Goldie Hawn fue una de las actrices más relevantes e internacionales de los años 80 y 90 en Hollywood. Eso no admite discusión.
Se estrenó en el 67 en Good Morning World y, solo tres años después, los dejó a todos boquiabiertos con su interpretación de Toni Simmons en Flor de cactus, por la que se llevó un Golden Globe y un Oscar a mejor actriz de reparto.
Nacida en el 45, tenía solo 25 años por entonces y ya acariciaba la cima del éxito y su popularidad se disparó.
En los ’70 y los ’80 se convirtió en un nombre muy a tener en cuenta, especialmente después de que fuera nominada a otro Oscar, esta vez a mejor actriz principal, por La reculta Benjamín.
Pero fue la de los ’90, sin duda alguna, su década de mayor actividad y donde alcanzó el pico de su popularidad internacional. Esposa por sorpresa, La muerte os sienta tan bien, Todos dicen I Love You o El club de las primeras esposas fueron comedias que grabaron su rostro en las retinas de medio planeta.
Pero, estrenado el nuevo milenio, Hawn protagonizó dos últimas películas: Enredos de sociedad, en 2001, y Amigas a la fuerza, en 2002, junto a Susan Sarandon y por la que fue nominada, por novena y última vez, a un Globo de Oro.
Tenía 57 años por entonces, y tras ella llegó un largo retiro del mundo del cine hasta que, en 2017, sorprendió de nuevo protagonizando, junto a Amy Schumer, la comedia Descontroladas (Snatched). Y de repente era como si no se hubiera ido nunca.
En 2018 hizo una incursión como la Señora Klaus en Crónicas de Navidad junto al que es su marido desde 1987: Kurt Russell (en el papel de Sr. Klaus).
Y este año, en teoría, debería estrenarse por fechas navideñas la segunda parte. La tendréis disponible en Netflix el 25 de noviembre 🙂