentar maquillar la vergüenza el ejército francés contó que los alemanes habían sido rechazados en varias ocasiones y habían sufrido enormes pérdidas por la gran defensa francesa.
En el cómic nos contarán por ejemplo esta misma historia pero con la intervención de nuestro invitado especial del cómic.
Tras la conquista, los alemanes convirtieron a Douaumont en su principal base de retaguardia en el frente de Verdún.
Espero que esta incursión del articulo entre lo histórico y la ciencia ficción os haya gustado. Si es así volveré de ven en cuando con algún artículo más de este tipo.
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