Cuba Gooding Jr. se convirtió en un joven icono del cine durante la década de los ’90. Es complicado echar mano a la memoria y decidir en qué momento se convirtió en uno de las jóvenes promesas más prometedoras de Hollywood pero, si tuviera que decidirme por un título, y solo uno, de aquella época, creo que sin duda me quedaría con Los chicos del barrio, del ’91, junto a Ice Cube, Morris Chestnut y Laurence Fishburne.
A ese clásico siguieron muchos otros, como Mejor… Imposible, Jerry Maguire, Algunos hombres buenos o Estallido. Para cuando se estrenaron Hombres de honor (en 2000) y Pearl Harbor (2001), Cuba ya estaba consolidado como uno de los actores más buscados de la gran pantalla.
En 2002, con la que venía siendo una gran carrera, tuvo una estrepitosa metedura de pata al pasarse a la comedia y protagonizar Boat Trip: Este barco es un peligro (por favor, despidan al de los títulos en castellano). La cinta dejó, no solo pérdidas millonarias, sino un rastro de crítica decepcionante por propios y público. Lo cierto es que ves la película y el personaje de Cuba y te quedas pensando: «Tío, tú has ganado un Oscar -por Jerry Maguire-, ¿qué haces haciendo esto?».
En 2003 llegaría Me llaman Radio que, aunque desde luego redentora, parece que no llegó a ser suficiente ya que, desde entonces, Gooding Jr. ha pasado mucho más desapercibido.
No me malinterpretéis: no es que el hombre no haya hecho nada, ni mucho menos. Ha participado en títulos de lo más variopinto y tocado prácticamente todos los géneros, pasándose por End Game, Papá Canguro 2, American Gangster, Enchufado a la red o El mayordomo y, en los últimos años, como viene siendo habitual en muchas de nuestras estrellas noventeras favoritas, se ha pasado al mundo series, ya que en los últimos años (y en gran medida gracias a la gran calidad de las plataformas streaming), las series ya no son algo relegado a «los que no pueden hacer cine».
Se dejó caer, para estrenarse, por un papel episódico en Empire en 2015, y desde entonces han sido varias las series que han contado con él en su reparto, de entre las cuales destacan dos:
American Crime Story, serie antológica sobre los crímenes más notorios de Estados Unidos, en la que Cuba ostentó la responsabilidad de interpretar nada menos que a O. J. Simpson durante los 10 episodios de la temporada.
Y Matt Miller/Dominic Banks en American Horror Story: Roanoke, que fue simplemente fantástica, como todas las temporadas de AHS.
2017, sin embargo, fue un año de parón para Cuba, probablemente relacionado con un momento personal complicado. Por un lado, en enero pedía el divorcio de su mujer, de quien llevaba separado tres años. Y, poco después (el 21 de abril), el mundo conocía la impactante noticia del fallecimiento de Cuba Gooding (senior), cantante de soul y padre del actor, que era encontrado en su coche, muerto supuestamente por una sobredosis.
Desde entonces Cuba, que parecía que empezaba a coger cierta carrerilla, ha echado un poco el freno, pero aún así el año pasado, al tiempo que cumplía sus 50 años, se estrenaba Bayou Caviar, una trama en la que un ex campeón de boxeo y sus compañeros son testigos de un crimen y se ven envueltos en un lío con la mafia rusa.
Según su ficha en IMDb, ahora mismo estaría en postproducción su último trabajo, del que ha trascendido poco más que el título y la trama: Life in a Year, un drama en el que un chico de 17 años descubre que su novia se está muriendo, y se propone proporcionarle «una vida entera» en su último año de vida. La cinta la protagonizan Cara Delevingne y Jaden Smith.