Pasa tanto que es casi imposible contar cuántas veces lo hemos visto: de pronto una producción reúne a un puñado de actores y actrices hasta entonces desconocidos y, de manera más o menos imprevisible (porque no deja de haber un factor lotería), esa producción se convierte en un fenómeno fan «sin precedentes» (que siempre es sin precedentes, aunque todas lo sean). Y, después del fenómeno fan, ese elenco que llegó del subsuelo a las estrellas en tiempo récord, cae en el olvido casi a la misma velocidad. Porque cuando los personajes son tan conocidos trascienden al actor, y eso, para la carrera, es lo peor.
Fue lo que sucedió con Sensación de vivir, que reunió a un puñado de «jóvenes» (menos jóvenes de lo que nos contaban) con mínima experiencia previa y los convirtió en iconos adolescentes. Era el primer papel importante incluso para Tori Spelling, hija del productor, a quien hace un tiempo le dediqué un post porque era el unicornio de Mask Singer.
De ese joven elenco, tras Beverly Hills, apenas supimos más de Shannen Doherty (quien después fue protagonista en Embrujadas) y, de vez en cuando, de Tori Spelling. Del resto, poco. Y hoy vamos a hablar de la pobre muchacha a quien le tocó hacer el papel de ¿la mala? Que tampoco es que fuera mala persona, vaya. Es que cuando los culebrones se ponen puritanos cualquiera con picardía es el diablo. En fin: Kelly Taylor. La actriz Jennie Garth.
Kelly era la que tramaba ardides para conseguir sus objetivos, en lugar de quedarse de brazos cruzados mirando al cielo, esperando que la suerte la sonriera por ser casta e inocente. Esa era la manera que tenían, en los años ’90, de decirnos que las chicas, para ser «buenas», teníamos que estarnos quietecitas. Y, en líneas generales, coló bastante bien. Por eso Kelly le caía mal a mucha gente, incluida la propia Jennie Garth. Sin más experiencia previa que un episódico en Los problemas crecen, Garth se metió en Beverly Hills en 1990 y aguantó hasta el final, en el año 2000, llegando a sumar casi 300 episodios.
Con ese currículum y ya rondando la treintena (nació en 1972) estaba cantado que su futuro interpretativo estaría, con suerte, en la televisión. Y así fue. Un par de años más tarde fue Valerie Tyler (uno de los personajes principales) en Lo que me gusta de ti y lo siguiente fue ya en 2008, cuando se incorporó a Sensación de vivir: La nueva generación en el mismo papel que le había dado la fama casi 20 años antes.
Seguro que os veis venir lo siguiente: películas para televisión a cascoporro. Muchas de ellas especiales navideños. Baste decir que una se titulaba Una boda perruna por Navidad. En la última década solo ha tenido, aparte del reencuentro BH90210 de 2019, un tonteo con un papel protagonista en otra serie, y esa fue Mystery Girls, de la que junto a Tori Spelling se hicieron 10 episodios.
De eso hace ya siete años, nada menos. Lo último de Garth en televisión ha sido otro especial navideño que se acaba de estrenar en la televisión estadounidense, titulado A Kindhearted Christmas, en la que interpreta a una viuda que hace una importante donación secreta a una fundación y un reportero dicharachero llega al pueblo para descubrir la identidad del Secret Santa.
Y os estaréis preguntando: «¿Y esto qué tiene que ver con una nueva profesión en la que la sigue un montón de gente?». Pues absolutamente nada, porque los papeles de Garth para la pantalla son cada vez más anecdóticos y, por ello, ha buscado otras salidas profesionales (hace muchos años empezó a dedicarse a la fotografía) y ahora mismo, haciendo una vez más pareja con Tori Spelling, produce un podcast llamado 90210OMG, disponible en las plataformas iHeartRadio, Apple y Spotify.
Suman entre las dos más de tres millones de fans en el total de sus redes sociales, y han creado un perfil independiente para el podcast que, a pesar de su juventud (tiene poco más de un año y no funciona ininterrumpidamente), cuenta ya con decenas de miles de seguidores.
En él no solo hablan y reflexionan entre ellas acerca de todo lo que significó Sensación de vivir, sino que también entrevistan a diferentes invitados, muchos de ellos relacionados con la serie, e incluso -para gozo de los fans- con sus crossovers de Melrose Place.