Hace bien poco que ha vuelto a la palestra una pequeña controversia que os resumo. Esto son Indiana Jones (Harrison Ford) y Karen Allen (Marion Ravenwood) en En busca del arca perdida.
Durante 40 años (el tiempo que hace que estrenó la película) los fans han debatido acerca de un tema que en la cinta solo se deja entrever sin dar demasiados datos: ¿era Indiana Jones un pedófilo?
Esto viene solo de una brevísima conversación cuando Indy encuentra a Marion en su bar, discuten por su pasada relación y ruptura (sin dar detalles) y ella dice «¡Era solo una niña!» a lo que él responde «Sabías lo que hacías».
Él era estudiante del padre de ella (¿unos 26?) y ella era «solo una niña» (¿era menor?). Este debate resurge de vez en cuando entre los fans, como el de si Denzel Washington es ciego en El libro de Eli.
Aunque al final de En busca del arca perdida la relación entre los dos parecía restaurada, no se volvió a contar con ella para las segunda y tercera entregas. De ahí que a muchos sorprendiera su reaparición en 2008, en la cuarta película del arqueólogo aventurero, La calavera de cristal. Y hace poco, en una entrevista a TMZ por el 40 aniversario de la película, y como bien nos contaban en Cinemanía, Allen se ha pronunciado en el debate y afirma categóricamente que Indiana Jones no era un pedófilo. Pues oye, eso que nos llevamos.
Pero a lo que vamos: entre En busca del arca perdida y El reino de la calavera de cristal, ¿qué ha estado haciendo Karen Allen? Como diría aquel: «Lo que pasa al final te sorprenderá».
Bueno, habrá que empezar diciendo que a Allen le pasó lo que ya sabemos todos que le pasa (y más que pasaba en los ’80 y ’90) a las actrices de Hollywood después de cumplir cierta edad (30 o más, siempre antes de los 40): se vuelven invisibles. Y el de Allen no fue un caso diferente.
Tenía justo 30 años cuando interpretó a Marion y lo que restó de la década de los ’80 no fue nada mal. Estuvo en producciones como Starman, Terminus o la tan recordada y aclamada Los fantasmas atacan al jefe, con Bill Murray.
Pero, a lo largo de los ’90, no solo sus papeles empezaron a quedar relegados a secundarios salvados con mejor o menor maestría, sino a películas de serie B que no gustaron a nadie. Pasar de un Malcom X en 1992 a un El chip asesino solo un año después no es un buen presagio.
Tanto fue así, que El chip asesino fue la última película que hizo antes de meterse en series. The Road Home fue la primera, un drama familiar bastante bien valorado en algunos portales como IMDb o Rotten Tomatoes, pero que solo se extendió seis episodios, y luego algún cameo en otras como Ley y orden. Su siguiente «gran título» llegó en 2000, cuando interpretó a Melissa Brown en La tormenta perfecta. Aunque, si bien la película tuvo su tirón, ella pasó bastante desapercibida.
Sin duda, la película que le devolvió esplendor (aunque, si me dejáis opinar, no todo el que ella merecía) fue precisamente la cuarta de Indiana Jones. Aunque a ella sin duda le debió dejar buen sabor de boca porque siempre dice que le encantaría estar en la quinta (que ya se está preparando).
De esto hace ya 13 años (que no me lo puedo creer, parece que fue ayer cuando le estaba diciendo a mi media mazorca «¿PERO QUÉ PORQUERÍA ES ESTA?», y desde entonces su producción ha bajado muy notablemente, moviéndose además en títulos pequeñitos…
Hasta este año que, si bien sigue sin ser protagonista, se ha metido en la que ha resultado ser una de las películas más populares de Netflix en lo que vamos de año: La apariencia de las cosas, con Amanda Seyfried.
La recuerdo mucho a la actriz Karen Allen, era muy buena en su presión. Lástima que ya no este. Un saludo.
22 julio 2021 | 6:42 pm