Nerea Riesco: «La Segunda República es un tiempo silenciado»

Nerea Riesco, periodista y escritora, lleva desde 2004 sorprendiendo a propios a extraños con novelas que mezclan historia con fantasía, sagas familiares, etc, y todas han encontrado buena respuesta entre el público. En este 2018, ha publicado Los lunes en el Ritz (Espasa), una novela ambientada en los años de la Segunda República y la Guerra Civil en Madrid. En esta obra, Riesco busca tener el punto de vista  de la gente normal, que no está dispuesta ni a morir ni a matar, y cuyo mayor anhelo es vivir feliz. Y en sus existencias, mezcla el arte, el amor y una vívida recreación del Madrid de la época…

Los lunes en el Ritz sale justo el año en el que el emblemático hotel cierra durante dos años para remodelarse… ¿Es la mejor casualidad para hablar de una novela sobre una época que no volverá?

Pues así, a priori, no me hizo ninguna gracia que cerraran el hotel (risas). Siempre imaginé una presentación de la obra en el Jardín de Invierno, donde las protagonistas de la novela se reúnen para conspirar los lunes. Pero volviendo a tu pregunta, el tiempo en el que transcurre la trama, entre el 1929 y el 1936, supuso una apertura para la sociedad española; ley del divorcio, debates sobre las autonomías, recuperación de espacios que antes eran feudo de los monarcas… pero sobre todo, lo que más me emocionó, fue observar cómo las mujeres encontraba su espacio. En esos años podían votar, ocupaban escaños en el congreso, conducían taxis, tenían acceso a la universidad, pilotaban aviones… unos avances que desparecieron de golpe para recuperarse muy lentamente muchos años después. Y en esas seguimos.

¿Cómo nació esta novela? Supone un cambio de registro, al menos temático, respecto a tus anteriores novelas…

Tenía muchas ganas de investigar sobre la II República. Educativamente hablando fue un tiempo por el que pasé de puntillas y quería saber qué hizo que un país bullera de aquella manera. En realidad no es tanto cambio. Mis novelas siempre tratan temas universales: amor, odio, venganza, ambición, poder… da igual la época o el país que coloque como telón de fondo. Todas mis historias podrían contarse en cualquier momento de la historia de la humanidad.

Aunque eso sí, sigues manteniendo un gusto por la mezcla de géneros, ¿es esa, paradojicamente, el futuro de la literatura de género?

Las mezclas en la literatura siempre son interesantes. El nombre de la rosa nos lo demostró. Pero los autores no deberíamos ser demasiado arrogantes y creernos Umberto Eco a la hora de mezclar “ingredientes”. Si el género de tu novela no está claramente marcado desde el comienzo, la obra se quedará en tierra de nadie. Los lectores saben lo que andan buscando, lo que les apetece leer, y es responsabilidad del autor evitar que se llamen a engaño.

Históricamente, la novela está ambientada en el nacimiento de la Segunda República, ¿por qué, habiendo tanta literatura sobre la Guerra Civil, hay comparativamente tan poca sobre este momento precedente?

Como te decía, creo que es un tiempo que se silenció. Mi intención al escribir la novela no fue centrarme en la situación política. Eso ya lo han hecho otros, seguramente mucho mejor de lo que yo pudiera hacerlo. Por supuesto, los hechos están ahí, son el telón de fondo sobre el que tienen que moverse los personajes de la novela y van determinando los pasos que tienen que dar. Pero ninguno de ellos está dispuesto a morir o matar por sus ideas políticas. Los personajes de Los lunes en el Ritz tienen los mismos anhelos que la gran mayoría de las personas que, en pocas palabras, es vivir felices y tranquilos.

¿Qué le fascinó de la época y del Madrid de aquellos años?

El ambiente elegante del hotel, con sus personajes célebres recorriendo los pasillos y bailando fox trot en los salones. La revista Crónica, con sus reportajes de actualidad, sus portadas casi siempre protagonizadas por mujeres, sus entrevistas a personajes destacados del momento, sus críticas teatrales y cinematográficas, sus anuncios tan divertidos y a la vez tan políticamente incorrectos. Me gustaba el olor inconfundible del parque del Retiro, de la churrería de San Ginés…

¿Cómo trabajó para reconstruir esa época? ¿En qué se fijó?

Una de las cosas más emocionantes que me ha ocurrido al trabajar el proceso de documentación es que, por primera vez, no tenía que recurrir a libros de historia, a incunables, a museos… para encontrar la información que necesitaba. Con Los lunes en el Ritz he tenido a mi disposición los periódicos y revistas del día a día: El ABC, el Blanco y negro, el Estampa… y eso me ha permitido comprender mejor a los hombres y mujeres de esos años, que en ocasiones se enfrentaban a los mismos debates que nos planteamos hoy. A veces abría un diario de 1935 y parecía uno del presente. Se preguntaban si había que ponerle letra al himno nacional, un investigador anunciaba que estaba demostrado que Cristóbal Colón era catalán…

La trama de la novela habla del arte y hasta donde se puede llegar por salvarlo, ¿el arte es parte de lo que nos hace humanos?

El arte es la representación de lo que somos. La única manera real que tiene el ser humano de convertirse en inmortal. Mis protagonistas lo ven así, pero también como un medio para salvar al ser humano de forma individual en su forma más básica, esa que permite tener comida, agua, calor, cama… en definitiva, lo esencial para sobrevivir. Mis protagonistas se sirven del arte para salvaguardar el milagro único e irrepetible que es cualquier ser vivo.

Del mismo modo, el arte y el patrimonio, son siempre víctimas silenciosas de las épocas tumultuosas, las guerras…

Efectivamente. Uno de los escenarios de Los lunes en el Ritz es la quema, destrucción y saqueo de edificios propiedad de la iglesia un mes después de proclamarse la II República. Con ello se perdió un valiosísimo patrimonio artístico y cultural: cuadros, esculturas, piezas de orfebrería, ediciones príncipe de libros… veía las fotografías de los edificios ardiendo y no podía evitar que me asaltase el recuerdo de la destrucción del Museo de Mosul, en Irak. El ser humano no cambia con el paso del tiempo. Repetimos nuestras mismas vergüenzas. Destruir las manifestaciones artísticas de los que odiamos se viene haciendo desde los tiempos de los Egipcios.

Protagonista femenina… ¿La ficción está cogiendo la misión de mostrar que, aunque los cronistas del pasado quizá no les dieran importancia, las mujeres siempre han sido fundamentales en la historia?

[DEBATE: ¿La novela histórica está mostrando un “falso empoderamiento” de la mujer en la historia?]

Me gusta recuperar en mis novelas a los que se quedaron fuera de los libros de historia por salirse de la generalidad; ya se trate de hombres o de mujeres. Pero es cierto que resulta sorprendente que nosotras, que componemos más o menos la mitad de la humanidad, hayamos sido tan ignoradas. Si rascas un poco en la historia, descubres a miles de mujeres de todos los tiempos susceptibles de convertirse en protagonistas de una novela. Aún estamos lejos de entender esto. En otra entrevista me instaron a que convenciese a los hombres para leer una novela en la que las protagonistas son las mujeres. Seguramente nadie le preguntaría eso a un hombre que escribe una novela con protagonistas masculinos. Las mujeres llevamos siglos identificándonos con Don Quijote, con Robin Hood, con Dorian Gray… y no nos ha pasado nada.

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6 comentarios

  1. Dice ser Lorcueja

    ¡Cómo gustan en el panfleto estas noticias de la república, la guerra civil, el franquismo… Se fue el cateto burgalés pero la que está ahora es todavía peor. Y parecía que aquél sería insuperable pero…
    Por cierto, a ver cuánto dura este comentario. Porque la censura del panfleto sí que actúa bien.

    26 julio 2018 | 11:29

  2. Dice ser AZULMARINOCASINEGRO

    Pues francamente yo me alegro que la segunda república esté silenciada, con todo lo mal que hicieron no merece la pena el estudio de este trozo de historia de España

    26 julio 2018 | 12:34

  3. Dice ser Fran

    Pero cómo puede decir que la segunda república, un periodo diminuto en la historia de España, un fracaso completo de la sociedad donde reinaba el caos y la anarquía, es un tiempo silenciado… cuando la tenemos hasta en la sopa por culpa de la izquieda de este país, que la tiene completamente idealizada.

    ¿Acaso la Institución Libre de Enseñanza con su Residencia de Estudiantes y la Asociación para la Enseñanza de la Mujer, que fue germen de lo más granado de la cultura española de principios del siglo XX, fue un invento de la segunda republica? Porque si no mal recuerdo en 1910 todavía faltaba muchísimo para ésta.

    Pues claro que la gente normal siguió haciendo su vida, como en cualquier otra etapa anterior o posterior, qué remedio. ¿Cómo no va a haber cultura y arte en cualquier punto de la historia de España? ¿Acaso el país era ajeno a los avances artísticos y científicos en la monarquía de Alfonso XIII (incluso con la dictadura de Primo de Rivera) o en la dictadura de Franco? Seamos serios, por favor.

    26 julio 2018 | 13:03

  4. Dice ser fernando

    Se llama memoria histórica, y la estan borrando de calles y de todos lados… para volver a repetirla sera….

    26 julio 2018 | 14:53

  5. Dice ser Feminil instant

    Que buen hotel el Ritz vale la pena ahorrar un poco para desayunar en su terraza

    26 julio 2018 | 17:04

  6. Dice ser Esther

    Madre mia cuanto carca reaccionario por aquí. 😓

    27 julio 2018 | 01:14

Los comentarios están cerrados.