Ad Absurdum: «El mayor mal al conocimiento histórico hoy lo hacen los políticos y las tertulias televisivas»

Isaac Alcántara, David Omar Sáez y Juan Jesús Botí, los historiadores que forman Ad Absurdum.

De internet y las redes sociales, Isaac, David y Juan Jesús, los tres jóvenes historiadores que forman Ad Absurdum han saltado con éxito a los medios tradicionales -radio, televisiones, libros- en los últimos años. Su fórmula -mezclar humor, divulgación para todos los públicos y rigor histórico- parece fácil, pero no lo es y estos tres licenciados en la Universidad de Murcia lo logran con gracia y fortuna. Han regresado a las librerías con El pene perdido de Napoleón… y otras 333 preguntas de la Historia. Diccionario panhistórico de dudas (Esfera de los Libros, 2019), un divertido compendio que resolverá dudas, cuñadismos y polémicas de temas históricos de lo más variados.

¿Por qué un diccionario histórico?

Bueno, la idea era hacer un libro de fácil lectura que no fuera un mero recopilatorio de anécdotas, pero tampoco un ensayo sesudo con cientos de páginas. La intención era la del subtítulo, un Diccionario panhistórico de dudas, que recogiese preguntas que todos nos hemos planteado en algún momento y otras que ni se nos habían ocurrido, de forma que el lector pudiera responder esas dudas haciendo consultas rápidas sin tener que pasar noches completas leyendo. Que tu cuñado te ha contado que Hitler era vegetariano o que Nerón quemó Roma, pues vas corriendo al diccionario y compruebas.

En la sociedad de Internet, el meme y el tertulianismo… ¿Es posible mirar a la Historia con tranquilidad?

La verdad es que es difícil, las redes sociales y el mundo en el que nos movemos en general incentivan la inmediatez y nos privan un poco de esa capacidad de visión a largo plazo que deberíamos tener, no solo para comprender la historia, sino también para dar respuesta a los grandes problemas de nuestro tiempo. Pero no podemos meterlo todo en el mismo saco. Hay que reconocer que muchísimas cuentas de redes sociales basadas en memes (Historia en Meme, La Historia es Meme o Memes Historia) están contribuyendo a acercar la historia al gran público y hacerla más atractiva. Ahora, el tertulianismo ya es otra cosa…

Si tuvieran que definirla brevemente, ¿cómo es la relación de los españoles con su historia?

Pues igual que la de cualquier otro pueblo. A todas las sociedades nos gusta pensar que somos distintas, que somos especiales, pero los problemas que plantea la historia en España también los plantea en Francia, en Colombia o en Yibuti. Y, como la que hay en esos otros sitios, es una relación esquizofrénica: mientras se van haciendo políticas que eliminen las Humanidades y otras asignaturas “inútiles” como la Historia del currículo educativo, los políticos no dejan de hacer alusiones al pasado para despertar sentimientos y emociones que movilicen al electorado. Y esas alusiones dan lugar a relatos históricos distorsionados, poblados de presentismo y de identificaciones artificiales. Al final existe una relación de amor-odio con nuestro pasado, y preferimos esa historia falseada y a quien escribe hagiografías mientras atacamos al que de verdad hace historia.

Al confeccionar este diccionario, ¿con qué palabra dijeron eso de cada vez que salga, chupito?

Probablemente con los nombres de determinados personajes. Sobre todo con Franco y con Napoleón, que son personajes en torno a los cuales se han construido tantos tópicos, que nos aparecían una y otra vez al plantear estas preguntas de la historia. No solo el pene de Napoleón, sino también su estatura, la causa de su muerte, por qué se metía la mano dentro de la chaqueta, etc.

Este diccionario y su trabajo en general ¿no es la demostración de que se puede jugar con el clickbait o con las fórmulas de captar la atención en internet, muy criticadas en general, para atraer la atención hacia cosas más interesantes y culturales?

Quizá este libro más que el resto de nuestro trabajo, porque te somos sinceros: somos malísimos a la hora de poner títulos para clickbait. Incluso cuando se nos ha ocurrido algo así, nos hemos autocensurado. A lo mejor estamos empezando a hacerlo por culpa de nuestro ilustrador, José David Morales, que tiene mucha más vista para eso y juega más a la provocación. En cualquier caso, sí, una cosa no tiene por qué estar reñida con la otra: el caso que comentábamos antes de los memes no deja de ser eso, un gancho que atraiga la atención, y, cuando te vienes a dar cuenta, has aprendido algo, o al menos te has reído recordando algo que ya sabías.

¿Cuál es la entrada que más les costó? ¿Y la que consideran más divertida? ¿Y la que estuvieron a punto de no meter?

La verdad es que muchas se han quedado fuera, de hecho tenemos más de un centenar en la recámara que se quedaron sin salir. Pero no por censura ni nada así, sino porque simplemente no terminábamos de encontrar una respuesta fiable o no nos convencía el planteamiento, o sencillamente porque había que cortar por algún sitio. El día que entregamos el libro a la editorial una alumna nos preguntó que por qué había que salvar al soldado Ryan, y otra nos preguntó sobre el origen del Viernes 13 y el Martes 13, pues esas, que son tan buenas, ya no entraron, por ejemplo. En cuanto a la dificultad… la verdad es que a la hora de encontrar respuestas nos ha sido relativamente fácil porque cuando no sabíamos algo, recurríamos a expertos. A lo largo de estos años hemos ido conociendo a personas de otras disciplinas y especialidades que se han prestado amablemente a echarnos una mano: Bernardo Pérez Andreo para las dudas sobre historia de la religión, Daniel Torregrosa para las de ciencia, Ignacio Martín Lerma para las de Prehistoria… Quizá la dificultad ha sido más a la hora de escribirlas porque queríamos dar respuestas breves pero a la vez rigurosas, así que revisábamos mucho los matices, que no hubiera malentendidos, etc. Y sobre la más divertida: en las presentaciones que estamos haciendo sale mucho la de ¿intentó Franco desarrollar la bomba atómica? Quizá sea una de las más divertidas porque aparece Franco, un pueblo de Soria, el toro que mató a Manolete… Berlanga podría hacer una película sobre el tema.

¿No hay entrada en su diccionario para Leyenda Negra? ¿Y para Roca Barea?

Pues la verdad es que no nos surgió la pregunta porque ya habíamos dedicado un apartado al tema en Historia absurda de España, y tampoco era cuestión de repetirse. Y sobre Roca Barea, revisa porque aparece en el diccionario. No hay una pregunta con respecto a ella, obviamente, pero sí tiene un pequeño papel.

¿Quién ha hecho más mal al conocimiento histórico: las redes sociales, la televisión o el cine o los políticos?

Hace unos años te habríamos dicho probablemente que el cine, pues buena parte de los tópicos e ideas preconcebidas que tenemos de la historia se los debemos al cine y a la literatura: que si los cuernos de los vikingos, las faldas de los escoceses… Sin embargo a día de hoy estamos bastante seguros de que el mayor mal lo hacen los políticos y las tertulias televisivas. Precisamente por lo que te decíamos antes, la facilidad con que se cometen presentismos, se alude a personajes y acontecimientos buscando una identificación, etc. Solo hay que echar un vistazo a la cuenta de Twitter de cualquier político cuando hay una efeméride señalada.

¿Los historiadores no hacen un poco dejación de funciones?

Eso parece, sí. En el mundo de la investigación está claro que no, pero en su labor para con la sociedad a través de la divulgación desde luego que sí, aunque existan algunos historiadores que sí cruzan ese Rubicón. Es un vacío que tradicionalmente han llenado personas ajenas a la disciplina, algunas de las cuales han hecho una gran labor, pero que obviamente cometían algunos errores. Además, precisamente por el abuso que los políticos hacen de la historia, los historiadores deberían hacer más fact-checking de determinados argumentos y estar más presentes en medios de comunicación y redes sociales, pero ya sabemos cómo son los medios, prima lo que vende.

¿Cómo va su cruzada contra la homeohistoria? No me negarán que, en el fondo, les pone…

No lo negamos, nos encanta. Probablemente no logremos derrotarla nunca, detrás hay grandes intereses económicos, y lo que nosotros podamos hacer o decir contra los amigos de los aliens y la conspiranoia es algo que no les hace ningún daño, pero nos divierte muchísimo hacerlo. Y en este nuevo libro no podíamos dejar pasar la oportunidad de introducir el concepto y responder algunas de sus grandes preguntas: ¿Tuvieron Lincoln y Kennedy vidas paralelas? ¿Existió la maldición de Tutankamon? ¿Predijeron los mayas el fin del mundo? ¿Existe la Micronesia española? Probablemente ha sido el capítulo más divertido a la hora de escribir.

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