Miguel Martorell: «España hizo la vista gorda frente a las fortunas y obras de arte que los nazis trajeron en su huida»

Soldados alemanes de la División Hermann Göring posan en 1944 frente al Palazzo Venezia de Roma junto a un cuadro robado de la Biblioteca del Museo Nacional de Napolés. WIKIPEDIA

Cientos de miles de obras de arte robadas, de las cuales decenas de miles siguen sin aparecer; miles de pleitos judiciales ocho décadas después; un legado cultural mundial destruido u oculto bajo oscuros intereses particulares y políticos… El Tercer Reich impulsó una auténtica campaña de saqueo en masa del arte europeo durante los años de la Guerra, que se puede considerar como «la antesala del Holocausto», en palabras del catedrático de Historia español Miguel Martorell. Martorell acaba de publicar El expolio nazi (Galaxia Gutenberg, 2020).

En su obra, este historiador disecciona toda esa estrategia de robo, saqueo y tráfico de arte por parte de los nazis y articula su relato en la figura de Alois Miedl, un banquero especulador alemán metido a tratante de arte que acabó siendo el marchante de Goering. «Miedl participa en todas las fases del expolio: está en la venta del arte degenerado, compra a precio de saldo obras de arte e incluso galerías enteras a los judíos que quieren huir de Europa, está implicado en el mercado negro, una actividad muy vinculada al expolio, y participa en la dispersión de los bienes expoliados, porque huye a España con parte de los cuadros que ha conseguido en la guerra. Por todo esto es un buen guía para entender en qué consistió el expolio», asewugra Martorell. Y su peripecia también ayuda a entender el papel de la España franquista en toda aquella trama de vergüenza mundial: por este país pasaron obras de aquel saqueo masivo, autores del mismo y aún hoy, en un importante museo, se puede ver una obra proveniente de aquella atrocidad cultural.

Le he leído decir que el expolio artístico nazi fue «la antesala el Holocausto» y también recoge en el libro la expresión que se usó en Holanda sobre el asunto, como «capítulo final»…

Sí. En cierto modo, el expolio fue la antesala del Holocausto. Los nazis requisaron en varias oleadas todos los bienes que poseían los judíos. Primero, entre 1933 y 1939, las empresas, los coches, las viviendas, las cuentas bancarias… Luego, cuando sus viviendas quedaron vacías porque fueron deportados o se exiliaron, todo lo que quedaba en ellas, desde utensilios de cocina hasta sábanas y toallas. Por último, también se quedaron con todo lo que llevaron a los campos de concentración. El expolio de las obras de arte debe verse en este contexto como una parte del Holocausto.

Los nazis catalogaban, como explica, gran parte del arte moderno como arte degenerado, pero sus marchantes y sus jerarcas no resistieron la tentación de hacer negocio con esas obras…

En efecto, salvo algunas excepciones, los nazis no coleccionaban arte de las vanguardias artísticas de finales del XIX y principio del XX, que consideraban como degeneradas, pero eran muy conscientes de su valor y lo utilizaban como moneda: para venderlo y obtener divisas; para intercambiarlo por otras obras más afines a su gusto; para pagar a los marchantes que delataban colecciones de arte de propiedad judías escondidas o colaboraban con las requisas a judíos…

¿Hay alguna estimación numérica o valorativa de lo que pudo suponer el expolio nazi al patrimonio artístico europeo?

De Francia, los nazis se llevaron en torno a 100.000 objetos culturales, entendiendo por esto pinturas, antigüedades, tapices, alfombras, orfebrería artística, libros antiguos… De Holanda en torno a 30.000, de Bélgica uno 20.000. Para Europa del Este ni hay cifras aproximadas. Hitler llegó a acumular para el museo que iba a construir en Linz 6.700 cuadros en menos de diez años; el Museo del Prado en 200 no ha llegado a 8.000…

¿Y cuántas obras quedaron en paradero desconocido? En el libro relata las peripecias de una partida de 22 obras que pasaron por España y de la que, si no recuerdo mal lo leído, solo se ha recuperado una…

Es imposible saberlo. Tenemos una idea general de las obras de arte que los nazis se llevaron de los países ocupados, pero el saqueo a los judíos había comenzado antes de la guerra en Alemania o Austria y sobre estas no hay un censo, y son la mayoría de las que están ahora en litigio. Por otra parte, de los 100.000 objetos que los nazis se llevaron de Francia solo aparecieron 60.000 después de la guerra. Eso quiere decir que otros 40.000, o bien se destruyeron durante la contienda, o bien están ahora en otras manos. Con el resto de los países ocurrió algo parecido.

De aquellos 22 cuadros que sabemos que trajo a España el banquero alemán Alois Miedl solo ha aparecido una Magdalena penitente, de van Dyck, que fue recuperada en el año 2002 por los descendientes de su propietario original.

Fotografía de Alois Miedl (cedida por Miguel Martorell)

En el libro, articula la explicación y narración del expolio en torno a la figura del banquero y marchante de Goering, Alois Miedl, un auténtico personaje de película ¿cuándo se cruzó con este personaje? ¿Por qué decidió convertirlo en el eje de la narración?

Miedl es un banquero alemán, un especulador que cuando comprende poco antes de la guerra que el mercado del arte va a ser muy rentable, se dedica a la compraventa de pinturas. Participa en todas las fases del expolio: está en la venta del arte degenerado, compra a precio de saldo obras de arte e incluso galerías enteras a los judíos que quieren huir de Europa, está implicado en el mercado negro, una actividad muy vinculada al expolio, y participa en la dispersión de los bienes expoliados, porque huye a España con parte de los cuadros que ha conseguido en la guerra. Por todo esto es un buen guía para entender en qué consistió el expolio.

La trayectoria de Miedl también sirve para explicar el papel de España en ese expolio, ¿cuál fue el rol de la España franquista en esa trama saqueadora?

La dictadura franquista, aunque oficialmente era neutral –o no beligerante-, en realidad fue aliada del Tercer Reich durante toda la guerra. No en vano, Franco debió su victoria al apoyo de los nazis. Así pues, la dictadura hizo la vista gorda frente a los bienes que los alemanes trajeron a España en su huida, y esto incluye fortunas y obras de arte. Por otra parte, tampoco colaboró con los aliados en la detección de arte procedente del expolio. Al fin y al cabo, aunque Franco se adaptara más adelante al mundo de la Guerra Fría, al acabar la guerra los aliados eran el enemigo.

Magdalena Penitente, de Anton Van Dyck; obra del lote que Alois Miedl trajo a España y recuperada en 2002 (cedida por Miguel Martorell)

¿Ha asumido alguna responsabilidad España por su papel en el expolio nazi? Y de no ser así, ¿no debería hacerlo?

Los gobiernos españoles han firmado sendas declaraciones internacionales comprometiéndose a hacer cuanto esté en su mano para restituir las obras de arte expoliadas por los nazis a sus propietarios originales o sus descendientes: la de Washington, de 1998, y la de Terezin, de 2009. Pero el Museo Nacional Thyssen Bornemisza tiene entre sus fondos un óleo pintado por Camile Pissarro – Rue Saint-Honoré por la tarde. Efecto de lluvia-, que fue expoliado a la familia Cassirer, y se resiste a devolverlo. Los sucesivos gobiernos españoles se han puesto de perfil en este caso.

El mercado del arte, en general, ¿no debería tener una legislación o un código más estricto con las obras sospechosas de haber sido parte de este expolio?

Se ha avanzado mucho en esta línea. Los tribunales han resuelto en numerosos pleitos contra estados y museos a favor de los propietarios originales y sus descendientes y por eso la jurisprudencia internacional a favor de las víctimas del Holocausto y sus descendientes es abundante. Pero también es mucha la resistencia. Gobiernos como el francés o el holandés han abierto sus archivos e incentivado la política de restituciones. Otros, como el ruso, son más renuentes.

Como historiador que ha dedicado años de investigación a este tema, ¿hay alguna de las lagunas que quedan abiertas del expolio nazi que le gustaría resolver?

Siguen apareciendo nuevos temas. Hace relativamente poco se descubrió que la República Federal Alemana, poco después de su creación en 1949, devolvió cuadros y otros bienes culturales procedentes recuperados por los aliados tras la guerra, a las familias de los nazis implicados en el expolio, como a la viuda de Goering o la hija de Heinrich Hoffmann, el fotógrafo de Hitler. Alguno ha sido recuperado recientemente en el pleito. Y todavía hay muchas lagunas. Por ejemplo, aunque este libro es un avance, aún queda mucho por saber sobre la incidencia del arte procedente del expolio en el mercado español, en tiempos de la Segunda Guerra Mundial y la inmediata posguerra.

¿Cuáles son los puntos oscuros del expolio que deberían resolverse sin más dilación? Cree que a pesar de la cantidad de pleitos vigentes que aparecen cada semana, ¿el expolio nazi podrá ser algún día resuelto?

Como decía antes, hay países que han optado por la total transparencia, hay otros que siguen blindados, y hay algunos que han adoptado posiciones ambiguas, como España. Como poco, los gobiernos deberían impulsar programas que analicen la proveniencia de los fondos en museos públicos. Por lo demás, es tal la cantidad de obras de arte no recuperadas que los nazis requisaron entre 1933 y 1945, y tan grande su dispersión en el mercado tras la guerra, que aún seguirán apareciendo casos durante mucho tiempo.

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3 comentarios

  1. Dice ser Roberto

    Leo este artículo, con el que estoy totalmente de acuerdo, y pienso que se podía hacer otro igual con todo lo que se expolió en la posguerra española.

    18 mayo 2020 | 13:26

  2. Dice ser gobierno dimisión

    y con el caso del oro de moscú, con los casos de la corrupción del psoe, ciu, ugt, ccoo y pp en 42 años de anarquía libertaria?, acaso no se mira para otro lado?

    19 mayo 2020 | 10:28

  3. Dice ser Rosa E

    Por vergüenza, deberían devolver lo robado a tantas Flias. Judías, al menos pensar en un mea culpa, después de tanto daño. Como pueden colgar obras, robadas y esconderlas?

    19 mayo 2020 | 14:14

Los comentarios están cerrados.