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-No deberías llevar esa ropa. -¿Por qué? Sólo es una blusa y una falda. -Entonces no deberías llevar ese cuerpo. 'Fuego en el cuerpo', de Lawrence Kasdan

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Se ofrece cónsul de buen ver para papel con frase en película

No suelo frecuentar mucho la compañía de cónsules, embajadores y gente del cuerpo diplomático, cuando digo mucho quiero decir nada; pero el otro día tuve una simpática charla telefónica con Inocencio Arias, el cónsul de España en Los Angeles y columnista de ’20 minutos’. No, no os asustéis no pienso hablar aquí de política, eso se lo dejo a Escudier, sino de cine. ¿Y qué tiene que ver Inocencio Arias con el cine? Pues mucho.

Para empezar, desde que está destinado en Los Angeles ofrece cada año en el consulado una gala de bienvenida a los españoles que optan a algún Oscar. El año pasado organizó un encuentro para más de 120 personas con motivo de la nominación de ‘El laberinto del Fauno’ y este año pensaba hacer lo mismo con Javier Bardem; pero no pudo ser. Según me contó Arias (al que sus amigos llaman Chencho), después de un arduo trabajo para localizar al representante de Bardem en EE UU y tras cinco días en espera de una contestación, el agente amablemente declinó la oferta del consulado porque Javier estaba «muy ocupado y con la agenda repleta». Así que don Inocencio aprovechó que no tenía nada que hacer allí y se vino a España a pasar unos días «no me iba a quedar a darle una cena a mis amigos ¿no? Yo lo que quería era presentarle a gente, promocionar el cine español en Los Angeles. Hubiera invitado a quien él me hubiera dicho». De Alberto Iglesias , que también optaba a un Oscar, no se acordó en ese momento («qué chico más simpático», dice de él).

Pero al margen del contacto ocasional con las estrellas, don Inocencio es también un actor vocacional que, como ya conté hace unos meses, a punto estuvo de interpretar un pequeño papel en ‘La intérprete’, de Sydney Pollack.

«El embajador de Singapur que es muy amigo mío, me organizó una cena con Pollack. Fue una encerrona. Allí él que se lleva muy bien con Pollack lo persuadió para que me diera un papelito, porque yo quería conocer a Nicole Kidman. Al principio iba a ser un embajador de un país latinoamericano, un papel con frase ¿eh?, que yo ya tengo mi currículum, pero luego me ascendieron a presidente. Todo estaba listo para el rodaje cuando me dijeron que no iba a poder ser, que los sindicatos (americanos) se habían metido por medio y no dejaban que yo, que no estaba sindicado, hiciera de actor, así que me quedé sin papel. Pero como me dijo Andy García: si Pollack hubiese presionado más, yo habría trabajado».

Al currículum al que se refiere Inocencio incluye hasta ocho pequeñas intervenciones en películas de Manuel Summers (‘Locky 5’), Berlanga (‘Todos a la cárcel’) , Antonio del Real (‘Corazón loco’) … Habla de ellas con cariño, con nostalgia. Se nota que le gusta el cine y echa de menos ese mundillo. Durante la charla me ofrezco a ayudarle dentro de mis posibilidades: escribir un post en el que diga que está disponible para un papelito con frase en alguna buena película. Acepta encantado mi oferta. Este hombre derrocha buen humor y simpatía. Así que, Belén, si estás leyendo esto y ves que encaja en tu próximo proyecto, acuérdate de él. Tal vez Guillermo del Toro (que trabaja mucho en L.A.) pueda hacerle un hueco. Si alguien puede hacerle llegar el mensaje a algún director de casting, que corra la voz. Creo que será difícil encontrar a un actor con más entusiasmo y mejor disposición que él. Ah, y las buenas maneras y la elegancia están más que demostradas. Que haya suerte.

Ponga un político en su cine

A Rodrigo Rato, ex director del Fondo Monetario Internacional y ex Ministro de Economía, le ha picado el gusanillo interpretativo y quiere aparecer, aunque sea como figurante sin frase, en la película que sobre el Dos de Mayo prepara José Luis Garci. Esto confirma la tesis, dicha por no sé quién hace tiempo, que en el interior de cada político habita un actor luchando por tener una primera oportunidad.

Hace un par de años, uno de nuestros colegas de ’20minutos’, y actual cónsul español en Los Ángeles, Inocencio Arias, se pilló un monumental cabreo porque no le dejaron participar en la película que Sidney Pollack rodó en la sede de la ONU en Nueva York, cuando él trabaja allí como embajador. Y eso que, decía, lo tenía apalabrado y ya había elegido pajarita. Para mí que Arias lo que andaba buscando era coincidir en alguna escena con Nicole Kidman, protagonista del filme.

Las malas lenguas dijeron entonces que una de las razones por las que un edificio tan blindado como el de la ONU había abierto sus puertas al artisteo era por el afán de sus consejeros de aparecer, aunque fuera de canto, en alguno de los fotogramas.

Todo esto me sugiere un pequeño juego: pensar a qué político colocaríamos en una película de, por ejemplo, Almodóvar, o de Vicente Aranda.

A mí se me ocurre poner a José Bono contando chascarrillos en la cuarta entrega de Torrente. Se admiten sugerencias.