Rafael Rodrigo, de la librería Tercios Viejos: «La divulgación sigue siendo el talón de Aquiles de los historiadores españoles»

Librería Tercios Viejos

Con un año de vida, la librería Tercios Viejos (situada en C/ María Panés n.º 4, en Madrid) ya se ha convertido en un espacio referente para presentaciones históricas, tanto en ficción como en no ficción. Nacida gracias a un grupo de socios enamorados de estos géneros,  sobre todo el de la Historia militar, entre los que destaca el famoso Pintor de Batallas,Augusto Ferrer-Dalmau, Tercios Viejos ha logrado en doce meses de agenda intensa, de muchos eventos en librería y presencia en distintas jornadas y certámenes estar en el radar de todo buen aficionado de Madrid y alrededores.

Charlo hoy con Rafael Rodrigo, doctor en historia, escritor y co-administrador del foro El Gran Capitán,  una de las almas de este proyecto sobre la librería, su primer año de vida, sus planes de futuro y de cómo ven el sector…

¿Cómo nació la idea de crear esta librería en Madrid?

En este caso comenzó en una sobremesa de una comida/celebración familiar. Somos dos hermanos, Jose Alberto y Rafael, aficionados a la historia militar desde muy pequeños, cuando nuestro abuelo Amadeo, excomandante del Ejército Republicano, nos contaba anécdotas e historias sobre la Guerra Civil. Con el paso del tiempo nos convertimos de lectores empedernidos sobre este tema a escritores, los dos tenemos varios libros publicados y en concreto con la editorial Galland Books de Valladolid. Nuestro editor es Lucas Molina al que comentamos la posibilidad de abrir una librería en Madrid, idea que le pareció interesante y sobre la que fuimos trabajando. Quién dio el espaldarazo definitivo al proyecto fue nuestro cuarto socio, Augusto Ferrer-Dalmau. Durante uno de los viajes de trabajo, en este caso rumbo a Mali para pintar a las tropas españolas allí desplegadas, en esos tiempos de espera en aeropuertos y largas noches Lucas le fue contando el proyecto. A la vuelta de su “misión” comenzamos los trámites para abrir Tercios Viejos.

¿Cuál ha sido vuestra experiencia en el año que lleváis activos?

Agotadora y a la vez estupenda. Todavía recuerdo cuando otro buen amigo, Ignacio Pasamar de la editorial HRM, me comentó que no íbamos a tener tiempo para nada ¡Cuánta razón! Para nosotros Tercios Viejos es un proyecto emocionante y al que le dedicamos todo nuestro cariño y mucho tiempo, sustraído de nuestras familias que tanto nos apoyan. A cambio recibimos por parte de clientes y amigos un retorno de afecto, de motivación a seguir con el trabajo que ha hecho que muchos de esos inicialmente clientes se hayan convertido en verdaderos amigos.

A nivel meramente empresarial el trabajo ha sido agotador, contactando con autores para las presentaciones de sus libros, asistiendo a diversas ferias y eventos, como la feria No Solo Militaria, los Premios Ejército o las Jornadas de Leyenda Negra en El Escorial.

Pero sin duda el trato con las personas ha sido lo que mayor motivación nos genera.

Estáis especializados en la historia militar, ¿creéis que hay un gran nicho en este tema? ¿están los lectores interesados en la historia?

Tercios Viejos aspira a ser más que una librería al uso, por eso a Juan Benavente, la persona que completa el equipo y que está a pie de tienda, se le ocurrió que nuestro lema sería “El rincón de la Historia”. Pretendemos tener muchos libros de historia, todos los de historia militar y que no nos falte uno solo de Tercios.

Creemos que la afición a la historia militar ha ido creciendo en España durante los últimos años, bien es cierto que no es algo mayoritario. Sin embargo, existe un nicho de personas que demandan saber más sobre historia y especialmente en historia militar. Así lo pude comprobar en un portal de referencia en este tema como es el foro de “El Gran Capitán”, del que soy co-administrador. El número de personas que se dan de alta cada vez es mayor, lo cual nos hizo considerar que efectivamente hay un nicho de mercado de personas que demandan este tipo de lectura.

¿La historia militar tiene un cierto estigma de rancio, antigua o ultra?

Efectivamente, los tres términos definen perfectamente a la percepción que tienen muchas personas que no entienden qué es o en qué consiste la historia militar. Supongo que es el mismo sentimiento que despierta la poesía a los no versados en ese tipo de obras.

Lo cierto es que la historia de las sociedades, culturas y naciones se ha ido construyendo a través de la guerra. En otros países, especialmente los anglosajones, existe una mayor costumbre de presencia pública de la historia militar, existen cátedras, departamentos universitarios y grupos de investigación de reconocido prestigio. Con Tercios Viejos intentamos aportar nuestro granito de arena en que en España sigamos el mismo camino.

¿Cómo valoras la divulgación histórica en España? ¿Siguen los autores anglosajones a años luz de los españoles?

Ese sigue siendo el talón de Aquiles de los historiadores, pero en todos los campos. Todos los grandes historiadores anglosajones tienen a su vez bestseller de divulgación histórica, como por ejemplo Mary Beard. Sin embargo, incluso eso está cambiando en España, si bien seguimos muy lejos de nuestros colegas de otros países. Citaré dos ejemplo de historiadores que siendo académicos han lanzado varias obras en la línea de la divulgación: Magdalena de Pazzis, directora de la Cátedra de Historia Militar de la UCM, y Agustín Rodríguez, académico correspondiente de la Historia. Además, ambos han estado en Tercios Viejos presentando sus trabajos.

¿Qué busca, y me refiero más que a libros a atención, el lector que se acerca a Tercios Viejos?

Bueno, en este caso me temo que lo más habitual es Segunda Guerra Mundial, Tercios españoles y Guerra Civil. Aunque lo cierto es que tocamos temáticas muy distintas como la Primera Guerra Mundial, la antigua Roma o el siglo XVIII.

Memoria histórica, leyenda negra, guerra civil, los V centenarios… Ante las polémicas mediáticas y políticas habituales sobre la historia, ¿notáis que el público responde a estos picos informativos? ¿La sociedad busca informarse sobre ellos?

Sin lugar a dudas. Por citar un ejemplo, acudimos este año a las IIª Jornadas de Leyenda Negra en San Lorenzo de El Escorial organizadas por el Ateneo Escurialense y coordinadas por Javier Santamarta. El éxito de dichas fue tan absoluto, incluida la presencia de la presidenta de la Comunidad de Madrid en la apertura del acto, que se tuvo que buscar una sala mucho mayor para que cerca de 500 personas siguiesen las ponencias. Además, en Tercios Viejos hemos tenido presentaciones de libros de los V centenarios de la conquista de México de Iván Vélez o de la primera circunnavegación al orbe de Pedro Insúa.

¿La novela histórica y el cine, ayudan a vender más libros de historia?

La novela histórica se está convirtiendo en un género muy demandado por aquellos lectores que quieren conocer el pasado pero a los que todavía les da reparo el leer un libro de historia, justamente por lo comentado anteriormente de la falta de buenas obras de divulgación. El caso más destacado serían los libros de Pérez-Reverte sobre Alatriste o los de Posteguillo sobre Escipión o Trajano. En Tercios Viejos hemos tenidos algunas presentaciones de novela histórica que han sido un auténtico éxito de público y de ventas, como fue el caso de Las islas de Poniente, de Julio Alejandre.

También es cierto que una película de base histórica hace que aumenten las ventas. Desgraciadamente el cine histórico en España no puede decirse que sea muy fiel a la realidad y sucede que estrenos como los de 1898. Los últimos de Filipinas tiene como efecto un aumento de las ventas en ese tema, precisamente de personas que no salieron con un buen gusto de la sala y quieren conocer que sucedió verdaderamente y que se niegan a aceptar el relato que nos quieren mostrar.

Una de vuestras señas en este año es que tenéis una completa y agenda de actos…

Sin lugar a dudas, esa pretende ser el buque insignia de Tercios Viejos, las presentaciones de libros, las charlas, conferencias y todo lo que pueda encajar con la divulgación de la historia y en espacial de la historia militar. Cuando comenzamos nuestra andadura la primera charla fue un 19 de diciembre de 2018 sobre Tercios Viejos: soldados de Leyenda. Un evento en el que todavía se podía oler la pintura reciente. Iniciamos el programa con un evento semanal, un año después venimos de tener las dos últimas semanas de noviembre con cinco eventos/presentaciones por semana, lo que supone que cada uno de los días que abre Tercios Viejos tenemos una actividad. De hecho ya hemos llegado a doblar eventos un mismo día o a no poder acudir a alguno por tener la agenda desbordada.

A día de hoy, ¿cuáles son los libros más vendidos en Tercios Viejos?

Pues curiosamente uno de ellos ha sido Imperiofobia, de María Elvira Roca Barea, un tema que no tiene fondo de historia militar. El que ha sido referente durante muchos meses es De Pavía a Rocroi, de Julio Albi, autor que vino a visitarnos como público de una de las charlas. Este libro en concreto corresponde a la editorial Desperta Ferro, un referente en la divulgación de la historia militar en España y con la que tenemos una estrechísima colaboración desde que surgió la idea de Tercios Viejos, este tipo de obra es un buen ejemplo de alta divulgación que tanto necesita la historia militar. El tercero de ellos es Historia de la conquista de México, de Iván Velez, precisamente un libro más centrado en la historia pero en la que evidentemente se hace referencia a los combates y batallas que culminaron con la conquista del Imperio mexica.

Curiosamente ninguno de los tres autores es historiador, lo que viene a apuntalar la idea de la imperiosa necesidad de que los historiadores académicos se vuelquen en la alta divulgación.

Tras la crisis y en un sector tan complicado como es el del libro, ¿cuáles crees que son las claves de supervivencia para un librero de hoy?

La especialización es sin duda la clave de la supervivencia de las medianas y pequeñas librería. Es imposible competir con los grandes gigantes, tanto los físicos como los online, por lo que es absolutamente necesario que las librerías se conviertas en lugares de reunión de aquellas personas interesadas un una temática determinada. Además, es importantísimo que el librero y los encargados de tienda sean personas especializadas en el tema. Hemos escuchado muchas veces preguntas del tipo ¿Qué me recomiendas? ¿Cuál crees que es el mejor libro sobre tercios? O ¿Qué tal está este libro? Si no se conoce el tema o no se ha leído el libro es muy difícil responder estas cuestiones. Las grandes superficies o los gigantes tecnológicos tienen un amplísimo catálogo pero carecen de ese toque personal y profesional. Se les puede preguntar si tienen un título pero es muy difícil un asesoramiento personalizado.

Escritor o librero, ¿quién está más desprotegido en la cadena comercial del libro?

Soy tanto escritor como librero y he de reconocer que como librero me siento mucho menos protegido en la cadena comercial que como escritor. Como esto último dependo fundamentalmente de mi editor, que ya hemos mencionado se convirtió en uno de los socios, luego esa relación de confianza, aprecio mutuo y hasta cariño creo que es muy directo.

Como librero la relación con autores y editoriales he de reconocer que suele ser muy parecido, existe una relación entre ambos que saben que un libro es el proceso final de mucho esfuerzo de parte de muchas personas y como tal intentamos tratar a los libros en tercios Viejos, como una obra que tras mucho trabajo termina en nuestro escaparate o un acto de presentación cara al público. Otro capítulo serían las distribuidoras, aunque mejor dejarlo pasar.

¿Las administraciones deberían volcarse más en ayudar al sector de libro?

¿Es que no se ayuda al cine? Hace poco tuvimos una charla en Tercios Viejos sobre la antigua Editorial San Martín, cuyo fondo editorial han decidido sus herederos que quede depositado en nuestra librería. En esta charla supimos que la razón por la que cerró San Martín fue porque el propio ayuntamiento de Madrid les desalojó del local que llevaban ocupando más de ¡140 años!

Existen numerosas iniciativas para fomentar la lectura e incluso a las editoriales, pero siempre se descuida a las librerías. Creo que sería del todo necesario plantearse por qué se cierran en España librerías centenarias y sin embargo se repartes ayudas de forma tan generosa en otros apartados y sectores. No se trata de que la administración sostenga el negocio de un librero, en ocasiones bastaría con no poner tantas trabas.

¿Cuáles son los retos de Tercios Viejos para el corto, medio y largo plazo?

El corto es muy claro, la campaña de Navidad. En el medio es nuestra presencia en la Feria del libro de Madrid y seguir con las presentaciones semanales. Nos interesa mucho más el largo, que pasa por seguir con el cierre levantado, ya que como indicábamos Tercios Viejos tiene como principal objetivo la divulgación de la historia y en especial de la Historia Militar.

Seguiremos en la brecha con un fin muy claro y esperamos poder seguir contando con el cariño y la confianza de tantos lectores y amigos que en ocasiones nos levantan mucho el ánimo al comentarnos lo necesario de esta iniciativa, el trabajo que estamos desarrollando y que Tercios Viejos, al año de su apertura, se esté convirtiendo en un referente en el mundo de la Historia Militar en España.

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