Javier Arias Artacho: «El valor de los primeros expedicionarios y misioneros que fueron a Ushuaia fue extraordinario»

© Victor Balaguer 2016

Javier Arias Artacho (Barcelona, 1972) regresa al género histórico que tanto ha trabajado, pero evolucionando. En su última novela, La tierra del viento (Roca Editorial, 2018), nos traslada a la considerada región más austral del mundo, la argentina Ushuaia, colonizada por  los ingleses en el siglo XIX.

Charlo con el autor sobre esta novela de aventuras que traslada al lector a un tiempo y una geografía lejanos y que el mismo clasifica como histórica, de aventuras, landscape y de intriga.

¿Qué le llamaba la atención de la Ushuaia del siglo XIX para decidir ambientar una novela en ese momento y lugar?

En primer lugar, porque hay apenas nada escrito sobre ese momento histórico. Creí que era una buena oportunidad para contar una historia en ese contexto. En segundo lugar, porque su enclave es muy interesante por lo alejado de la civilización. Debemos pensar que era un territorio tan inhóspito como hermoso, de tan difícil acceso que los primeros colonizadores murieron en el intento. Desde mi punto de vista, el valor de los primeros expedicionarios y misioneros fue extraordinario.

Nacido en Barcelona y crecido en Argentina, ¿por qué le llamó la atención este caso de población anglosajona en el cono Sur? Quizá podría haber elegido casos hispánicos más cercanos culturalmente…

Como te decía anteriormente, mi interés surge por el lugar. Los libros necesitan tener algo que los haga diferentes. En el caso de La tierra del viento su originalidad le viene por desarrollarse en el puerto más al sur del mundo, si no valoramos algunos enclaves balleneros en islas antárticas, como la isla San Pedro en la Georgias del sur. Mi interés por los ingleses fue una necesidad de la trama ya que los primeros en llegar al sur fueron ellos. Esta es una de las curiosidades que plantea la novela, que muestra cómo los indígenas aprendieron antes a hablar inglés que castellano.

A muchos lectores les sorprenderá que, a excepción de los protagonistas, muchos de los personajes que pueblan La tierra del viento son reales, según apuntas al final…

Sí, desde luego. No podía dejar de mencionar los protagonistas reales de aquella conquista del sur. Sin embargo, mi novela se centra en personajes ficticios que se mueven en ese momento histórico. El motivo fue doble: no existen muchos documentos que me permitan ser fiel a los vaivenes de la vida de gobernadores, misioneros o ciudadanos comunes en aquel sur y, por otra parte, en el fondo está mi concepción de una novela histórica que se aleja de novelar la historia como una forma de aprendizaje y se acerca más a la rigurosa ambientación histórica para hacer literatura.

Su protagonista es una mujer, a la que fuerza a un viaje extremo, a un vida casi épica… ¿Es Sophie una especie de homenaje a todas aquellas mujeres victorianas que realizaron viajes extraordianarios en el siglo XIX?

Si te soy sincero, no lo es. Simplemente me gusta contar historias donde brillan los que son aparentemente más débiles. Quería resaltar el valor, la perseverancia y la fe de Sophie, pero también tuve interés de resaltar a un personaje como Eduardo, en el que se ve la fuerza de la redención. Simplemente saqué una fotografía del momento, de una época, sin más pretensiones que contar una historia que conmoviese al lector.

¿Ha llegado el momento de que la novela histórica haga más visible el papel de la mujer en la Historia o, a veces, se corre el riesgo de exagerarlo?

Yo creo que hoy vivimos un momento muy convulso al respecto. La reivindicación de igualdad de la mujer a veces puede hacerla caer en exageraciones. Creo que es el momento, el siglo y la oportunidad para iluminar especialmente a aquellas mujeres extraordinarias que, injustamente, por diferentes motivos, no brillaron como debieron; pero también creo que no hay que forzar la literatura para que las protagonistas solo sean mujeres. Creo que esto iría en contra del sentido común y de la lucha honesta y digna de aquellas mujeres que simplemente quieren tener las mismas oportunidades que un hombre.

Le he leído clasificar esta novela como histórica, de intriga, de aventuras y landscape… ¿Cuánto tiene de cada cosa La tierra del viento?

Creo que el género lansdcape es demasiado moderno y, de alguna manera, se trata de una corriente de la novela histórica donde hay un viaje a un lugar lejano y se desarrolla la trama en él. Se trata de un escenario de especial protagonismo. En este sentido, creo que podríamos definirla así: histórica y landscape. El problema es que el mundo editorial es muy dado a poner etiquetas directamente y este tipo de novela suele estar relacionada con lo romántico y facilón, si me permites el término. En el caso de La tierra del viento intenté construir una novela histórica de calidad y, si darle protagonismo al paisaje la engloba en las obras landscape, pues es landscape. Con respecto a la aventura, creo que te puedes imaginar que vivir en aquel mundo era una aventura en sí, por tanto, tiene ingredientes aventurescos propios de su contexto. ¿Y la intriga? Bueno, ese es un sello de todas mis novelas hasta ahora. Sé que es un ingrediente que les encanta a los lectores y mis tramas son de intriga. No sé si te respondo, pero no te puedo responder de otra manera.

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También trata en la novela las exploraciones al Polo Sur de la época…

Sí, en la puerta de la Antártida me pareció que era una oportunidad magnífica para hacerlo. En este momento histórico es cuando se desarrolla un interés desmedido por conocer el mundo y alcanzar lo inalcanzable. Las escenas que recrean las expediciones antárticas creo que son bellísimas y que merecerían una novela aparte.

En una novela de estas características, el peso del paisaje es indudable… ¿Cómo se construye esa visión de aquella tierra en un mundo gobernado por las imágenes?

Describiendo lo que no se suele advertir. Las imágenes suelen abarcarlo todo, pero el paisaje se vuelve entrañable, horrible o maravilloso cuando se sabe describir los detalles geográficos, sociales, culturales, etc. Estas imágenes no las puede captar una cámara. Esa es la fuerza de la literatura: tiene el poder de llegar más allá de nuestra simple y pobre mirada.

¿Las grandes novelas de aventuras son imposibles de ambientar en el siglo XXI?

Volvemos a lo que te decía anteriormente, lo del encasillamiento de los géneros. Evidentemente, el género de aventura está relacionado con el pasado y los lugares exóticos. Sin embargo, en esencia, la lucha por superar deferentes adversidades en un contexto plagado de desafíos, bien puede desarrollarse en el presente, en el pasado o en el futuro. El problema es lo que viene asociado al género y lo que el lector espera encontrar en él.

Aunque no solo ha transitado género histórico, sí que ha escrito varias obras clasificables así, ¿cómo valora este género en España en la actualidad?

Creo que es un género que gusta mucho en España y que hay muchos autores españoles que se han volcado en él con una calidad extraordinaria. Sinceramente, sucede como con todo en esta vida: si inviertes mucho en algo acabas obteniendo buenos resultados. Y aquí los hay. Sin embargo, también pienso que es un género que aleja a algunos lectores por considerarlo demasiado sesudo. Algo que en la mayoría de las veces no es así, pero que es suficiente para perderlos. Por otra parte, quienes más leen son las mujeres hoy en día y, desde mi punto de vista, prefieren decantarse por obras más intimistas o de trama. Es por este motivo que he decidido este viraje en mi narrativa, conduciéndome en el futuro a obras más contemporáneas.

¡Buenas lecturas!

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1 comentario

  1. Dice ser pibelo

    los 1º los Ingleses?’ Magallanes hizo una para de varios dias y en lo que hoy es Ushuaia y embarco a un Patagon d e nombre Juan (impuesto), que luego murió de escorbuto en medio del Pacifico, viaje a las molucas..

    20 mayo 2018 | 19:45

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