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Entradas etiquetadas como ‘mujeres’

Ley «mamá cocaína», una aberración

Por Mari Ángeles Fernández

63260Petrificada me he quedado al leer la noticia de Alicia Beltrán, una mujer embarazada que vive en Wisconsin y que fue detenida el pasado 18 de julio por haberle contado a su médico que había sido adicta a los medicamentos. Y es que la ley de Wisconsin, conocida como “mamá cocaína”, otorga a las autoridades el derecho de “encarcelar” a una futura madre si consume alcohol o drogas de manera severa y se niega a ir a un centro de tratamiento voluntariamente.

Veo muy bien que se vele por el bienestar del feto y que se ayude a las madres con la labor de desintoxicación llegado el caso, pero creo que esta ley es una total aberración. En primer lugar porque atenta contra el derecho fundamental de libertad de la persona. En segundo lugar porque se trata a la mujer como un mero objeto para gestar hijos bajo el control estatal. Y en tercer lugar porque nadie, excepto ella misma, tiene derecho a decidir sobre su vida y la de su futuro hijo.

Si midiésemos a todas las mujeres “enfermas” por el mismo rasero que el de la ley Wisconsin, deberíamos también encarcelar a futuras madres que hayan sufrido o sufran anorexia, bulimia u obesidad, entre otras, y que no quieran internarse voluntariamente en un centro de tratamiento. Ellas también estarían poniendo en peligro al feto, ¿no?. En fin, lo dicho, como mujer y persona, opino que esta ley es una total y absoluta aberración.

No quiero ser cómplice, ni verdugo

Por Emilio Álvarez

No solo existe Femen en España sino muchas asociaciones que luchan para que el aborto se legisle desde el principio de la democracia, para ayudar a las mujeres y no para condenarlas, para ayudarlas desde el punto de vista sanitario y psicológico. Una doble condena, social y moral no es buena. femen
Yo no estoy a favor del aborto, nunca lo estaré como cristiano, pero siento que debemos acompañar a esas mujeres en sus procesos, comprenderlas, creo en la autodeterminanción de la persona desde un concepto cristiano, creo que la mujer cuando toma una decisión así no se le olvidara nunca y no quiero ser yo quien la estigmatice o la haga abortar en condiciones sanitarias que no sean del siglo XXI. Creo en el amor de Dios, que mira y no juzga sino que acompaña desde la realidad, creo en el perdón antes que en la condena, creo en el amor antes que en la estigmatizacion y creo que el aborto estaba bien regulado hasta ahora y que modificarlo deja a la mujer desprotegida, a la merced de nuevos viajes al extrajero, donde no se la juzgue por cometer un supuesto delito.
Yo no sé si es sagrado o es un derecho, lo que si sé es que no quiero ser cómplice, ni verdugo. No quiero estar siempre en la teoría sino ir a la practica de la vida diaria y ver la realidad, ser flexible, no solo de dogmatismo vive el hombre.
Cuando las activistas dicen el «Aborto es Sagrado» están haciendo una consigna para interpelar a Gallardón, están haciendo un lema polémico para que se escuche, están dando voz a mujeres que piensan diferente a sus señorias.

¿Son las reformas un asunto de hombres?

Por José Antonio Pozo Maqueda

Víctor Pérez DíazResulta curioso observar que en el comité de expertos que se creó para la reforma de las pensiones, de sus doce miembros uno solo era mujer (el 8,33%), Mercedes Ayuso, catedrática de Econometría, Estadística y Economía Española de la Universidad de Barcelona; y que en el comité de expertos –“profesionales económicos y tributarios de reconocido prestigio” en palabras de la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría– para la reforma integral del sistema tributario español, recientemente constituido, entre los nueve miembros que lo componen no hay ninguno que sea mujer (el 0%). Debe de ser que las pensiones y los impuestos, al igual que aquel famoso brandy español, son solo cosa de hombres.

Los pechos de la Jolie, o los de cualquier otra

Por Noelia Clemente Mombiela

Últimamente, la mastectomía de Angelina Jolie está en boca de todos. Y, lamentablemente, estamos siendo testigos de reacciones vergonzosas. He perdido la cuenta del número de comentarios que he leído, en redes sociales, que apuntan a que el 87% de probabilidades de desarrollar cáncer de mama al que aseguraba enfrentarse la actriz no era más que una excusa para plantarse unos pechos de silicona con tal de vencer a la gravedad, que, según estas opiniones, comenzaba a pasarle factura. Y otros comentarios de índole machista que no es necesario mencionar.

Angelina Jolie

Es vergonzoso e indignante que juguemos a los comentarios despectivos hacia las personas cuando su salud podría estar en peligro. Especialmente, me resulta repugnante cuando el comentario viene de un hombre. Es decir, opinar sobre algo que jamás podría ocurrirte resulta sencillo, desde luego, pero también gravemente aventurado. Sólo una mujer sabe cuánto cuesta tomar tamaña decisión. Hoy hablamos de Angelina Jolie, pero los medios nos enseñan cada día cómo la situación de la mujer parece ir reculando. En una pieza del Telediario de TVE ya nos dijeron cómo vestir: ni minifaldas, ni camisetas con los hombros al descubierto. Y la violencia de género, lamentablemente, sigue a la orden del día en 2013. Primero, les diremos a las mujeres qué deben hacer con sus pechos, incluso a riesgo de sus vidas. ¿Y qué será lo próximo? Regocijémonos, pues nuestro Gobierno ya ha pensado en ello: quitarles el derecho al aborto.

 

Violaciones en India y aquí

Por Simeón Ibáñez Llera

Protesta IndiaUna serie de violaciones de jóvenes y niñas ha sacudido la opinión pública y provocado manifestaciones de rechazo a esos crímenes. El Gobierno ha prometido luchar contra esos gravísimos delitos.

Ingenuo de mí, pretendí colaborar con él acudiendo a la embajada llevando un cartel de solidaridad, que estimé inequívoco: “India: STOP VIOLATIONS”. A los diez minutos de estar cerca de su puerta, y sin ninguna reacción desde la embajada, aunque varios transeúntes mostraron su aprobación al mismo, dejé el cartel apoyado en una cabina telefónica cercana y fui a mi coche a buscar mi máquina fotográfica. Desde allí observé atónito cómo llegaba a  toda velocidad un coche de la policía, del que bajaban apresurados dos agentes, que se apoderaron del cartel. Más aún, se acercaban otros dos coches patrulla de policía más.

En ese momento me pareció más prudente y eficaz  buscar también refuerzos a mi modesta presencia solitaria y difundir lo sucedido para que se pueda responder a este hecho.

Esas mujercitas de antes

Por Javier Estan

Ver pasar el ataúd de Sara Montiel, esa chica de un pueblo como el de José Mota, por la Gran Vía ha sido una visión triste. No así pensar que un antiguo profe  y escritor como José Luis Sampedro fue incinerado. Es distinto. A Sampedro le oí hablar (y hablaba como los ángeles deben hablar) muchas veces y su cuerpecillo menudo y consumido habrá acogido con gusto el fuego. Filósofo de vocación, economista de salón, un humanista como él, un buen día se acuesta y no se vuelve a levantar. No pasa nada, el mundo es así. Su alma, bella, aunque él mismo la negara, entra en un fluir, en un pasar.

C:UserspbelloDesktopsar0001.JPGPero lo de Sara (nombre de mujer bella, por el que cambió el de Antonia) es distinto y mucho más triste. Esas mujeres españolas bellas, menudas y con carácter no se adaptan bien a la desaparición. Menudas en vida, consumidas por la muerte. Son fuego que no se lleva bien con el fuego. Visceral y sin mucha filosofía, amante de la belleza. Dominadoras de la caída de ojos (viendo las mastuerzas que proliferan en el show bussines actual, comprendo que no es tan fácil como parece) de la riqueza y de agasajar. En una ocasión me contó la dependienta de la zapatería de Hermosilla en la que se dejaba cientos de euros a la semana, que era una persona estupenda y una gran clienta. Que cualquier señorona de la zona les hacía sacar y probarse media tienda, no compraban nada y las trataban como a criadas decimonónicas. Cacatúas odiosas que miden su felicidad por los metros cuadrados de su piso y por los milímetros de longitud de sus uñas. Esta se plantaba en la tienda, se probaba y se llevaba un par de pares de los más caros y le dejaba un propinón de órdago a la chica. Toma niña, esto para ti. Y luego se iba por donde había llegado, pizpireta y mayor y con una sonrisa burlesca, aunque cálida. De vuelta de todo.

Comprendo a la gente mayor que piropeaba al féretro en Callao y le lanzaba claveles. Algo así nos pasará a nosotros algún día cuando nos enteremos de que David Summers ya no está entre nosotros, por poner un ejemplo. Shock generacional que te pone en la picota de las vueltas terrestres que ya no nos quedan. Ya veo a San Pedro rascándose la coronilla ante el trío de recién llegados. Actriz jubilada, estadista sin memoria de mano de hierro en guante seda y un filósofo llamado Sampedro, como él. Seguro que mira y remira el acta de reunión de su carpeta y comprueba la fecha una y otra vez. Pues sí, 2013.

No cuenten conmigo para el espectáculo del maltrato

Por Ángel Villegas Bravo

Una vez más, y ya son muchas las que lo he hecho, apago el televisor para no ver ni oí, la forma (inapropiada, a mi juicio) con que se tratan asuntos relacionados con raptos, asesinatos, maltrato a mujeres, a menores, y asuntos de ese tipo. No me parece que sea decente «estirar» la información, que debe darse pero sin tanto detalle inútil, sin las opiniones irrelevantes de vecinos o conocidos, sin declaraciones de gentes que nada tienen que aportar y sin imágenes que son absolutamente prescindibles. MaltratoY todavía me parece peor que, a cuenta de tales sucesos, se llenen horas y horas de programación en las pantallas, con media docena de personas opinando y revolviendo en los sentimientos de las gentes. Cada uno es muy dueño de ver y escuchar lo que le venga en gana, pero conmigo que no cuenten para semejantes espectáculos.

Me llamo Francisco… o la coherencia para no ser fariseo

Por Diego Mas

“Me llamo Francisco” se autodenominó el nuevo papa. Y, aun antes de que lo confirmara él mismo, era evidente que se refería al pobrecito de Asís. Ya iba por ese camino antes y ha dado algunos pasos más estos días. Es de esperar que siga por esa senda y abandone también los malos hábitos que se han ido acumulando en el Vaticano, empezando por el hábito blanco, esa presunción de pureza inmaculada, el vestido de los “sepulcros blanqueados”, los fariseos, que Jesús expresamente condenó también por llevarlo. Y prohíba como sacrílego que le llamen “Padre” y “Santo”, pues el mismo Jesús dijo que a nadie había que llamar “Padre” y “bueno”, sino a sólo Dios. Y que renuncie también al “pontificado”, porque el título de “PoPapa Franciscontífice Máximo” romano era el del ingeniero que hacía puentes, y sólo una necia adulación cortesana hizo que se adjuntara al título del Obispo de Roma.

Más aún: eso será sólo un primer e imprescindible paso. Para ser coherente con la sencillez y pobreza evangélica y franciscana, el nuevo Francisco deberá ser también compresivo, como lo era San Francisco y Jesús en cuanto hombre –sin querer locamente imitar sus actos cuando mostraba su divinidad- respetando caritativamente a los demás, todos, mayorías, como las mujeres, o minorías, como los homosexuales. No será como otros, ostentosamente humildes por fuera pero sólo para tapar su soberbia interior, como tantos “piadosos” fariseos. Así no sólo parecerá sino que será otro Francisco, para bien de todos, incluso de los que no comulgan con él.

¿Está la mujer en peligro de extinción?

Por Isabel Esteban Güell

Personalmente rechazo la conveniencia de “celebrar” un día dedicado a la mujer. Solo sirve para que se reúnan las mujeres importantes y amigas y comenten sus cosas. La mujer constituye más de la mitad de la población humana y lo que se necesita es la individual concienciación de que debemos seguir trabajando duro, como siempre y sacando adelante lo que a cada una corresponda. MujerMe ofende lo del día, ni que fuéramos una especie en peligro de extinción. Las mujeres no somos seres débiles, indefensos y cortas de entendimiento. Somos personas corrientes que cumplen con lo que se espera de nosotras. Tenemos, no un día, sino los 365 para trabajar en favor de nuestras congéneres en mala situación.

Violencia y crimen… ¿hasta cuándo?

Por Juana Mª Márquez

Estamos en marzo y, como todos los años, el día 8 se celebra el Día Internacional de La Mujer. Me pregunto: ¿por qué es necesaria esa celebración?, ¿por qué no existe algo parecido para el hombre? Problemas padecen las mujeres pues tienen que poner un día para que muchos tomen conciencia de ello. La primera víctima este año fue nada más empezar el 2013, el 4 de enero, una mujer de 33 años fue degollada por su pareja. Y a esta siguen más y por desgracia no terminarán ahí. Se hacen esfuerzos, desde la ONU se intenta consensuar una declaración común sobre la violencia contra Violencia machistael género femenino, ardua tarea pues tratarán de poner de acuerdo a muchos países con costumbres muy dispares.

Mientras se intenta hacer leyes, nosotros somos espectadores y oyentes de noticias que hacen que un escalofrío recorra nuestro cuerpo. Me ha llamado la atención un par de casos que aparecen en las redes sociales. Los cito a continuación. En Málaga se ha detenido a dos hombres que intentaban ligar a través de las redes para luego quedar con esas mujeres y, una vez con ellas, las drogaban para agredirlas y abusar sexualmente. Otro más: la Policía ha desmantelado una red que explotaba a unas 400 mujeres en 6 macroprostíbulos en Andalucía. Se han detenido a 36 personas e inmovilizado bienes por valor de 14 millones de euros. Datos como estos los contamos a cientos y nos acompañan a diario. Lo que está ocurriendo es una forma de terrorismo contra la mujer.

Las primeras que tenemos que tomar conciencia somos nosotras, aprender a querernos a nosotras mismas, a no pertenecer a nadie, a no amar demasiado a ningún hombre, a no tener sentimiento de culpa y a no rebajarnos ante unos seres despreciables que nos calumnian, insultan o nos dan un tortazo. Por supuesto, he de decir que no generalizo, eso no lo hacen todos los hombres pero sí algunos y esos merecen más castigo. Que cada uno haga todo lo que pueda por no dejarse agredir y por ayudar a esas señoras que han perdido toda su autoestima por una lesión no sólo física sino en su alma.