Cosas de casa puede presumir de muchas cosas, más allá de introducir a Urkel en nuestras casas hasta el aburrimiento, como que fue el primero de tres programas con un reparto totalmente negro en la línea TGIF de ABC, o de ser una de las comedias de Estados Unidos de mayor duración con un reparto predominantemente afroamericano.
Era muy típico, en las sitcoms noventeras, introducir en el núcleo protagonista un personaje que diera un punto de tierna repelencia, que solía concentrarse en un/a niñ@ sabiondill@ o en una adolescente pintándose las uñas 24/7. Pero este concepto de nota repelente en El príncipe de Bel-Air lo elevaron a la estratosfera a través de este personaje: la inolvidable Hilary.
Se me hace raro escribir un post sobre El príncipe de Bel-Air y no poner la intro, pero es que… ¿Hilary? Caca.
xD Mira que te puedes llegar a reír con la cosa más simple.
¿Vosotros sabéis que Barbra Streisand dirigió una película en 1991 que fue candidata a siete Oscars? No ganó ninguno, pero oye, candidata a SIETE, que es un montón. Entre ellos, Oscar a mejor actor protagonista. La peli era El príncipe de las mareas, y su prota era Nick Nolte.
Que, a ver, tampoco es que fuera un chavalín por entonces, porque -como muchos recordaréis- a Nolte ya nos lo traíamos bien calado desde… Yo diría que el ’82, en Límite 48 horas, ¿no? Y justo en 1990, un año antes de El príncipe de las mareas, se había estrenado 48 horas más. Que, me vais a perdonar que os diga, poner a Nolte haciendo pareja con Eddie Murphy es una magnífica ilustración de eso que tanto se dice: «Los ochenta, que hicieron mucho daño«.
La complejidad de esta foto estuvo en encontrar un color de pared que les quedara bien a los dos.
A pesar de todo esto, si os digo la verdad, para mí Nolte es «el tipo de Tres fugitivos» (1989). No puedo evitarlo. Me coincide con la edad en la que mi memoria histórica empezó a ser funcional. Pero fueron sin duda los noventa sus años dorados o, al menos, de mayor producción interpretativa. Desde El cabo del miedo hasta La delgada línea roja, sin olvidarnos por supuesto de Aflicción (por la que estuvo nominado por segunda vez al Oscar), una veintena de títulos llenó su trayectoria. Salió a dos pelis por año.
Nolte en ‘La delgada línea roja’ (1998)
Pero es como que, de repente, envejeció. Como si hubiera sido un adulto normal y corriente y de pronto se convirtiera en el ermitaño de las cavernas, o algo así. Lee el resto de la entrada »
Cuando el doblaje principal de una peli de animación lo hace un actor de mucha fama, a casi nadie se le escapa el dato. Valga el caso de Woody, de Toy Story, que, quien más quien menos, todo el mundo sabe que es el enorme Tom Hanks. O Po, el panda de Kung Fu Panda, que es casi imposible no relacionar con Jack Black.
Pero, ¿qué pasa con los secundarios?
Muy a menudo, tras los personajes secundarios se esconden doblajes «sorpresa», de esos que cuando los ves en los créditos le sumas automáticamente tres puntos a la peli. A ver si sabéis que famosos/as actores y actrices escondieron su voz tras estos diez: Lee el resto de la entrada »
Ya estaba yo tardando mucho en hacerle un post a Benedict. ¡Ay! Mi Benedict.
Esta maravilla del cine nacida en Londres en 1976 se ha hecho, en muy poquito tiempo, un hueco enoooooooorme en la industria cinematográfica. Todo el mundo lo sabe: donde hay Cumberbatch, hay calidad. No hay más. Y, para llegar a esta calidad, este chico, os lo digo yo, se ha marcado una gran, gran carrera, antes de ser quien es. Os voy a dejar un adelanto de lo que os voy a contar después, a ver si adivináis a quién está interpretando (es fácil, ¿eh?):
¿Lo tenéis?
En los últimos años, lo hemos visto en papelazos con el Doctor Strange en la saga de Los Vengadores, Khan en Star Trek: En la oscuridad o su papelón de Alan Turing en The Imitation Game, que si no la habéis visto os la recomiendo mucho, mucho, mucho.
Ah, y -volviendo a Benedict- ver, lo que se dice ver, no se le vio, pero tuvo un importante papel en El hobbit, porque era nada menos que Smaug, el dragón:
Glorioso.
Y bueno, que aunque la peli no era una gloria, en 2016 tuvo un papel en Zoolander No.2 que ya solo por verlo a él merecía la pena pagar la entrada.
Pero estaréis de acuerdo conmigo en que el papel que lo puso en boca de todos fue… Por supuesto: Sherlock. Personaje que interpretó desde 2010.
Pero, ¿y qué hizo Benedict, antes de todo esto? Pues os voy a enseñar seis de sus mejores papeles que probablemente no habéis visto, antes de saltar a la fama. Ya, ya sé que seis es un número raro, que cinco es más redondo. Pero es que no he podido quitar ninguno de estos. ¿Empezamos? Lee el resto de la entrada »
No era un personaje principal, pero era un personaje imprescindible: podemos imaginarnos la mansión de Phill y Vivian de muchas formas, pero de ninguna manera sin el mejor mayordomo de la historia de la televisión. Sí: mejor que Mr. Belvedere. Se siente.
Él era EL GRAN GEOFFREY.
Creo que no hace falta que remarque el gran éxito de pantalla que supuso El príncipe de Bel-Air, ¿verdad? De hecho, hace poco os preguntábamos cuál creíais que era la mejor sitcom de los noventa y ganó por goleada absoluta.
Venga, va, que el post parece que flojea si no ponemos la intro 🙂
Ya está. Ya quedé a gusto. Sigamos.
El príncipe de Bel-Air fue el título que puso en el punto de mira a Marcell durante varios años, hasta el ’96 que dejó de emitirse, y desde entonces a este actor británico, amante del teatro y perteneciente a la Royal Shakespeare Company, se ha hecho verdaderamente difícil seguirle la pista en pantalla, aunque no imposible. Lee el resto de la entrada »
No solo de Hollywood vive la tele: en España podemos presumir de originalidad y grandes éxitos de share con el producto nacional. Series icónicas como Médico de familia, Farmacia de guardia o Los Serrano marcaron hitos de audiencia y un antes y después en nuestra forma de hacer y ver teleseries.
He recopilado en esta lista las quince series españolas de humor y entretenimiento más comentadas en las páginas de 20 minutos para didimir, de una vez por todas, cuál es la mejor producción del producto patrio. Yo lo tengo claro 🙂 ¿Y vosotros? Lee el resto de la entrada »
Era mi personaje favorito de la serie. Dorothy era inteligente, cauta, estratega, decidida y muy, muy fuerte. Donde Dorothy pisaba, no volvía a crecer la hierba a menos que ella diera permiso. Dorothy reflejaba todo lo que Beatrice Arthur era.
Todo presencia. Qué mujer.
Bernice Frankel nació en 1922 y estaba a punto de cumplir 30 años cuando tonteó por primera vez con la televisión, en Once Upon a Tune y Studio One, aunque no fue hasta un par de décadas después que alcanzaría el estrellato, aunque eso os lo cuento luego.
En 1943, con 21 años de edad, Beatrice se alistó en el cuerpo de Marines de los Estados Unidos durante la Segunda Guerra Mundial. Su primera asignación fue como mecanógrafa en la sede de la Marina en Washington DC, para ser destinada después a diferentes posiciones en Virginia y Carolina del Norte en estaciones aéreas de la Infantería de la Marina. Al año siguiente de alistarse, se casó con un compañero del cuerpo, su primer marido Robert Alan Aurthur, cambiando su apellido de Frankel a Arthur (modificando intencionadamente su escritura), y de quien se separaría pocos años después.
Foto de la tarjeta de identificación del Cuerpo de Marines de Beatrice Arthur en 1943. (Wikipedia)
Son muchos los motivos que pueden llevar a una serie a la categoría de mítica. En el caso de ‘Vacaciones en el mar’, por ejemplo, y a pesar de la escasa competencia de la época, es loable haberse mantenido en antena durante más de 10 años.
250 episodios dan para mucho, mucho. Por ejemplo, dan para ver pasar ante sus cámaras a miles de actores, consagrados por entonces tanto como absolutos desconocidos que, con el paso del tiempo, acabaron por convertirse también en estrellas. Hoy os recojo aquí a 10 de esos personajes que ahora reconocemos, pero que no parecían los mismos cuando se subieron a ‘El barco del amor’. ¿A cuántos reconoces? Lee el resto de la entrada »
Tenemos papeles suyos para aburrirnos todos. Para aburrirnos por lo extenso de la lista, no porque sean papeles soporíferos ni mucho menos.
Phoenix durante el rodaje de ‘Joker’, en septiembre de este año (GTRES)
Phoenix está, sin duda alguna, en mi top ten de actores favoritos de todos los tiempos (actores: las actrices van aparte). Y sin embargo no sé por qué siempre tengo esa sensación de que este hombre no ha tenido el reconocimiento que se merece. Y ojo, que lo han nominado tres veces al Oscar, dos de ellas como actor principal y tiene en el salón un Golden Globe (quien dice el salón dice la entrada, a ver si me entendéis). Pero, aún así, se le queda a una la sensación de que a Joaquin debería vérsele más. ¿No? ¿Es cosa mía?
Bueno, a lo que voy:
Este mozuelo de 43 castañas que empezó en esto del pantalleo allá por el ’82, en Siete novias para siete hermanos, tiene titulazos detrás desde sus tempranos episódicos en Se ha escrito un crimen o Canción triste de Hill Street hasta El secreto de los Abbott o su maravillosa presencia en Asesinato en 8 mm., por mucho que digan algunos.
Pero el papel que lo trajo a la mente colectiva de todo el mundo, estaréis de acuerdo conmigo, fue sin duda el del Emperador Comodo en Gladiator, en el 2000.
¿Y qué ha hecho desde entonces? Pues elegir muy, muy bien sus papeles, porque tiene un repertorio que es, en esencia, una pura delicia. Pero sí: reconozco que igual no soy objetiva, porque de verdad que me encanta este actorazo.
Voy a hacer las cuatro paradas que me parecen imprescindibles para ver la evolución que lo ha convertido en el candidato perfecto para ser el nuevo Joker: Lee el resto de la entrada »